Capítulo 22

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Septiembre

Un largo verano, sesenta y dos días en la cuales se había divertido con sus amigas, y como no, Kim Jisoo había irrumpido en sus pensamientos cada vez que podía.

Rosé había planeado olvidarla, pero, ¿cómo hacerlo? Solo podía pensar en su beso, la atormentaba todos los días y en las noches soñaba con él. Sus labios, su sabor, su tacto, todo seguía en su memoria y lo añoraba aún más, pero sus amigas siempre le recordaban que Jisoo tenía novio y que, en todo caso, estaba jugando con ella.

Rosé sabía que tenían razón, pero, la forma en que Jisoo la había besado, era diferente. Igual le alegraba que ahora su amiga Jennie no pudiese reñirla, ya que ella también estaba colada por la capitana del grupo de las plástico, Lisa.

Cuando alguna de las dos caía en depresión siempre se consolaban entre ellas. Jennie durante el verano lloró varias veces y pasó la noche en casa de Rosé, las dos juntas mirando películas románticas y comiendo helado mientras se abrazaban. Rosé amaba a Jennie y Jennie a ella, sufrir de amor por unas idiotas había fortalecido aún más su amistad. Seulgi lamentaba el momento en que sus tres amigas cayeron rendidas por unos idiotas, Joy no podía parar de hablar de Luhan tampoco. Estaban
en el carro de Dahyun, hablando tranquilamente, y listas para su primer día de clases. Jennie estaba nerviosa, pero tenía en claro que iba a ignorar rotundamente a Lisa.

—Te apuesto que al final del día, está hablando con ella—le dijo Joy a Seulgi y las dos apostaron.

—Pues perderán, no le voy a hablar. Está decidido, la superaré a como dé lugar—dijo Jennie muy decidida desde el asiento trasero, junto a Rosé, Joy estaba de copiloto con su hermana.

—Descuida, chica. Cuando tú superes a la tailandesa, será el mismo día que Rosé deje de babear por Kim—dijo alegremente Dahyun, causando las risas de su hermana y Seulgi, las otras dos no estaban muy felices.

Rosé bufó, frustrada. Ella también tenía su lucha interna, ya que después de dos meses del beso compartido con Jisoo, la iba a volver a ver. No estaba segura de sí la pelinegra actuaría como si nunca hubiese ocurrido o se vengaría de ella, haciéndole la vida imposible. Llegaron hasta el estacionamiento y se bajaron del coche. Jennie dio un portazo, aún furiosa, mientras sus amigas se reían de su reacción.

—Vamos, Jen. No te enojes—le decía Seulgi colgándose de su cuello y Jennie la ignoró.

—Rosie, ¿vamos entrando?—preguntó a su amiga con una cálida sonrisa, ignorando por completo a Seulgi, quien chillaba.

—Claro—respondió Rosé y las cinco comenzaron a caminar hasta la puerta.

Ahora, Rosé tenía dieciséis años y estaba lista para superar este año escolar, su cabello era ahora de un color rosa y le hacía lucir muy linda, pero para lo que aún no estaba preparada, era para Jisoo. Y allí estaban.

—Mierda—murmuró antes de detenerse a unos pasos de la entrada, Joy siguió sus ojos y también la vio.

—Tendrás que pasar a su lado todos modos—le dijo en un susurro mientras las cinco veían a la pelinegra.

Junto a los mesones de piedra estaba el grupo de Jisoo, allí estaba ella, hablando con una amiga y se veía increíble. Su cabello suelto y largo con algunos mechones y un lazo adornándolo, la piel un poco más clara, unos jeans de mezclilla y una camisa gris manga larga que dejaba ver su abdomen. Jisoo sonreía alegremente y la cabeza de Rosé estuvo a segundos de sufrir un cortocircuito. Estaba hermosa y Rosé sentía las piernas temblarle, la pelinegra hablaba con una amiga sentada en la mesa y parecía no haberla visto aún.

—Cierra la boca, que estas babeando—se burló Seulgi mientras Joy y Dahyun se reían.

—Cállense—les dijo, molesta, viendo como Jennie buscaba a alguien en el grupo, fue hasta donde ella y la tomó del brazo—. No la busques, Jennie. Es mejor evitarla.

⌗𝐑𝐢𝐯𝐚𝐥𝐞𝐬 ; 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora