Pov Gustabo
Horacio nos guió hacía la salida en donde estaba el yayo y otros viejos más. Apenas nos acercamos, sus miradas se dirigieron curiosamente hacia nosotros.
- ¿Por qué cojones tardaron tanto, nenitas? – Tenía un tono de voz nervioso, tal vez preocupado.
- Pogo estaba cagando- Nos excuse rápidamente. Horacio me miró confundido e iba a decir algo, pero Pogo le interrumpió.
-POGO NECESITABA HACER DEL 2- Algunos niños que estaban entrando a la escuela voltearon a vernos, unos con asco, otros muertos de risa.
El anciano suspiró, y nos hizo una seña para que saliéramos a la calle. Él se quedó diciéndoles algunas cosas a los sujetos con los que estaba, entre ellos, la única que reconocí, la maestra. Nosotros no nos quedamos a escuchar su conversación, ni a esperarle, así que le hicimos caso y obedientemente fuimos para afuera.
- ¿Van a entrar a mi escuela? - Preguntó Horacio de golpe, tomándome desprevenido.
- ¿Vamos a entrar a tu escuela? – Le devolví la pregunta confundido ¿Cómo había llegado a esa conclusión?
-Dijiste que papá estaba hablando de inscripciones con la maestra, pensé que los inscribiría a ustedes- Una sonrisa boba se asomó por su rostro mientras jugaba con sus dedos.
-Tiene sentido- ¿Ir a la escuela? Nunca había pensado en ello- ¿Tú qué opinas Pogo, te gustaría ir a la escuela? –
-Pogo dudoso, no sabe- Ninguno de los dos había estudiado nunca, aunque tampoco lo vimos algo necesario.
-La escuela es un lugar bastante aburrido, mucho texto- Dijo Horacio cruzándose de brazos.
- A POGO NO LE GUSTAN LOS TEXTOS, no sabe leer-
- ¿No sabes leer? – Mi hermano negó exageradamente con la cabeza. – ¿Y tú Gusnabo? –
- ¿Cómo que Gusnabo? - Interrumpió Pogo.
-Pues, sé un poco, lo justo y necesario para mi día a día- Horacio bajó la mirada, parecía triste, aunque no sabía el por qué.
- Muy bien nenazas, vamos al coche- En ese mismo momento apareció el súper viejo por detrás nuestra, pasando por nuestro lado y yendo hacía el vehículo.
-Pogo sigue a agente-
-Ven, vamos- Tomé la mano de Horacio y fuimos así al coche. Eso pareció animarle, ya que al subirnos estaba contento de nuevo.
-Ten Horacio- Conway abrió la guantera y sacó la última bolsa del McDonald's que quedaba y se la extendió a Horacio, quien estaba entre nosotros, en la parte trasera.
- ¡EEEH! ¡QUE FUERON A COMER SIN MI! – Exclamó Horacio indignado.
- SI, Y POGO TIENE UN PONY- Y cómo no, Pogo siempre tratando de presumir ese estúpido pony rosa, pero yo no me quedaría atrás.
- YO TAMBIÉN Y ES MÁS BONITO QUE EL SUYO- Busqué en mis bolsillos mi hermoso pony para enseñárselo a Horacio.-
-EL MIO BRILLA- Encendió sus luces y se las mostró, muy exageradamente, a Horacio.
-EL MIO VUELA- Grité mientras lo lanzaba por los aires.
Horacio se nos queda viendo durante un momento, pero al instante deja su comida a un lado y abre la bolsa desesperado, y revuelve todo en su interior. Finalmente, saca una mini bolsa de plástico que en su interior tenía un pony blanco con cabellos morado, junto a un pequeño peine.
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Los revoltosos hijos de Conway
Hayran KurguUna historia en donde Conway es el padre biológico de Horacio. Pero que, sin embargo, un día se encuentra con los que serían sus dos futuros hijos adoptivos, Pogo y Gustabo. Unos pobres niños sin hogar que luchan cada día por sobrevivir en la cruel...