Imagina; Tu y ese sexy rizado, gimiendo al unísono, en la cama o si lo prefieres hasta en el auto, él diciéndote lo mucho que te ama mientras se mueve más rápido
"Complaceme, pequeña"
"Consiente eso"
"Mmmh~asii"
"¿Te gusta así o más fuerte?"
~~~~~~~...
Estaba en la galería de nuestro patio que daba vista al río, mí amada novia estaba ahí, jugando con el agua, yo sonreía y reía ante esto
Luego baje la mirada al libro que tenía entre mis manos
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Miraba a mí novia debes en cuando, para ver qué este bien, y ademas, porque me gustaba la silueta que se le formaba al llevar esa bikini
Baje nuevamente mí vista al libro y al levantarla vi a mí hermosa novia viniendo a mí
—Deberias venir al agua, bebé —se paro al lado mío y tomo su toallón pasándolo por su rostro—
Yo solo reí y ella me tiró agua con sus manos
—¡Hey! —rei y ella empezó a correr— Oh no, no te vas a salvar de mí —me levanté rápido y dejé el libro en la silla para empezar a correr detrás de ella— ¡Vuelve aquí!
—¡Nunca! —los dos reíamos—
Los dos nos metimos a la casa corriendo, ella no se percató del sillón y cayó sobre él, se intento incorporar rápido pero era tarde, ya la había agarrado
—¡Te tengo!
—Oh no, ¿Ahora que haré? Soy una ladrona y merezco ir a cárcel
—Mmmh, la ladrona de mí corazón, chiquita —junte nuestros labios formando un tierno beso que atrás tenía pasión—
Ella correspondió, por supuesto. Me separé de ella y me senté poniéndola encima mío. Tome con mis manos y movi, sus caderas en mi entrepierna haciendo que sienta lo que había formado
—Mmmh~¿Michael que paso?
—Tu bikini paso, cariño. Eso paso —la bese—
Se intento apartar de encima mío pero la volví a mí
—¡Yaaa! —rio agitada—
—Noo —rei también— Mmh~
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(Imaginen)
—Esta bien, está bien —se acerco a mi oído y susurro sensualmente— Házlo, cariño
Esas palabras las tomé como un aleteo de bandera blanca, pase mis manos por su espalda y la atraje a mi para besar su cuello
*Narras tu*
Sentir sus grandes manos pasando por mi espalda casi desnuda me hacía, sin dudas algunas, estremecer. Tiro suavemente de la tira que rodeaba mí espalda y cubría mis pechos mientras me besaba el cuello, luego acaricio mí columna, de arriba abajo, con un solo dedo, con el indece para ser más exactos. Sus manos eran mí debilidad y él lo sabía, por eso me manipulaba con eso.
Bajo sus grandes manos más abajo y las metió debajo de la parte inferior, apretando mis glúteos. Yo, por mí parte, le empecé a desabotonar su camisa y a quitársela, dejé un beso humedo en su pecho y lo mire
—Te amo tanto
—Yo te amo muchísimo más, cariño —dicho esto me beso quitándome la parte de abajo, dejándome como Dios me trajo al mundo—
Beso mis pechos y dejo una que otra marca, me recostó en el sillón besándome y luego se separó mirándome
—Eres tan hermosa —bajo su cabeza entremedio de mis piernas y empezó a hacerme un oral—
Yo gemia y sentía su mirada en mí rostro, viendo cada expresión de placer que se mostraba en esta. Acaricio mi abdomen, eso me dio un poco de ternura, ya que era algo que yo le solía hacer a él
—M~ike estoy p-por... Ahh~ —no pude terminar la frase ya que al final me vine—
—¿Para que quiero tomar leche si con tus fluidos me basta? —Yo lo mire y reí por las ocurrencias de mi amorcito—
—Que extrañas ocurrencias —rei tratando de normalizar mí respiración—
—Te amo —bajo su short junto a su boxer y me miro—
—Yo igual, amor —lo mire también y me dio una pequeña corriente eléctrica al ver esos ojos marrones tan oscuros—
Metió su pene en mi interior tomando mí pierna y acariciándola mientras la ponía al costado de su cintura, su mirada tan oscura recorria mí cuerpo, desde mi feminidad a mis ojos. Yo le pedí más y él accedío, en cada embestida sentía un pequeño dolor que se hacía placentero. Nunca me había excedido y pedirle que entrará completamente porque tenía miedo, y él tampoco lo había echo, pero ahora quería ver, para todo hay una primera vez
—¿Te gusta, bebé?
—Mmh~si sigue así —dije jadeando las palabras—
Me agarre de sus brazos para empujarlo más a mí y él acaricio mí mano mientras que con la otra acariciaba mí pierna, cuando su miembro empezó a vibrar en mí interior lo saco y lo puso en mí abdomen, dónde se derramó todo su orgasmo, él mío también se hizo presente derramándose en su muslo y el sillón
—¿Me ayudas a limpiar mí amiguito?
—Claro, amor —me incorpore con cuidado y él se sentó en el sillón—
Me arrodille frente a sus piernas y tome su miembro entre mis manos, estaba caliente. La fricción de mi mano hizo que mi bello hombre sacará un dulce y suave gemido, luego pase mi lengua por toda su extremidad sacando las gotas de su semen, Michael sacaba más gemidos mientras yo lamía a su Michelito
(...)
Cuando termine de sacar todo el semen que estaba en su extremidad me incorpore y me senté en sus piernas
—¿Estás cansadita, amor? —Pregunto mientras me envolvía con sus brazos—
—Si, ¿Me puedes cantar para que pueda descansar?
—Claro, bebé —me acomodó en su pecho y me dejó un beso en la cabeza—
Empezó a cantar una dulce y melosa letra que tenía un ritmo armonioso y envolvente como las tranquilas olas del mar. Al cabo de un rato ya estaba cayendo en un sueño profundo, sentí que me cargo y caminaba conmigo, pero luego no sentí más
Amo a este hombre y jamás me arrepentiré de haberlo aceptado cuando llego a casa con esas flores de supermercado con el tallo partido a causa de sus nerviosas manos, todavía lo recuerdo como si fuera ayer...
