Kageyama Tobio creyó conocer a todas sus almas gemelas en la secundaria. Oikawa e Iwaizumi lo rechazaron, y él pensó que era una de las pocas personas que no terminaría junto a sus destinados, aunque le parecía extraño que no toda su marca se hubier...
Hola Lectores! Ya lo sé, ustedes deben estar pensando: "esta autora tiene dos historias sin terminar y ahora sube una nueva", y sí, lo estoy haciendo. Mi mayor motivación para esta historia es que creó que va a ser de pocos capítulos, y prometo que voy a actualizar pronto mis otros dos fanfics.
Espero que les guste.
Saludos.
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La gente en el mundo nace con una marca en alguna parte del cuerpo, la cual representa a su alma gemela, con quien esta destinada a pasar el resto de su vida. A más objetos o animales tenga la marca, más almas gemelas tiene la persona.
Kageyama Tobio nació con una marca que, a su parecer, era algo extraña. Tomo sentido cuando conoció a Oikawa Tooru y a Iwaizumi Hajime, sus dos almas gemelas. Para él estaba claro, una de las dos espadas que formaban una cruz en su marca, era Iwaizumi; y una de las coronas que estaban arriba de las empuñaduras de las espadas, era Oikawa. Sabía que él era la corona de la otra espada, pero ¿y la espada? Kageyama no le encontró sentido, hasta que, Tsukishima le sugirió la idea de que podría ser otra alma gemela a quien no conocía.
Kageyama, a pesar de las probabilidades, decidió creer que no había ninguna otra alma gemela. Decidió pensar que viviría solo para siempre porque sus destinados lo odiaban. Eso creyó, hasta que Sawamura Daichi decidió cambiarlo todo después de notar que él era quien faltaba. Él, era la otra espada.
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