HERMANOS DE ARMAS

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Giama es una gran extinción donde habitan los magos, su región vecina se llama Orlentia, lugar donde viven los humanos.

Alfeni. Es un pueblo aledaño a Giama, rodeado por grandes murallas de piedra y torres de vigilancia.
En este, hay un grupo llamado "Cazadores de Alfeni" que se encargan de tener todo bajo control, protectores de pueblos acechados por grandes bestias que invaden todo el reino y como su nombre lo indica, cazan a estas criaturas y usan sus escamas, garras y dientes para crear sus armas y armaduras.

La gente del lugar caminaba de un lado a otro haciendo sus compras e intercambios diarios, los guardias caminaban de un lado a otro en busca de algún delito.
Las puertas que daban hacia los caminos de los demás pueblos estaban siempre vigiladas por dos guardias, ya que siempre eran blancos para las criaturas del rumbo.

A lo lejos una persona venia corriendo con la camisa y pantalones manchados de un color escarlata. Gritaba por ayuda desesperadamente.

-¡Tranquilo!- Le dijo un guardia de la puerta. Estos siempre traían una capa roja ondeando sobre su espalda y una armadura plata con unas hombreras prominentes echa de las escamas de alguna criatura roja.

-¡Ya viene! ¡Ayuda!- Temblaba de terror y miraba hacia atrás cada segundo.

- Entre a la muralla y de aviso a los guardias más cercanos. -Le ordeno el otro guardia.

- Y pensar que este seria un día tranquilo.- Le dijo acomodándose el casco a su compañero de turno. El otro solo resopló al estar de acuerdo con él sacando sus espadas al unísono.

- ¿Qué crees que sea lo que viene, Eri?

- No lo se. Quizá. Un Lerizo o un Filotoro enojado por a verle dado una nalgada en el trasero.- Se bufo.

- ¿En serio tienes que hacer ese tipo de chistes en momentos así?- Le pregunto sabiendo de ante mano la respuesta.

- Denirious. Si voy a morir hoy que sea con una sonrisa.

El crujir de algo se escucho de alguna parte del bosque, a continuación una manda de Lerizos; bestias parecidas a perros, pero con garras y colmillos largos, su cresta estaba echa de una melena gruesa parecida a los erizos, estas criaturas saltaron hacia ellos como un látigo furioso. Sin tener mucho tiempo arremetieron y contra atacaron a las bestias, con éxito hicieron que retrocedieran saliendo victoriosos.

- ¿Todo esta bien?- Pregunto un hombre desde la puerta con la misma vestimenta, la única diferencia era que su armadura era de un color dorado claro.

- ¡Mi señor! - Le saludo Denirious levantando su puño al pecho.- Todo esta en orden.

-huyeron algunos, pero creó que los espantamos.- Dijo Eri colocando su espada sobre su hombro en señal de superioridad.

-No se confíen. Saben como son esas criaturas; son astutas.-Dijo colocándose entre los otros dos.

Como si los hubiera llamado, una docena de Lerizos aparecieron corriendo hacia ellos. Por alguna razón no atacaban, solo daban vueltas a su al rededor. A lo lejos otra criatura apareció, una más grande, con las garras delanteras tan largas como espadas, sus colmillos sobresalían casi hasta tocar el suelo, y sobre su cabeza una larga melena roja y negra, caminaba a cuatro patas, parecido a un gran perro; era su líder de manada. Un Keurizo.

- Esto pinta mal.- Dijo Eri mirando hacia todos lados en busca de una ruta de escape.

- Los Lerizos sin desorganizados sin su líder, si logramos llegar a el y matarlo, Podremos contraatacar.- Dijo el hombre de de armadura dorada.- Atacare a uno, ustedes llegan al Keurizo y matenlo

Las aventuras de Vadiky: El Mago Oscuro. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora