Extra #12

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—Quítate la camisa—la pelirroja dijo con voz tajante, pero la pelimorada hizo lo pedido más por necesidad que obediencia.

Se alejaron unos breves segundos en los cuales Rosé se sacaba la camiseta por la cabeza y ayudaba a Jisoo a hacer lo mismo para después seguir besándose, ya las dos en sujetador. Lo siguiente fueron las manos de la pelirroja, desabrochando sus jeans torpemente y deslizándolos por las piernas de Rosé hasta dejarla libre de ellos. En cambio, la pelimorada solo tuvo que hacer un movimiento para deshacerse de la falda que cubría a Jisoo.

La pelirroja no se sentía satisfecha aún, quería sentir toda la piel de la pelimorada presionándose contra la suya. Llevó sus manos por la espalda de Rosé, saboreando la textura y llegando hasta un poco más abajo de la cadera, sintiendo la tela de las bragas, para arrimarla más cerca de ella y lograr que la pelimorada gimiera sobre su boca.

—Jisoo, espera. Jisoo—la voz de su novia logró penetrar entre sus pensamientos borrosos, pestañeó varias veces y miró los ojos oscuros de la otra.

—¿Si?—aún así, preguntó con una voz muy dulce.

Rosé se mordió el labio mientras se acomodaba mejor sobre el cuerpo de la pelirroja, quedando entre sus piernas e intentando no apoyar todo su peso sobre ella.

—¿Estás... segura?—parecía indecisa, Jisoo abrió los ojos.

—Ro, yo... claro que lo estoy. Llevamos un tiempo deseándolo—tragó fuertemente, dejándose perder en los ojos cafés y sin comprender su mirada—. Yo estoy lista ¿Pero tú... ?

—¡No! Yo quiero, claro que quiero, no pienses que no. Solo que... —ladeó la cabeza y juntó sus cejas, formando esa expresión tan adorable que tanto enamoraba a Jisoo—. Quería... quería que fuera especial, es nuestra primera vez. Ya sabes, con pétalos de rosas y velas... y una cama—comentó lentamente, dando un breve vistazo al pequeño almacén donde estaban.

Al verla afectada por un detalle tan pequeño, Jisoo sintió que se derretía de amor. Veía una gran preocupación y nervios en los ojos cafés. No podía ser posible amar a esta mujer más de lo que ya lo hacía, pero al parecer, Rosé lo había logrado.

—Amor, está bien. No tiene que ser especial... solo con que seamos tu y yo juntas, ya es perfecto para mí ¿Si?—le aseguró suavemente, dándole un besito en la nariz y logrando que Rosé suspirara, ahora más relajada.

—¿Segura? ¿No estás incomoda? Si quieres puedo estar abajo, el piso debe ser frío y duro... —siguió insistiendo, Jisoo soltó una risa tonta antes de tomar el rostro de Rosé y besarla.

-No sabes cuánto te amo, Rosé-dijo con voz risueña, dejando pequeños besitos en las mejillas de la chica.

Rosé sonrió, deslizando las tiras del sujetador por los hombros de Jisoo y abriendo el broche en la parte de la espalda, plantando un cariñoso beso en su hombro.

-No más que yo-susurró dejando sus pechos al descubierto, Jisoo no logró sentir vergüenza ya que confiaba plenamente en Jisoo y no se sentía incómoda con ella-. Eres muy hermosa, cada parte de ti lo es-la pelimorada soltó con ojos desbordando de amor.

Rosé comenzó dejando un beso en cada uno de los pequeños pero firmes pechos para después chupar un pezón, con gentileza. Jisoo enredó los dedos en el cabello de su novia, presionado la boca caliente de la chica con más fuerza contra su pecho, sintiendo su cuerpo débil cuando la pelimorada mordió el pezón con suavidad, colocando la otra mano sobre el pecho derecho para comenzar a estimularlo.

Rosé era tan amable y dulce, que la pelirroja se sentía completamente amada. La otra chica le susurraba palabras de amor, besando cada parte de su anatomía y explorando el cuerpo de la pelirroja con sus manos mientras se desnudaban entre pequeñas risas. Jisoo se dejaba ser, gimiendo el nombre de Rosé y suspirando unos silenciosos "Te amo" que no podía asegurar si la otra chica lograba escucharlos. Los dedos de la pelimorada viajando por sus piernas y los labios de Rosé besando su abdomen con lentitud. Jisoo temía correrse sin que la otra chica siquiera hubiera actuado, pero se sentía tan excitada por la voz ronca de Rosé y su simple tacto, que estaba a su merced.

⌗𝐑𝐢𝐯𝐚𝐥𝐞𝐬 ; 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora