Capitulo 2

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Tan pronto como salieron del club, Ángel lo abordó.

—¿Qué diablos, hombre? ¡Te traigo y tú atrapas a Perth! ¡Perth! —Él gritaba como si fuera una chica fanática de una estrella de rock y Perth era la estrella.

Saint no podía decidir si Ángel estaba contento o enojado.

—¿Eso es malo? —pregunto tentativamente.

—¿Malo? Infiernos no, eso no es malo. Es anormal. Nadie atrapa a Perth. ¡Nadie! El hombre nunca muerde al mismo donante dos veces... nunca. Tú entras y obtienes un exclusivo. ¡Un exclusivo!

Saint se encogió de hombros. No supo que decir. No era como si tuviese un talento en particular. Ser capaz de sangrar no era realmente una habilidad.

—¿Te dejaste follarte?

—¡No! —dijo Saint—. Sólo nos conocimos.

—Yo le dejé follarme —dijo Ángel con una sonrisa.

—Pensé que eras recto.

Ángel sonrió burlonamente.

—Deberías ver tu cara. Relájate campeón, no voy a saltar sobre ti, tu vampiro patearía mi culo. Y me gustan ambos. Soy bi.

—Huh...—Saint realmente no creía en personas siendo bi.

Los pocos hombres que conoció que proclamaban ser bisexuales eran realmente gay en negación. Hombres que intentaban equilibrar sus vidas teniendo la esposa tradicional y familia y seguían follando con hombres. Él no iba a compartir esa creencia con Ángel. No era nadie para hacer un problema acerca de eso.

Además, a él sólo le gustaban los hombres por lo que sólo era especulación de su parte.

—Tú eres... —Ángel preguntó, mirándolo fijamente.

—¿Soy qué?

—Bisexual.

—¡No! Sólo me gustan los hombres.

—¿Ninguna mujer en absoluto?

—Nop. Yo sólo no las encuentro atractivas.

—Huh.

Los dos hombres caminaron en silencio mientras se abrían paso de regreso al coche azul de Ángel.

—¿Cuándo conseguirás un auto?

Saint se rió.

—No puedo permitirme uno. Entre los pagos del auto, el combustible y el seguro, es más fácil caminar o tomar el autobús.

—Entonces, ¿cómo harás para venir aquí?

Saint observó a su amigo por un momento.

—¿Tú no vienes semanalmente?

Ángel negó con la cabeza.

—Vengo lunes, martes y festejo en el fin de semana.

—Algunas veces desearía tener un grado en arte, —dijo Saint, con arrepentimiento.

Desafortunadamente, sus habilidades artísticas eran nulas. Ángel sólo tenía que preocuparse por sus proyectos. Él asistía a las clases y regresaba al dormitorio, hacia cualquier mierda de dibujo y pasaba el resto de su tiempo festejando... y dejándose morder por vampiros. Ángel era un animal para las fiestas.

Su amigo se movió cuando su teléfono móvil empezó a sonar.

Ángel se desesperó al abrirlo.

Sonne und BlutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora