Capitulo13

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Tomé mis cosas y me propuse a salir de allí, pero algo no me dejaba. Era como una presión en el pecho, de esas que no te dejan en paz, como si en mi interior, algo me decía que no buscara problemas y volviera con Mateo, así pareciera una maldita bipolar, bueno lo era.

igualmente seguí mi camino, lo mire y sin pronunciar una sola palabra me fui. La casa estaba sola, así que no tuve ningún inconveniente. Mi casa quedaba cerca de la de él, esa era una de las ventajas, no tendría que caminar tanto y entre menos tiempo me demorara, mejor. Al dar el primer paso, mi mente empezó a reproducir todo lo que había pasado hoy, llené mis pulmones de aire, había sido un día muy largo, pero aunque costara admitirlo, me había encantado.

No podía olvidar su mirada, estaba clavada en mi. Expresaba cosas, pero no se podían explicar, era raro. Lo raro solía asustare, pero esta vez no; esta vez me intrigaba, quería encontrarle el significado a cada una de sus caras, expresiones y miradas. Pero eso tendría que esperar, bueno o por lo menos hasta mañana, la semana apenas iniciaba. Aunque seguramente cuando lo viera, no podría pronunciar ni una palabra, y menos después de salir corriendo de su casa.

Cuando llegue toqué el timbre y al verlo quede totalmente impactada, eso era poco. Mi alma abandono mi cuerpo y se fue pa' la puta mierda, como decimos los colombianos.

Era él, en carne y hueso, con ojos, boca, nariz y orejas. Estaba parado a una distancia prudente de mi, con los ojos sorprendidos, mirándome como si no lo pudiera creer, y lo entendía, yo tampoco sabia como reaccionar en este momento.

Había esperado este momento toda mi vida. Era el momento. La verdad saldría a la luz. Mis dudas serian resueltas y el hueco en mi corazón seria llenado. Ya era hora.

-¿Me quedo aquí toda la vida o me va a dejar pasar? -dije después de tragar

-Adelante -se corrió hacia un lado. Pase evitando tocarlo, deje mi bolso en sillón y camine hasta la mesa donde estaban Mónica, Sebastián y él. Los tres me miraron, no se si esperaban que hablara, callara, sentara. Pero de lo que si estaba segura, era de que iba a sacar todo lo que llevaba adentro por años.

Siempre imagine este momento, pero nunca lo imagine así, ellos de un bando, yo del otro, sacando a Sebastián y Samuel del problema; no tenia vela en este entierro. Me había jurado a mi misma destruirlos, fuera como fuera, así como ellos hicieron conmigo desde el momento que ellos llegaron a mi vida. Lo había prometido y lo cumpliría.

-María José -habló Mónica

-¿Que? -interrumpí

-Siéntate -intervino mi hermano y obedecí de mala gana

-Escucha -habló, su voz hizo que toda la rabia en mi estallara, mis manos se cerraron formando un puño, el pequeño dolor de las uñas penetrar en mi piel llego y a medida de los segundos empezaba a ser mas fuerte, al igual que mi ira

-Al grano Luis -lo mire directamente a los ojos- ¿o prefieres papá? digo si tanto te crees uno

-Hija -estaba llorando, no habían pasado ni cinco minutos y mi segunda mamá ya lloraba

-¿Porqué? -fue lo único que llegue a decir

-Éramos muy jóvenes, apenas podíamos mantener a tu hermano. Hacía poco tu madre se había graduado, yo ya trabajaba pero no tenía buen sueldo... -empezó a explicar

-Fue complicado tu nacimiento, estuviste en la incubadora, naciste prematura. Por poco tocaba cesárea de emergencia -movía sus manos desesperadamente, su voz era entrecortada, sorbía cada pocas palabras

-¿Como explicas que naciera en Colombia? -ese fue Sebastián, ambos teníamos la misma duda, eso me agradaba, por lo menos no estaba del todo sola

-Cuando su madre quedo en embarazo ambos tomamos la decisión, empezamos a buscar fundaciones de adopción, era eso o nada

-¿Como nací en Colombia y no en Argentina? -hablé claro y fuerte

-Una de las agencias estaba allí. Yo tenia seis meses, estaba a punto de llegar a los siente. El viaje a Colombia no me acentuó bien, las embarazadas siempre corren riesgos, cuando llegamos mientras yo tomaba reposo, tu padre investigo -la mire mal por lo de padre y ella paro

-¿Entonces?

-Uno de esos días, el se había ido, y yo quería ir a dar una vuelta, Medellín es una ciudad hermosa, quería conocer mas -hizo una pausa- en un semáforo, estaba en verde, era el turno de los peatones; un señor en una moto paso y me llevo con él. Ahí naciste tú, yo casi muero, pero ambas sobrevivimos

-Bien -dije y me recompuse en la silla- ¿Eso hace cuanto fue?

-Más de 13 años -respondió Luis

-¿Cuantos años tiene Samuel? -indague

-Tiene ocho -dijo Mónica

-¿Cuantos años le llevo?

-Cinco años -respondió Sebastián

- ¿En cuanto tiempo salieron de su crisis económica?

-Al año y medio

- ¿Por qué me buscaron? ¿Acaso no iba a ser un estorbo?

-No diga eso hija -chilló mi madre

-Básicamente le dijo eso -me apoyo mi hermano

-Básicamente no, lo dijo -aclare

-Yo nunca dije que te busque, de eso repróchale a tu madre

CUATRO -Mateo Palacios y MajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora