Velada (Parte 3)

650 35 85
                                    

Kurapika

Me sentía un poco avergonzado ahora que tenía a Kuroro aquí conmigo. Había dicho cosas que, tal vez no se las hubiera dicho de frente. ¿Dije un poco avergonzado? Desnudo era la mejor palabra para describir como me sentía, él había escuchado todo, o la mayor parte de lo que había dicho.

-¿Deberías estar descalzo?- le escuché preguntar-por cierto el vestido te luce bastante bien.

Busque dos tazas para servir el café, no solía recibir visita e Hisoka no la había considerado como una por lo que no solía preocuparme por los utensilios de cocina con lo que debería recibir a las visitas. Busque las tazas más adecuadas para eso- Bueno yo estaba descansando- respondí a su pregunta. La cafetera soltó un pitido de aviso- Oh ya está ¿tomas con azúcar?

-Así está bien- su voz se escuchó más cerca.

Saqué la cafetera y serví él café- ¿Y que tienes que decir?- pregunté- ya que te tomaste la molestia de venir después de ser dejado a la mitad de una velada- me volteé para entregarle su café. Kuroro estaba detrás mío, sus manos estaban congeladas a centímetros de mi cintura y su rostro pegado a donde antes estaba mi cuello y ahora apuntaba a mis clavículas con los labios entre abiertos.

-Uh, sí- él retrocedió tomando su taza- me gusta el café que preparas.

-¿Que estabas haciendo?- levanté una ceja- ¿y que dices sobre el café? si solo lo metí a la cafetera realmente no hago nada- tomé de mi taza y caminé de vuelta al sofá.

-Bueno tal vez la forma en que le introduces es especial porque tiene buen sabor tu café.- me siguió y se sentó frente a mí- y respecto a tu primer pregunta, yo me debilite un momento.

-¿Debilitarte?- reí- por favor- dejé la taza sobre la mesa- lo único que me faltaba él líder del Gen'ei Ryodan tiene momentos de debilidad extraños- crucé mis piernas una encima de la otra y me recargué sobre ellas, apoyando mi quijada sobre una de mis palmas.

Kuroro levanto una ceja divertido- vaya hace un momento hablabas con Hisoka bastante decepcionado y cuando me viste cambiaste por completo- también dejó su taza sobre la mesa y cruzó sus piernas formando un cuatro, sus brazos los coloco a descansar al costado del sofá dándole un toque de elegancia-quiero decir ¿te molestó que escuchará?

-Un poco- respondí de inmediato- porque ahora sabes lo que pienso y yo de ti no sé nada.

Kuroro mostró una sonrisa sobre su rostro- Kurapika tu me conoces- palmeó el sofá- antes preguntaste si te dejaría venir conmigo...

-Ya no cuenta- le interrumpí- ahora sabes que quería de respuesta.

-Veo que sigues molesto porque escuché un poco- cerró los ojos- me disculpo no volveré a escuchar tus conversaciones ajenas, incluso si estas hablando de mi- Kuroro volvió a abrir los ojos regalándome esta vez una mirada más atractiva- Kurapika mañana me iré a Liberio, salgo temprano ¿quieres acompañarme?

-¿Me estas invitando a participar en tu robo?- pregunté- ¿a mí? ¿quieres que te ayude en eso?

-No me malinterpretes ¿no fuiste tú primero quien lo sugirió?- tomó su barbilla- dijiste que quieres conocerme de nuevo ¿no es así?

-Tal vez lo dije- cogí otra vez mi taza- pero no estoy tan seguro después de todo lo que dijiste.

Kuroro soltó una risa- Pika sigues molesto- cruzó el pequeño fragmento de sala para llegar a mí- si debo arrodillarme para tener tu perdón por escuchar tu conversación, lo haré.

-No digas tonterías- lo observé arrodillarse- levántate por favor.

-Kurapika- tomó mis manos- lamento mucho lo que hice...

El renacer de nuevos sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora