Las aventuras de Vadiky: El Mago Oscuro.

CRUEL ENCANTO

Vakin, el mago verde. Había presenciado el incendio a lo lejos camino a su destinó.
En su espalda, una cesta tejida a mano y en su interior la carga más valiosa que jamás en toda su larga vida había transportado; eso y unas semillas que crecen una vez cada 10 años en valles helado que al caerse del árbol se pudren al poco rato, fue toda una odisea esa aventura; recordo y sonrío para si mismo.

En su camino al templo se encontró con su nieta, Vadiky, su mejor amiga Liri, la chica Nami la caballera celestial, atrás de ellas un chico algo inquietante, pero al verlo a los ojos parecía confundió y perdió, y junto a él, su buen amigo Deis, Hijo del capitán de los caballeros Celestiales, un buen espadachín y por supuesto un exelente mago Elesdo.

Camino junto a ellos hasta el templo, al llegar a la puerta el Maestro Shixi  ya los estaba esperando.

- Amigo mío.- Dijo Shixi al ver a Vakin. - recibí tu mensaje, pero no pensé que estuvieras aquí tan rápido.

- Tengo mis trucos.

Shixi levanto la comisura de sus labios en forma de sonrisa. Para los demás les parecía increíble que estuviera riendo, siempre lo veían caminando por el templo con ese rostro impasible y el ceño fruncido.

- Pasa. Reuni a todos lo más rápido posible como decías en el mensaje. ¿Tan urgente es lo que nos tienes que decir? - le pregunto Shixi mientras caminaban hacia la sala donde estaban todos los demás.

Vadiky y los demás parecían intrigados, pues guardaban silencio para escuchar lo que decían estos dos. Sus miradas oscilaban de un lado a otro entre ellos para descifrar de lo que se trataba esto tan importante que tenía que decir el anciano.

-Si. -Fue lo único que dijo con una voz cargada de preocupacion

El llega ya se podían oír las voces de la gente. Vadiky reconoció algunas y otras eran totalmente nueva. ¿Acaso hay más gente que nunca he visto en el templo? Se pregunto así misma

Había mucha gente entre ellos Elesdos y los caballeros, el padre de Nami. Buteri estaba sentado cuidadosamente en la silla de lado derecho del Elesdo mayor. Guren y a su izquierda los gemelos. Feu y Fei. Todos hablaban sobre el incidente con el hijo del caballero y todo lo relacionado. La magia necrotica, el grupo de "magos oscuros" que se había formado en la oscuridad y amenazaba a todo Giama.

Su noción de tranquilidad ahora estába alterada y corriendo peligro a tal punto de haberlos agarrado con la guardia baja y eso era lo más preocupante, hasta donde habían extendido su dominó estos magos o cuántos eran, dónde estaban y como los identificarán.

Todos discutían con poder llegar a una conclusión.
Las voces cesaron al ver entrar a Shixo, Deis y Vakin. Al mismo tiempo no se percataron de Vadiky y compañía, eran irrelevantes ante sus ojos hora mismo.

-Vakin. Me alegra verte de nuevo. ¿Cómo estás? - Dijo Guren al verlo entrar.

-Cansado en verdad.

Sin decir nada más camino entre todos a paso apresurado y coloco la cesta enfrente de la mesa. Guren tocó la tapa con la palma de su mano y sonrío. La retiro con cuidado y la coloco aún lado.
De repente comenzaron a crecer flores que se desbordaban de la cesta y alrededor de ella creció un pequeño campo floral con pasto y pequeñas chispas luminosa de color amarillo que bailaban por toda la habitación. Desde dentro algo se movía, se extendía y estiraba los pequeños brazos en forma de rama liberandose del letargo del viaje. Un pequeño bostezo se extendió y todos sonrieron por lo adorable que se había escuchado, luego un capullo de rosa color rojizo emergió y comenzó abrirse lentamente soltando un aroma dulce y tentador al mismo tiempo dejando ver un rostro tan majestuoso y perpetuo, tan pequeño pero a la vez transmitía una energía real que daban ganas de arrodillarse, algunos lo hicieron sin pensarlo, otros permanecieron de pie ante ella.
La reina Driada.