Capitulo 6

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Volvieron a entrar en el plano terrenal, en una calle que Saint no reconoció. Por desgracia, sí lo hizo con el vampiro que lo miraba con alegría desenfrenada.

-Oh, alguien me trajo un regalo de cumpleaños, adelantado. -Luka le dio una sonrisa maníaca. -No te preocupes, voy a enviar tu cabeza a mi hermano, para que no te olvide.

Se quedó mirando al vampiro, que ayer habría causado un tsunami de miedo sobre su cuerpo. Hoy, sin embargo, no le causaba ni una ondulación.

Tay dio un paso adelante, pero Saint tiró de él.

-No, él es el mío.

Se dirigió, hacia el vampiro.

-¿Sabes en los últimos días he estado poseído, en prisión, y en peligro de muerte? He tenido suficiente. Basta ya de intimidarme, basta de pendejos alfa tratando de decirme qué hacer, y ahora he tenido suficiente de ti.

Se detuvo frente al vampiro. Luka no había hecho más que llevar miseria a Perth y amenazar con matar a los que Saint quería. Con una frialdad que él pensaba que traería un brillo de orgullo al rey fae, sacó su espada y apuñaló al vampiro atravesando su corazón de un movimiento limpio. Con un jadeo de sorpresa, Luka cayó al suelo.

La ira lo inundó, por la ansiedad que este vampiro le había causado, por un momento pensó que sus manos se sentían calientes, pero la sensación se desvaneció.

Se encogió de hombros. Fue probablemente alguna sensación residual de su posesión.

-Buena puñalada, amor.

-¡Perth! -Girando alrededor, encontró a su vampiro, junto con dos werekin, de pie en el callejón detrás de él. Dejando caer su espada, corrió y saltó a los brazos de su amante. Envolviendo sus brazos y piernas alrededor del vampiro, él lo agarró con fuerza.

Sentir el cuerpo musculoso de Perth duro contra él, trajo todo lo bueno de volver a su mundo.

-Te extrañé mucho.

Perth envolvió sus brazos a su alrededor y lo mantuvo alzado.

-Mi sol, pensé que te había perdido.

Escuchó la alegría, en la voz de su vampiro y se dio cuenta de lo mucho que su ausencia había sacudido a su amante, normalmente implacable.

-Nunca me vas a perder, Perth. Soy como que la goma pegajosa que no se puede raspar de la suela de tu zapato, no importa lo mucho que trates.

El cuerpo de Perth se sacudió debajo de él mientras el vampiro se reía.

-Eres más que el sol que gira alrededor de mi vida, eres una estrella brillante y hermosa, que trae luz y calor a mi vida.

Levantó la cabeza, de donde la había enterrado, en el cuello de Perth.

-Eso es dulce -, ruidos de besos hicieron que volteara para ver a Krist y Singto, de pie a un lado. Los labios de Singto estaban fruncidos, haciendo los ruidos.

-No me hagas olvidarme que eres un en guerrero - dijo Perth. -Encárgate del cuerpo. Voy a llevar a mi hombre a casa y averiguar lo que ha estado haciendo.

Volvió la cabeza para presentar a Tay, pero el fae había desaparecido en la noche. Como no sentía la presencia de los fae, supuso que su escolta había regresado al rey.

Perth lo cargo fácilmente por la calle hasta que empezó a sentir tonto.

-Um, puedes bajarme ahora.

-Si insistes.

Después de un corto beso apasionado Perth lo soltó y dejó que desenvolviera sus piernas y se deslizara hacia abajo en el cuerpo de Perth.

Sonne und BlutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora