Bodegas

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Kurapika

Habían pasado ya tres horas, estaba ansioso de bajarme y comenzar a investigar todo el lugar, los planos no eran suficientes para llevar a cabo una estrategia a seguir ese día. Me recliné sobre el asiento soltando un suspiro, y miré el coche  delante nuestro, ahí iba Kuroro, Illumi y por lo que pude ver cuando nos pasaron también iba Kalluto, Bonolenov y Feitan en el.

Entonces en el coche detrás iba Nobunaga, Phinks, Machi y Shizuku. Uhm en algún punto deje de sentir odio al mencionarlos o verlos- No me había dado cuenta- cerré mis ojos y acaricié mi sien.

-¿De que?- Hisoka preguntó- ya llegamos deberías dejar de dormir.

¿Dormir? Uhm no era nada gracioso- Hisoka espero que no sigas molesto con Illumi o lo que sea que pase entre ustedes.

Hisoka me miró algo molesto- ¿Qué quieres decir? ¿es tu intento de evangelizarme Kurapika?-entrecerró los ojos.

Ya estaba otra vez con el chiste de la iglesia- Voy a hacer un análisis del lugar me gustaría que tu e Illumi me ayuden a buscar puntos ciegos que nos puedan traer problemas en la subasta.

-Bien no hay problema.-Hisoka volvió a lo suyo, disminuyó la velocidad para estacionarse.

Vaya que este lugar era bastante desértico, había un manto inmenso de Nieve recubriendo el lugar, el estacionamiento era bastante grande para entrar todos los implicados. De hecho era mucho más grande de lo que había imaginado.

La distancia entre las bodegas y el edificio de la subasta era considerablemente grande. Ahora comenzaba a llenarme la duda de si Kuroro podría completar eso solo. Era una gran carga la que le acababa de entregar...pero seguro ya tenía algo en mente, si, el era así, por eso pidió que sus arañas vinieran con él, a excepción de Franklin...me pregunto cuál será su plan.

Baje del coche y deje que Hisoka se encargará del resto, saqué las llaves del lugar. Eran varias, pero si no recordaba mal la más grande pertenecía al lugar donde se subastaría y las otras de la bodega. Quité la llave grande, las demás se las daría a Kuroro el dijo que quería ensayar como si fuera real.

-Kurapika- Kuroro se acercó a mí rápidamente, de hecho había bajado del coche a todo lo que sus pies le permitían avanzar. Casi se estrella conmigo.

-Sí- le tendí las llaves- aquí están comenzaré a recorrer el lugar Hisoka e Illumi me ayudaran tu has lo tuyo- sonreí.

-Kurapika ¿Qué paso mientras veníamos?- los ojos de Kuroro mostraban inquietud.

-Te refieres a Hisoka ¿verdad?-pregunte- nada estoy bien mira.

Kuroro tomo mi barbilla- vi que reías con él- dijo susurrando, tal vez evitando que los demás escucharan.

-¿No te parece que eres demasiado celoso?- fruncí los labios.

Kuroro desvió su atención a mis labios- solo quiero hacerle pagar y me molesta que este cerca de lo que más aprecio- sus labios se posaron sobre los míos.

Deje que nuestros labios jugaran un poco antes de recuperar el aliento- Kuroro tengo que hacer y lo sabes.

-Sí y yo- me dedicó una sonrisa- ¿dices que después te iras a la ciudad a ver a un zodiaco verdad?

-Eh sí, quiere hablar personalmente conmigo ¿también te molesta?- levante las cejas.

-No- Kuroro volvió a besarme- pero significa que no tendré de esto por unas horas ¿me dejas?- Kuroro no espero a que respondiera y volvió a besarme.

La sensación de sus labios era algo que había comenzado a gustarme, por mi mente nunca paso tener algo con alguien. Después de todo solo quería mi venganza, y aquí estaba sintiendo los labios de la persona que en algún punto llegue a odiar y ahora por una extraño motivo amaba.

El renacer de nuevos sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora