Azaleas Rosadas

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Y como ambos pensaron, no iban a estar en la fiesta de bienvenida.

Tenían sus razones bien definidas, y aunque no fuesen las mismas por mucho, estas coincidían en la poca actividad social que fomentaban la decisión de Katsuki e Izuku. Sus amigos solo podían aceptar su presencia faltante, no podrían convencerlos de salir.

Midoriya estaba algo ocupado ordenando mejor los objetos de la mudanza que habían llegado un poco más tarde, así que no estaba muy aburrido, no tanto como Kacchan, el se repetía que quería dormir, pero el estruendo de sus compañeros en la sala común y su estómago no cooperaban en lo absoluto.

El hambre invadió primero al rubio cenizo, pero gracias a las muchas personas que estaban afuera, le hizo caso omiso a los lloriqueos de su panza, esperaría hasta que todos se fuesen para asomarse y buscar alimento, bien sabía que la necesidad no le dejaría dormir.

Siendo ya la media noche, sospechó que todos estarían en sus habitaciones, sobre todo porque Aizawa-Sensei les permitió la fiesta si no sobrepasaban las once.
Así que decidió probar suerte y efectivamente, todo estaba ordenado y limpio justo como si nada hubiese pasado allí.

Suspiró sintiéndose mejor y más cómodo, caminó con tranquilidad a la cocina por algo para saciar su hambre. Supuso que no habría nada preparado, así que tomó algunos ingredientes para cocinar algunas legumbres y prepararse unos vegetales, no era estúpido, sabía que en la noche no era bueno comer carne.

Mientras picada algunas zanahorias, el recuerdo de las palabras de Kirishima resonaron en su cabeza, "¿pasar más tiempo con ellos? Que absurdo, apenas y me los aguanto..." no era cierto, ellos le agradaban, pero no serían el motivo por el cual sus flores nacieran, lo sabía perfectamente.
Sin embargo, su amigo pelirrojo parecía querer ayudarle en esa búsqueda inalcanzable, y no se rendiría tan fácil, eso lo tenía en claro.

Estaba tan entretenido en sus propios pensamientos, que no notó como una persona estaba parada en el umbral de la cocina, muy nerviosa, es un nivel del cual nadie puede entender como no huyó del sitio, probablemente por el shock.

"De todas las personas, la única que no quería ver, y tenía que ser justo ahora" Recordando que sus flores estabas recién hidratadas por el baño nocturno que acababa de tener, a lo cual, las volvía más suceptibles a crecer por cualquier pequeño estímulo. Y que estímulo, Deku sabía que sus flores estaban demasiado felices por ver a Katsuki.

Decidió pasar desapercibido intentando colarse a la alacena y tomar algo que comer e irse sin causar ninguna alegoría, así que caminó lentamente y entró sin pensarlo dos veces. Izuku estaba con el ritmo cardiaco a 130rpm por lo menos, intentó tranquilizarse por lo que respiraba un tanto seguido, pudo encontrar con la mirada una bolsa con rebanadas de pan para tostada, por lo que decidió tomar un par y salir ya de ese sitio.

Mala idea.
Justo al darse la vuelta para poder salir, se encontró cara a cara con su amigo de la infancia, quien estaba esperando a la puerta de la alacena a que su compañero saliera para tomar lo que necesitaba y seguir cocinando.
–¿Te vas a mover?– le dijo un poco cortante, tal parecía que el sueño le tenía un poco más gentil que de costumbre.

–A-ah pues verás, yo yo yo estaba por salir, no quería incomodarte así que...– Se apoyó a una de las estanterías para no sentirse tan fuera de lugar y tomar confianza, botando unas dos o tres ollas que justo estaba colocadas en ese sitio.

El de cabellos verdes se convirtió en un mar de nervios, balbuceó un poco, pero se iba moviendo lentamente hacia la entrada, demasiado lento para Katsuki, quien estaba perdiendo un poco la paciencia.

Chistó en la misma posición, pero decidió ir por el y moverlos el mismo. – Maldito Deku, ya me cortaste el rollo. – lo decía básicamente porque estaba bastante centrado en cocinar su comida, pensaba cenar tranquilamente, pero gracias al nerviosismo de su rival y todo el escándalo que siempre le acompañaba, parecía que no.

–Más te vale hacerte tus mierdas rápido.– Indignado, se dirigió a buscar el aceite de oliva.

Midoriya estaba un poco consternado por ver a Katsuki, siempre lo estaba, sobretodo porque temía que el rubio se enterase que casi el ochenta porciento de sus flores eran producto de sus miradas, quien sabe que le haría cuando lo supiera.

