Capítulo 5 - La invitación

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JunMyeon acomoda su corbata negra una vez más tratando de aflojarla, pero solo logra apretarla más y arrugar su ropa. SeHun, a pesar de sus mejores esfuerzos, suspira, el aire moviendo los mechones lacios de cabello que le encuadran el rostro, y se detiene. Es la quinta vez en los diez minutos que llevan caminando, no puede ni con los nervios de pollo de JunMyeon ni con su falta de consideración por el atuendo.

—¿Puedes dejar de hacer eso? —Quita con cuidado las manos de JunMyeon para deshacer el horrible nudo que lo ahoga—. Estás haciendo un desastre.

—¿Puedo quitármela?

El demonio levanta la mirada incrédulo, los ojos castaños de JunMyeon le suplican ayuda, brillando con las luces de la ciudad y enmarcados por finas líneas plateadas que contrastan contra la sombra lila sobre su párpado.

Niega con la cabeza—. No, le quitarías fuerza al atuendo.

Atuendo que hace unas horas accediste a vestir, piensa SeHun ahora acomodando de nuevo el pañuelo gris en el bolsillo de JunMyeon.

—Que ridículo —murmura removiendo sus mangas.

—Ridículo tú que no sabes usar corbata —responde de vuelta, dándole un toque al dorso de su mano para ajustar correctamente las mangas de la camisa debajo del saco.

—Te la cambió por tu moño.

—No seas tonto, no combina —dice y alisa las arrugas del traje para finalizar su trabajo. Retoma el paso con un tono indignado y burlón—. ¿No has visto el color de mis zapatos?

Mira el reloj en su muñeca y hace una mueca, van tarde. No le gusta llegar tarde, aunque bueno, ¿no dijo alguien alguna vez que la puntualidad es una pérdida de tiempo? Trata de no mostrar su molestia, en parte distraído pensando en la frase, ¿de dónde la había sacado? Y en otra parte, consciente de que JunMyeon no le quita los ojos de encima y mostrarse preocupado solo lo va a poner más ansioso.

Se enfoca mejor en su cabello que con el viento se le mete en los ojos, había perdido la práctica con eso del cabello largo, aunque bueno, tenerlo a los hombros no es lo más largo que lo ha tenido.

—Me siento como un perro.

—Queda con el tema de la noche —SeHun ríe un poco y se tapa la boca tratando de ocultar la risa; a JunMyeon no le hace gracia.

—Que divertido.

—Alguien está de mal humor —dice en un bufido, pero no deja de sonreír. No le gusta este JunMyeon que no le sigue las bromas y que tiene tanto de ese amarillo pesimista en el aura, necesita calmarlo—. Además, lo dices como si yo hubiera escogido tu vestuario.

—¿Y no?

—Yo solo digo que tú estuviste de acuerdo con mi sugerencia sobre que vestir —Se encoge de hombros y sonríe sin pensar por un segundo en disculparse.

JunMyeon contesta expresivo, desesperado, abanicándose con las manos—. Pero eso fue antes de caminar casi quince minutos con el calor que hace.

—Para empezar, no hace calor, JunMyeon —refuta y es verdad, el viento sopla en la ciudad y el frío empieza a sentirse conforme cae la noche—. Solo trata de relajarte, ¿sí?

—Estoy relajado —responde con un tono agudo y presionado, que SeHun imita para contestar.

—Pues entonces actúa acorde.

Rueda los ojos y se cruza de brazos—. Es fácil para ti decirlo.

—Pues sí, ellos son desconocidos para mí —dice asintiendo y sigue con un tono más amable—. Pero si te hace sentir mejor, a mí también me pondría nervioso llevarte con los míos.

Eternidad || SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora