El renacer de nuevos sentimientos

Limbo

Kurapika

Escuchaba sonidos bastante estridentes a mí alrededor, mis tímpanos vibraban una y otra vez con cada vibración emitida por esa fuente desconocida, un sonido agudo como un pitido, voces susurrantes inentendibles se escuchaban acercarse y alejarse de mí. Ruidos extraños de objetos metálicos cayendo, siendo arrastrados, mi mente se tornaba sinuosa y de alguna forma era capaz de ver siluetas o sombras, no estaba seguro de si tenía los ojos abiertos o cerrados, ni siquiera sabía si esto era real o no.

La sensación de frío esparciéndose sobre mi como una neblina y al mismo tiempo como un manto cubriéndome, era la sensación más extraña que podía sentir sobre mi piel, o en mis sentidos, no estaba del todo seguro de donde tenía las manos, o los pies, solo podía ser consciente de que estaba siendo expectante de un espacio mientras siluetas, ruidos y sensaciones atormentaban mi cuerpo.

Algunas risas sonaban de fondo como si se burlaran de mí, las siluetas pasaban cada vez más rápido hasta dejar de diferenciarse unas con otras, giraban a mí alrededor tan rápido que podía marearme, el frío asfixiante me consumía subiendo desde abajo hasta mi garganta, mis fosas nasales ardían como si estuviera aspirando cristales de hielo en lugar de oxígeno. Mis pulmones parecían congelarse y detenerse al mismo tiempo. Las voces se magnificaron sobre mi cabeza deformándose y volviéndose incluso más molestas, sentía morirme en este momento, pero por alguna extraña razón mi muerte era prolongada.

Entonces todo ese frío y voces resonando sobre mi cabeza se detuvieron tan suavemente que creí perder la conciencia, si es que esto era estar inconsciente claro. El malestar del mareo ocasionado por las sombras girando a mi alrededor me provocaban nauseas, pero incluso ellas parecían haber desaparecido o mejor dicho, todo a mi alrededor ahora era oscuro, no podía observar nada más allá de la oscuridad, aunque extrañamente esta oscuridad parecía una neblina, ya que lograba apreciar pequeñas siluetas como humo o neblina girando a mi alrededor de forma tranquila.

Todos los malestares parecieron esfumarse un momento, incluso los ruidos de pitidos sofocantes y molestos se habían detenido, todo estaba silencioso y en calma. Como si se hubiera detenido aquello que lo ocasionaba, mi respiración volvió a regularse y pude sentir mis pulmones expandiéndose nuevamente con cada respiración aunque algo adoloridos por el frío al que habían sido sometidos, mi vista parecía disminuir o quizás solo se trataba de un cansancio visual causando por la oscuridad a mi alrededor, que provocaba un estado somnoliento en mi persona.

Al fondo a lo lejos se escuchó un pequeño tintineo parecidos a los cascabeles, de alguna forma logre girar en el espacio donde estaba para encontrar una pequeña luz sobresaliendo de la oscuridad parecía una pequeña ventana, una silueta se acercó por ella era pequeña y de alguna forma esta silueta logre diferenciarla de las otras, era Pairo, quien me veía sonriente a través de ella, el señaló debajo de mí indicándome que viera algo. Miré hacia donde se debían encontrar mis pies para ver un fondo oscuro, como si estuviera flotando, tampoco podía ver mi cuerpo, miré nuevamente hacia la luz donde Pairo estaba, pero esta vez comenzó a cerrarse rápidamente.

Una fuerte energía me atrajo hacia abajo, provocando mi caída mientras giraba sobre mí mismo, no tenía el control sobre mí propio cuerpo y esto era realmente molesto. Las voces volvieron a escucharse susurrando cosas a mi alrededor, esta vez más tranquilas y también una nueva sensación comenzó a llenar mi cuerpo, esta vez parecida a la calidez, como si un líquido viscoso y suave atravesara mi cuerpo y me cubriera calentándome, esto era bastante tranquilizador de alguna forma, aunque no tardó en cambiar muy pronto, donde antes me recorría el líquido, comenzó a fluir una sustancia que me causaba dolor, como si mis venas y arterias fueran desintegradas con algún tipo de ácido a su paso por ellas, el dolor era tanto que podía retorcerme, pero de alguna forma, no sentía que eso sucediera, como si mi cuerpo permaneciera congelado mientras eso sucedía.