Pov Gustabo
El auto se encontraba en marcha y poco a poco escuchaba la música de garaje central más y más lejos, hasta que llegó un punto donde no oía ningún ruido.
Estaba cagado, no tenía ni idea de quiénes eran los que estaban conmigo en el coche, ni a donde íbamos siquiera.
Tampoco sabía que es lo que diría cuando tenga que explicar que diantres hacía dentro de su maletero. Por suerte el dinero lo tenía Pogo, así que no podrían culparlo de robarles nada.
Pasaron los minutos y en mi mente se procesan un millón de excusas diferentes para salir de esta terrible situación. Hasta que simplemente perdí por completo la noción del tiempo. Incluso creo haberme dormido durante un breve momento.
Aburrido ya de tanto pensar y de estar encerrado en un lugar oscuro y pequeño, busco entre mis bolsillos algo para entretenerme. Y al tenerla entre mis manos, recordé que tenía una linterna, la cual no dudé en encender.
Aunque tampoco encontré nada del otro mundo, después de todo era un simple maletero, logré ver algo que antes no me había dado cuenta de que estaba allí. Justo debajo mía había bolsa, aplastada, pequeña y de color negro. Pensando en qué podría ser algo comestible, la abrí de un solo movimiento.
Y tenía 2 grandes noticias, 1 si era comestible lo se hallaba en su interior, pero 2, son drogas. En un pasado ya había visto este tipo de estupefacientes, más de una vez me lo habrían ofrecido e incluso, solo una vez, consumido.
Así que recapitulando: me encontraba solo, adentro de un maletero de un coche que acabo de robar, mi hermano secuestradísimo, y encima es un auto de narcotraficantes. -Estoy tan muerto.- Murmuré para mi mismo.
Ahora no solo tenía que planear un excusa para decir porque diablos estaba en su maletero, sino que tenía que inventar de que no vio la bolsa llena de droga.
-Este es mi fin, no saldré vivo de esta. Terminaré como queso suizo- Estaba asustado debido a la incertidumbre de lo que iba ocurrir conmigo, pero no me dejaría caer ante las garras del pánico.
Usé mi cabeza y aproveché la adrenalina del momento, metí mi mano adentro de la bolsa y saqué unos cuantos paquetes, para luego, guardármelos en mi chaqueta. Ya que estaba, les robaba bien, no tenía nada que perder, y si salía con vida, conseguiría buena pasta a cambio de esto. -Los paquetes pa' mi. Ahí te voy san pedro-
De pronto sentí como el coche saltaba, y cuando tocó suelo de nuevo, mi cabeza se golpeó contra el techo del maletero. Todo se había vuelto inestable, haciendo que me diera leves golpecitos por todas partes, y el sonido del motor aumentaba más y más ¿Qué estaba pasando allí fuera?
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Pov Conway
Revisamos en todos los garajes de la ciudad e incluso, le avisamos a los sheriffs para que paren a cualquier Audi blanco. Sin embargo, pocos no habían. Ya llevábamos 3 Audi , y ninguno tenía nada en su baúl.
-GUSTABOOO- Gritaba Pogo sacando la cabeza por la ventana del patrulla.
-Mete la puta cabeza- Este niño no paraba de gritar y eso me estaba estresando.
Pogo metió la cabeza y se acomodó en su asiento -Agente de mayor edad, tengo miedo. Pogo asustado-
-No temas, encontraremos a tu hermano-
El niño de la cara manchada me miró con los ojos brillosos, parecía que estaba apunto de llorar.
-Pogo no quiere quedarse solo. Pogo necesita a Gustabo-
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Los revoltosos hijos de Conway
FanfictionUna historia en donde Conway es el padre biológico de Horacio. Pero que, sin embargo, un día se encuentra con los que serían sus dos futuros hijos adoptivos, Pogo y Gustabo. Unos pobres niños sin hogar que luchan cada día por sobrevivir en la cruel...