Capitulo 5

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No había ninguna señal de Saint. Perth se sentó en su escritorio, con la cabeza hacia atrás, y abrió su mente, con la esperanza de recoger cualquier señal de si su amante aún vivía.

¿El fantasma liberaría cuando terminara? En la última semana, su gente había rastreado, literalmente, todas las calles en busca de signos de su amante. Si estuviera, en cualquier lugar de este plano de existencia, habría sido encontrado.

El Rey Zero era, de todas las cuentas, un rey justo, pero un bastardo ser sobrenatural. Un maestro de la espada y brillante estratega, que se había hecho cargo del suave estudiante de medicina que amaba, su corazón dolía, y la depresión le consumía. Sólo la idea de que él podría encontrar a Saint, hizo que levantarse de la cama valiera la pena.

—¡Lo encontramos! —Mark entró en la oficina, su cabello plateado despeinado por el viento.

—¿Saint? —Perth se puso de pie.

—No, Luka. Fue visto siendo expulsado de Blood Jumpers. Si nos damos prisa, probablemente podríamos atraparlo.

La decepción lo aplastó en su silla. Le dolía respirar.

—Oh, vamos ya déjate de tonterías —, gruñó Mark. —Si estuviera muerto lo sabrías. Ahora mueve el culo y ve a matar a tu hermano. Estas proyectando suficiente energía negativa, para causar un suicidio en masa, si no haces algo pronto. Nadie quiere venir a nuestro club, porque empiezas a llorar cuando entras en él.

—Que te jodan —, dijo Perth. —Tienes que esperar, hasta que encuentres a tu sol y luego puedes criticar.

—Diablos, ni siquiera tuviste que encontrarlo. Vino envuelto como regalo a tu puerta, como si fuera un maldito presente de cumpleaños.

—Eso no lo hace menos mío —, gruñó Perth.

—No, eso te hace un bastardo con suerte, ahogándose en la autocompasión.

Estaba fuera de su silla, con su mano alrededor de la garganta de Mark, antes de que el otro vampiro parpadeara. Le gruño a Mark y lo estrelló contra la pared.

—Si me entero que algo le ha pasado a mi amado, te voy a matar sólo por diversión.

Levantando a su amigo más cercano, por el cuello, lo arrojó al otro lado de la habitación, satisfecho con el gemido que Mark hizo cuando cayó. Enderezando su camisa, salió de la habitación. Miró hacia abajo a su ropa. Sí, el negro estaba bien, para la ejecución de su hermano.

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¡Despiértate!

Los gritos en su cabeza, hicieron a Saint sentarse. Su estómago se sacudió, y la habitación giró a su alrededor.

—¡Mierda!

—Tranquilo. — Gun envolvió un brazo de apoyo, a su alrededor.

Aspiró el olor a limpio del fae. ¿Cómo es que antes no había notado lo delicioso que el guardia olía? Al volver la cabeza, enterró su nariz en el cuello de Gun.

El fae se congeló.

—¿Q-qué estás haciendo?

—Hueles muy bien — Saint deslizó una mano por el musculoso pecho, apretándole un poco el pezón.

Caliente, duro y huele delicioso, su tipo favorito de hombre. Deslizo sus brazos alrededor del cuello de Gun.

—Bésame.

—¡Oh diablos, no! —Gritó Off.

Gun fue sujetado por detrás y arrojado lejos de Saint.

—Eso ni siquiera es divertido, Rey Zero —, dijo Off. —Aleje sus manos de Gun.

Sonne und BlutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora