Ambos son orgullosos, nerviosos, no tienen rumbo y están solos. Pero, ¿Qué queda cuando todos los que aman los abandonan?
Mikasa tiene cuidado de tocar a Levi. Mientras que Levi tiene miedo de tocar a Mikasa. Ambos aterrorizados de que se conviertan...
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〚LEVI〛
Levi realmente olvidó cómo era la sensación de estar enfermo. Dejando de lado las heridas que había obtenido durante la guerra, en ese entonces nunca tuvo tiempo de pararse a pensar en ello y mucho menos se detuvo a arroparse con una manta solo porque se sentía enfermo y tenía fiebre.
Pero cosas como esta son curiosamente nuevas para él. La última vez que se resfrió fue cuando Kenny lo encontró en ese infierno. Ni siquiera recordaba los síntomas, por eso, al contraer ese estúpido resfriado común, todo lo que podría decir fue que se sentía raro, que tenía una jodida rana en la garganta, lo que le hace perder el apetito. Su nariz también se siente rara, de ella gotea un líquido pegajoso.
Lo que encontró realmente repugnante, incluso deseó poder quitarse la nariz. Su ojo bueno veía un poco borroso, lo que le dificultó reconocer la habitación en la que estaba ahora, lo cual puede ser algo malo porque realmente no puede recordar lo que sucedió antes de caer en un sueño profundo. .
Entonces, cuando abrió los ojos, el cuarto solo estaba iluminado por una pequeña luz amarilla, lo que le complicaba reconocer la hora. ¿Estaba realmente despierto o tal vez solo estaba soñando? No lo sabía. Cuando distinguió a alguien a su lado, escupió palabras que lo sorprendieron si mismo.
—¿Madre?
Levi estaba con alguien que pensaba, era su madre. Ella se veía igual, usando esa blusa blanca de rayas, con su flequillo barrido a un lado de su cara, tenía los ojos cerrados y se encontraba sentada en un taburete junto a él. Esa escena parecía familiar, era como uno de los pequeños recuerdos de su pasado, así que cuando extendió su mano para tocarla, estaba realmente aturdido.
—Lo siento —Dijo, retirando su mano al darse cuenta de la realidad. Por accidente perturbó el sueño de su compañera y ahora estaba despierta, dirigiéndole una mirada que no supo interpretar—. Solo pensé... que tú eras ella.
Mikasa lo acomodo en la cama, mientras le ponía una mano en la frente, comprobando su temperatura. Ella lo miró con ojos gentiles, aunque alcanzo a distinguir un toque de soledad—. Está bien, fingiré que no escuché.
Miró a su alrededor una vez más, observando la habitación recién pintada, evitando mirarla. Lo que dijo Mikasa fue lo más acertado, y él no le impedirá que simplemente haga como que no lo escuchó; sospechaba que ella casi tenía miedo de saber cosas que harían que él quisiera evitarla. Levi respiró hondo, aunque sentía su respiración realmente caliente, como si le quemara la garganta.
—Ella... —hizo una pausa, tratando de descansar un poco su espalda—. Mi madre se parecía un poco a ti... Si tuvieras los ojos más pequeños —Ahora la miró, estudiando sus expresiones, cómo pasó de triste a curiosa, de curiosa a asombrada, de asombrada a 'quiero escuchar más'.
Así que, ella asintió con la cabeza, dándole la señal de que estaba bien hablar sobre su madre, o sus padres, o cualquier persona muerta de la que ella quisiera saber.
