Abrí mis ojos de golpe al sentir un sonido chillante, la alarma. Solté un gruñido y estire mi brazo para apagarla. Debí haber puesto la alarma de mi celular, al menos esa no era ensordecedora y chillante como la alarma del despertador de papá.
Me di vuelta entre las sabanas y escondí mi cara debajo de la almohada. Otra vez estaba por caer de vuelta en un profundo sueño, cuando sentí un golpe en la puerta.
Papá: Bea, es hora de despertar.-Golpeo otra vez la puerta y sentí que esta se abría.- ¿Tienes tus maletas listas? No querrás llegar tarde a tu primer día en la academia ¿o sí?-Siento sus pasos alrededor de la habitación y luego el sonido de las cortinas correrse, dejando entrar la luz del sol en la pequeña habitación.- Bea ¿Estas escuchándome?-Solté un suspiro y lance la almohada al suelo-
Bea: Solo 5 minutos más.-Conteste adormilada, sentí que la puerta se golpeó muy fuerte contra la pared y me sobre salte.-
Tom: ¡Despierta!-Grito mi pequeño hermanastro-
Papá: Yo que tú, Bea, me levantaría antes de que Adam te moje.-Abrí los ojos de golpe y me senté rápidamente en la cama para ver a Tom en pijamas y con su pistola de agua.-
Bea: No te atrevas.-Lo señale y papá soltó una risa.-
Papá: No, Tom. Lucy cambio las sabanas ayer antes de que Bea venga.-Contesto caminando hacia la puerta.- El desayuno está listo, 10 minutos abajo.-Asentí y Tom salió de la habitación. Papá cerró la puerta y volví a acostarme mirando el techo. Mi primer día en una academia, por supuesto que estaba nerviosa. Me emocionaba la idea de tener amigas y una habitación solo para nosotras. Hice las sabanas aun lado, tome mi ropa que estaba sobre una silla en una esquina de la habitación y salí de la habitación, justo cuando la puerta de enfrente de mi habitación se abrió.-
Bea: Oh, ni lo creas Adam.-El levanto la mirada. Adam era el hijo de Lucy, mi madrastra, él tenía una año más que yo y éramos prácticamente amigos. Por suerte me llevaba bien con él. El miro la puerta del baño y luego volvió a mirarme. En un movimiento rápido el salió corriendo hacia el baño.- ¡Adam!-Grite corriendo detrás de él, el entro al baño y cerró la puerta en mi cara. Genial.- Adam, abre. Llegare tarde a la academia y será tu culpa.-Sentí su risa-
Adam: Es temprano aun, ayer te deje entrar a ti primero.-Grito con su voz ronca, solté un suspiro y me apoye en la pared. Siempre sucedía lo mismo cada vez que me quedaba aquí, por suerte en casa de mamá éramos nosotras dos solas. Mi habitación tenía un baño aparte y no tenía que compartirlo con nadie. Pero aquí, tenías que tomar un número, hacer fila y esperar unas cuantas horas, creo que exagere un poco. Minutos después, fue como una eternidad, Adam salió del baño. Levante la mirada para verlo, estaba peinado, supongo. Siempre peinaba su cabello negro hacia arriba y lo llevaba un poco despeinado. Ojala fuera el, solo se pasaba la mano por él y ya está, le quedaba bien. Tenía piel blanca y unos brillantes ojos verdes. Siempre llevaba un pequeño arito negro en la oreja izquierda y casi siempre vestía de negro. Conocía su tipo, era un chico que escuchaba rock y no le importaba los demás. Cosa que Adam intentaba ser, pero se preocupaba demasiado por los demás, pero debía admitir que ese estilo quedaba bien en él.- Todo tuyo.-Sonrió y comenzó a caminar hacia su habitación. Entre al baño, más rápido que la luz, no me arriesgaría a que alguien entrara antes que yo otra vez.-
Bea: Buenos días.-Dije mientras me sentaba al lado de Tom.-
Lucy: Hola linda.-Fue la única que contesto, mire a Tom y Adam como devoraban su plato lleno de cereales. Dag, hombres. ¿No pueden comer más educadamente? Lucy dejo mi plato lleno de cereales y leche enfrente de mí y comencé a comer lentamente.- ¿Qué sucede, cariño?-Levante la mirada mientras ella se sentaba enfrente de mi-