Eijun estaba transcurriendo su día con tranquilidad y normalidad, las mismas clases, la misma rutina, nada fuera de lo normal. Hasta esa extraña alarma a la hora del almuerzo. Por alguna razón sentía que debía dirigirse al lugar del incidente, algo estaba pasando y él debía estar ahí.-Eijun espera!!- gritaba Haruichi persiguendolo, todos los semidioses griegos estaban tras de él, notaron lo extraño que se había puesto al escuchar aquella alarma y como luego de eso salía corriendo.
-Tontokawa deja de correr!!!- esta vez era Kuramochi quien trataba de detenerlo.
-Es inútil solo sigamoslo!- Yuki logró calmar a sus amigos para así concentrarse en perseguir al castaño.
Al cabo de 10 minutos corriendo Sawamura por fin había parado, justamente en frente de tres personas. Dos de ellos estaban a punto de atacar a un chico que no parecía mucho más grande que los alumnos de allí, sin pensarlo dos veces el castaño se dirigió hacia ellos alarmando aún más a sus amigos.
Los profesores no habían llegado todavía por lo que todos los presentes no sabían que hacer, solo estaban allí petrificados, fue por esa razón que Eijun se lanzó contra esos tipos con el simple objetivo de salvar a aquel chico.-Maldito fenómeno...sultame!!!- uno de ellos empujó con fuerza al ojiambar causando que se posara justamente al lado del joven herido.
-¿Qué haces idota? también te matará.- su voz era jadeante, se notaba su cansancio, además de las múltiples heridas que Sawamura podía ver en él.
-No si los detengo primero.- sonrió de lado.
Sawamura de nueva cuenta se abalanzó contra los atacantes, solo necesitaba un poco de tiempo hasta que los profesores y las autoridades se presentaran en el lugar. Las golpizas iban y venían, el más afectado era Eijun ya que esos tipos eran mucho más grandes pero aún así les daba pelea. Esas clases de defensa si que le habían servido.
-Ese idota está loco...- murmuró Kazuya, se sentía frustrado por no saber que hacer, se sentía acorralado e inservible en ese momento.
Al cabo de unos cuantos minutos Eijun se sentía cansado, sus agresores no estaban mejor que él pero aún así parecían no rendirse con la idea de acabar con sus vidas. En un último intento por proteger a aquel chico se posicionó frente a él, con su respiración agitada y su cuerpo adolorido.
-Ya basta...deja que me maten y tu solo vete. No vale la pena salvarme...-
-Todos merecen vivir, si luego de esto veo que eres un completo idiota...aún así no me arrepentiré de haberte salvarte.- el muchacho se sorprendió con las palabras del menor, ¿qué clase de persona arriesga su propia vida con tal de salvar la de un desconocido?, al parecer ese chico lo hacía.
Sawamura estaba a punto de resivir el golpe de gracia, con su espíritu de lucha intacto y su cuerpo cansado estaba dispuesto a resivir ese golpe con tal de que ese chico desconocido pudiera salvarse. Sin embargo eso nunca pasó, una segadora luz se logró ver a su alrededor, además de sentir como una extraña corriente eléctrica recorría su cuerpo. De un momento a otro aquellos tipos estaban en el suelo, desmayados y con unos extraños rayos recorriendo su cuerpo.
En ese momentos el profesorado y algunos policías llegaban al lugar donde ellos se encontraban, agotados pero a salvo.-Sawamura ¿qué fue eso?- el señor Kataoka se hacerco a los jóvenes para ayudarlos a levantarse.
-Yo...yo no lo sé.-
-¿Y tu chico quién eres y qué haces aquí?- esta vez el profesor de literatura dirigió si mirada al desconocido joven.
-Me enteré que esta escuela es para semidioses, soy uno de ellos, esos tipos por alguna razón lo descubrieron y comenzaron a perseguirme. Si no fuera por este chico de aquí...- miró a Sawamura- estaría muerto.-
ESTÁS LEYENDO
𝕯𝖎𝖔𝖘𝖊𝖘 𝕰𝖝𝖙𝖎𝖓𝖙𝖔𝖘
FanfictionLa época moderna había llegado, y con ella la extinción casi total de los hijos de Dioses. En especial de Zeus, Hades y Poseidón, debido a esto se decidió construir una institución donde los semidioses restantes podrían estar a salvo y vivir una vid...