Capítulo 7

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Pasaron los meses, las cosas parecían ir de bien a mejor, los chicos se presentaban por las noches en una pizzería para tocar covers o canciones hechos por Luzu, el castaño se había mudado a un departamento para vivir él solo pero aun así Willy lo visitaba con frecuencia. Su papá no lo había vuelto a molestar con el tema de la música pues a su parecer todo iba de acuerdo a sus órdenes.

Respecto al integrante faltante de la banda fue una gran sorpresa para él, era un chico alto, de piel morena, ojos amarillos y una sonrisa encantadoramente atractiva.

—Él es David, somos amigos desde que soy pequeño—.

—Más pequeño— bromea.

Alexby le golpea el hombro mientras los demás ríen, a su amigo le encanta ser gracioso y así era como lo quería.

—Cuidado buhito que te desplumo— amenaza.

—¿Buhito?— cuestiona Guillermo al borde de la risa.

—Chiste interno entre nosotros— explica.

El más alto fija su mirada en el albino quien se la sostiene, Willy no va a ser el que pierda en esa "batalla". Después de unos segundos el de ojos amarillos muestra una sonrisa coqueta y le extiende la mano.

—Puedes decirme Fargan ¿cuál es tu nombre guapo?— se presenta.

—Soy Guillermo y él es mi novio Luzu— responde con una sonrisa de cortesía falsa.

—No me molestaría hacer un trío— menciona.

Ambos chicos se sonrojan, el menor totalmente avergonzado y Willy sintiéndose nervioso, cosa que pasaba muy pocas veces.

Desde ese momento las cosas empezaron a ir mal... Al parecer de Luzu.

Willy duraba metido en su celular mandando mensajes por horas, casi ya no pasaban tiempo como antes y esto estaría bien pues aunque eran novios no debían pasar todo el día juntos, lo malo es que siempre prefería estar con alguien más que no era su pareja.

—¿Vamos a comer?—.

Cuestiona Luzu, acaban de salir de las clases, faltan pocas semanas para graduarse.

—Quedé con Fargan antes de ir a trabajar... ¿Pero te apetece cenar juntos?—.

—Ah... Vale— responde en un murmuro.

Luzu no era tonto, veía todas las señales, notaba como los ojos del albino se iluminaban al ver al moreno, antes pasaba al verse mutuamente, ahora le pasa con él. Esos meses que duraron así, en una relación donde quien ponía más de su parte era Luzu, pensó en muchas cosas. Había tanto en qué reflexionar.

¿Podrían volver a la bonita relación de antes? ¿Su amor no es suficiente? ¿Él todavía le ama? Willy había sido su primer amor, primera pareja, el primero en muchas experiencias y claro que su distanciamiento le dolía.

Había tardes en las que el castaño se dedicaba a leer conversación antiguas, esas donde todo parecía perfecto y añora esos días, quiere regresar en el tiempo.

Sin embargo, era buena persona... ¿No? Talvez demasiado buena para su bien. Por eso esa noche citó a su novio en su departamento, el albino creía que era una cena romántica y, a decir verdad, cuando entró por la puerta principal el ambiente era muy cursi. Velas como iluminación, flores por distintos lugares de la casa, en la mesa dos lugares servidos uno frente al otro, no pudo evitar sonrojarse por los esfuerzos de su novio.

—¿Hiciste todo esto? ¿Es una fecha especial?— cuestiona.

—Estamos juntos— sonríe —así que supongo que sí—.

Willy no reprimió sus ganas por abrazar al castaño, el menor apoyó su cabeza en el pecho ajeno disfrutando de la cercanía y se permitió oler el perfume de su pareja, siempre le había encantado el aroma de él.

Ambos comieron y charlaron, la cena transcurrió de risas y algunos besos cortos, para finalizar el encuentro terminaron acurrucados en la cama viendo una película.

—Willy—.

—Dime— respondió viendo la película.

—Puedes contestarme con total sinceridad la siguiente pregunta— pide.

El albino le dirige la mirada y al notar la seriedad de Luzu asiente, el otro suelta un suspiro antes de mantenerle la mirada.

—¿Me amas?—.

—Venga Luzu, claro que sí—.

—¿Y te gusta Fargan?—.

La pregunta toma por sorpresa a Willy, no se esperaba que metiera a su amigo en la conversación así que lo hizo tartamudear.

—N-no—.

—No me mientas por favor— súplica.

Es en ese momento, cuando ve los ojos cristalinos del menor es que lo envuelve en un abrazo y Luzu le corresponde, hace tiempo que necesitaba sentir algún tipo de seguridad y esos brazos se lo brindaban.

—Luzu yo...— calla unos segundos —perdóname—.

El castaño cierra los ojos con fuerza mientras se aferra más al abrazo, no quiere llorar frente a él pero el sentimiento de un corazón roto le duele bastante. No se compara a la tristeza que sintió cuando su mamá falleció pero igual era un dolor impresionante.

El abrazo duró muchos minutos, ambos necesitaban esa acción, muchas veces significaba cariño o apoyo, en ese caso era obstinación, ninguno se quería soltar pero sabían que tenían que hacerlo.

Es que Luzu aún tenía una pizca de ilusión por que Willy contestara con seguridad un "no", pero la verdad era que el corazón y mente de Guillermo ahora le pertenecían a alguien más y eso debía aceptarlo.

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Atte.LaDelCabelloAzul23♪

"Tiene dedicatoria" (Luzrex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora