TN en Kimetsu No Yaiba

Capitulo 22

Akira Tanaka

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Narra el Narrador.

Senjurou se había quedado dormido plácidamente, sin duda un momento de paz. Aunque para Akira que estaba gritando a todo pulmón para que el muchacho se despertara de su desmayo repentino luego de que un jarrón que le había tirado una señora justo en la cabeza de forma inesperada lo dejara tieso, mientras la chica era rodeada una horda de demonios no era para ella nada de lo que pudiera sonar divertido. Enojada, la muchacha coloco a su amigo mejor en su espalda, mientras jadeando y von algunos raspones comenzó a mover su lanza curva contra los demonios y atacándolos a todos, cortándoles la cabezas de solamente un tajo. Matando a una veinte, ordeno a gritos a todos los civiles de la zona y fuera de sus casas que no salieran de su hogar, de esa forma todo estaría un poco más organizado, teniendo en cuenta la horda de casi doscientos demonios que se avecinaba saliendo del bosque. Akira bufo, acaso a todos los demonios les dio hambre esa noche y ese era el único pueblo cerca? El pueblo ni siquiera era del todo el grande. Colocando la guadaña de Senjurou en su propia espalda, corrió hacia los demonios.

Vengan a por mí, pero con la cara destapada hijos de Puta...

Akira Tanaka era huérfana como muchos espadachines que trabajaban para la organización, al igual que a muchas personas los demonios le habían arrebatado a su familia cuanto ella solamente tenía seis años dejándola completamente sola, aterrada y resguardada en el fondo de una casa abandonada en medio de un frio invierno y con los cuerpos de sus padres, dos hermanas y sus abuelos en plena putrefacción. No fue hasta una semana después donde el Pilar de la Piedra Imegima Gyomei la encontró en aquella remota montaña en su casa, la ayudo a enterrar su familia y decidió adoptarla para entrenarla, como decisión propia de la niña de penas siete años para ser una cazadora. Duros años de entrenamiento valieron la pena cuando logro pasar la selección final para por fin convertirse en cazadora y moverse de ciudad en ciudad, pueblo en pueblo, para poder ayudar a personas que la necesiten. Luego de mucho llanto y rezos Gyomei la dejo ir a su misión, para debutar finalmente como una cazadora. Sin duda con aspiraciones de ayudar a todos y convertirse en una Pilar. La Pilar de la Luz.

-Maldición, es rápida...Pero...-Un demonio estaba por hablar, pensando que sus ataques serian mas efectivos con ella, pero que iluso y equivocado estaba cuando una lanza le corto el cuello dejándole un ardor insoportable. Akira gruñendo, tomo la lanza desde la parte más baja y teniendo un agarre preciso decapito a ocho demonios más mientras giraba en círculos. Respirando, y mirando como los demonios se acercaban comenzó a dar golpes a Senjurou.

-Despierta¡-Llamo Akira-Despierta de una buena vez¡ Logre derrotar a la mayoría de los demonios, pero necesito un poco de tu ayuda o al menos que te levantes para llevarte a un lugar seguro¡ Senjurouuuuuuuu, despierta¡¡¡ Amigo¡¡ Por Dios¡-Exclamo nuevamente la chica.

Se había encontrado con su amigo tiempo después de la selección final, para ser más precisos unos dos meses después, ambos iban rumbo a un pueblo donde habrían sucedido muchas desapariciones de cualquier clase de persona. la chica estaba emocionada sin duda, al encontrarse con un conocido. Senjurou Rengoku para ella era brillante y no de forma retórica, si no de forma literal, su cabello era vivo como las llamas y su piel brillaba cosa que le había mucho mas fácil Akira observarlo. A fin de cuentas la chica tenía un problema de visión extremadamente terrible luego de que perdió a sus padres sus ojos sufrían de cataratas, astigmatismo, miopía y un glaucoma realmente severo, provocando que solamente pudiera ver con un poco más claridad en el día y lugares con luz, pues en la noche ella era incapaz de ver algo. No había una razón lógica para todos los problemas que llegaron a ella luego de toda aquella perdida, pero, una suposición de la pilar del Insecto, Shinobu Kocho, fue que ella posiblemente hubiera generado todos aquellos problemas por estar tanto tiempo en un frio infernal y sin dormir por una semana. Por suerte la chica fue acogida y entrenada por aquella mejor pilar para tratar con personas con terrible visibilidad, el único pilar ciego.