Eternidad || SeHo

Capítulo especial 1 - Los demás

Aviso breve de nota de autora al final y próximo especial de preguntas y respuestas.

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JunHee

JunHee ve como su hermano alcanza a SeHun y se alejan caminando; sonríe.
Anda de vuelta a la fiesta, su sonrisa se transforma en un gesto cansado, peina su cabello y trata de respirar profundo para seguir con todo.

En medio del pasillo hay una rosa.

Se agacha tomándola con cuidado para evitar que se le caigan más pétalos o que sus dedos se espinen y luego la lleva a su nariz, apenas conserva su aroma, contrastando fuertemente con el sólido color lila y su suave tacto.

Se pregunta de dónde habrá salido, ninguno de sus arreglos tiene morados y sin duda ni su madre ni Tiffany lo hubieran dejado pasar de haberlo notado.

Se endereza lentamente como si tuviera miedo de caerse en cualquier momento, un miedo que no es infundado en lo absoluto, realmente no había tenido muchas oportunidades para aprender a dominar sus tacones, o lo que sea que dijo Tiffany que hiciera.

Escucha pasos y al levantar la mirada Cristián camina hacia ella con una sonrisa. Le sonríe, pero no avanza hacia él, acomoda con cuidado la rosa blancas del arreglo a su derecha; resalta bastante, pero le gusta como se ve.

—Hey... —dice él cuando llega a su lado y espera a que ella termine antes de ofrecerle un abrazo.

JunHee se deja envolver—. Hey...

Pasa sus dedos por su cabello con cuidado—. ¿Cómo salió?

—Al parecer toque fibras sensibles.

—¿En tu hermano?

—En los dos —responde con una risilla y mira a Cristián a los ojos antes de decir cómplice—. No creo que se hayan dado cuenta todavía de lo que están haciendo o lo que sienten.

—¿Tú crees? —pregunta separándose un poco con los ojos bien abiertos y con un pequeño jadeo sorprendido—. Por como se presentaron y se portaron yo creería que sí.

Niega con la cabeza y se tapa la boca escondiendo su sonrisa—. Como crees, eso solo lo hizo para molestar a mis papás.

Él se ríe un poco y JunHee se le une, pero la risa acaba tan pronto como empieza con un último suspiro de parte de ambos. 

Cristián planta un beso en su coronilla y susurra triste—. Ojalá hubiera pensado en quien lidia con ellos después.

Cierra los ojos suspirando de nuevo, no quería hablar de eso.

—Ha sido difícil para él.

Deja caer su cabeza en su cuello con un murmullo molesto—. No es como si tú la hayas tenido fácil, amor...

—¿Qué es esto? ¿Tú molestándote en mi nombre de nuevo? —ríe conmovida, haciendo menos el tema, peinando el cabello castaño de Cristián con cuidado—. Eres muy lindo, ¿sabías?

—Gracias, Hee, tú también lo eres —dice riendo también y sonrojándose, deja un beso en la base de su clavícula y sigue—: Pero es verdad lo que te digo.