–Tosto un par de piezas de pan y me voy.– Murmuró buscando la tostadora. Ya en el proceso dé, se calmó un poco, miró de reojo a Kacchan, quien estaba de nuevo salteando unas verduras en la sartén, parecía delicioso lo que estaba haciendo, siempre lo parecía, supuso que era otra de las habilidades natas que poseía su amigo, ya varias veces había probado sus comidas y sabía que era por encima del promedio.

Cuando se dio cuenta que se le quedó mirando por más tiempo del que debía, se preocupó por su pan, el cual estaba bastante quemado. Suspiró cansado y decidió buscar alguna fruta para acompañarlo.

Otra vez en la alacena, ya que no estaba a la vista de Kacchan, sacó su celular y abrió la cámara frontal, buscaba con la mirada indicios de nuevas flores, y como sospechó, tenía dos nuevos capullos apunto de florecer.

Sus nervios regresaron tan pronto como se habían ido, pero no podía llamar la atención o el de ojos escarlata lo notaría de inmediato, revolvió un poco su cabello y así decidió salir con una manzana verde en su mano.

¿Dios en realidad lo escuchaba? Seriamente se lo planteó, porque apenas puso un pie fuera, su vista recayó sobre el rubio, quien estaba buscando unas especias en los gabinetes de la parte de abajo de los muebles, ¿qué tenía de malo esto? Estaba flexionado de tal manera que toda su espalda se dejaba marcar en su camiseta negra.

Esa fue la gota que derramó todos los vasos que tenía Izuku.

Y era como un avistamiento único, ya que Kacchan utilizaba ropa holgada, que su cuerpo se marcara a la ropa era extraño, básicamente, lo que presenció el de ojos esmeralda era casi imposible.

Como pensaba, sus flores no se hicieron de rogar y el mismo sentía como se sumaban más de diez nuevos brotes a sus ranúnculos.

Katsuki por su parte, ya había incluso dejado la posición anterior y estaba terminando su plato, cuando se dio la vuelta, pudo ver al peliverde en su ensoñación, parecía aturdido, y sus ojos tenían un brillo especial, que nunca antes había notado. –Hey, Nerd, cabrón.– No le preocupaba del todo, pero verle parado en medio de la cocina le estresó un poco. Con las palabras del contrario, se disculpó rápidamente y salió de allí casi corriendo.

Su enfado estaba creciendo – ¡Deku de Mierda! Sería bueno que me respondas renacuajo. – Gruñó fuertemente sin entender el motivo de la fuga, aunque sin importarle demasiado.
"Cenaré en mi cuarto" maldecía aún con  una cara de enfado muy pronunciada.

El choque con Katsuki, lo despertó un poco de la ensoñación  aunque seguía un tanto conmocionado, siempre le pasaba lo mismo, incluso a la hora de entrenar, ver al rubio ejercitando, usando su quirk, verle cuando estaba sereno, era como un hechizo para sus ojos. No entendía como su amigo de la infancia no lo había notado hasta ahora, aunque siendo Kacchan, era probable que estando en alguna pelea o al entrenar con demasiada concentración no le pusiese mayor atención

Se regañó mentalmente, tendría que trabajar para no congelarse solo porque sí. Se sentía tonto, cada vez que tenía el chance de estar junto a el, sus estómago solía darle algunas cosquillas, se perdía entre sus cabellos y le dejaba sin palabras el profundo color carmín de sus ojos. En fin, tal parecía que Deku estaba demasiado perdido por Katsuki.

–Estúpido Deku y sus actitudes de nerd extrañas.– Repitió en un murmullo, en realidad no sabía ni porqué estaba enojado, pero creía que si algún sentimiento le generaba ese chico, debía ser odio.
Siempre sintió un vacío cuando lo tenía cerca, eran ganas de vomitar en definitiva. – Que se guarde sus mierdas para él solo.– refunfuñaba metiéndose otra cucharada de lentejas a la boca. Y lo peor era que mañana tendría que aguantarlo de nuevo, y la siguiente semana, y la otra y la que seguía.

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E

spero que les esté gustando esta historia <3
Trataré de actualizar una vez a la semana (Bien saben que soy pésimo siguiendo horarios, pero lo intentaré) 

Y si tienen dudas sobre lo que llevamos de la hisotria hasta ahora, dejenlas aquí y yo las responderé todas.

Nos vemos guapishis.



Dying in flowersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora