Abrí mis ojos, la noche anterior nos habíamos quedado hasta tarde charlando y riendo con Austin mientras mirábamos dibujitos en la televisión, no me impresionaba si ya era tarde. Me sentía tan feliz de poder hacerlo sonreír. Comencé a dibujar líneas imaginarias sobre la piel del pecho de Austin, el dormía tranquilamente a mi lado rodeándome con sus brazos. Me pregunto si anoche tuvo pesadillas, no lo sabía, me había quedado dormida profundamente.
Si mi padre se enterara de esto, no es que odiara a Austin, solo que... no lose. Yo sé que él me quiere, pero vamos, tengo 17 casi 18, se lo que hago. Además solo había pasado una noche normal con Austin.
Él se movió un poco, pero aún seguía dormido. Sería mejor que le preparara el desayuno, eso lo animaría. Me moví lentamente, intentando no despertarlo, tome su manos y la coloque sobre su estómago. Me puse de pie y camine al baño, termine de lavar mi cara y ate mi cabello en un moño, estaba un poco alborotado pero quedaba lindo así.
Salí otra vez a la habitación y mire una remera negra de Austin sobre una silla, la tome sobre mis manos y rápidamente su fragancia choco contra mi nariz, su rico perfume me volvía loca. Mire a Austin dormido y luego tire de las puntas de mi remera hacia arriba, deje mi remera en la silla y me coloque la de Austin. Me quedaba un poco más arriba de las rodillas, pero me sentía a su lado y su rico perfume me rodeaba.
Narra Austin:
Hundí mi cara en mi almohada, no quería salir de la cama, pero mi estómago crujía y pedía a gritos comida. Gruñí y me senté en la cama, estire mis brazos y gire mi cuello de un lado al otro. Diablos, este me dolía, masajee un poco con mis dedos y luego me puse de pie.
Luego de cambiarme y prepararme salí de mi habitación, arrastre mis pies hacia la cocina donde estaba ella. Mire la mesa donde estaba preparado el desayuno, sonreí de lado y ella dio vuelta un huevo en la sartén.
Bea: Buenos días, Herzchen.-me acerque a ella, coloque mis manos en su cintura y bese su mejilla-
Austin: Hola... ¿Herz... que?-apoye mi mentón en su hombro y mire como cocinaba el huevo-
Bea: Herzchen, significa Corazoncito en Alemán.-reí y presione mis labios en su hombro-
Austin: Ahora sabes Alemán, estas llenas de sorpresas, Bea.
Bea: Claro que no, tu eres una caja de sorpresas, Aus.
Austin: Tienes razón.-sonreí- Mmm... me muero de hambre.-conteste tomando una tostada, pero Bea me golpeo en mi mano- Auch... ¿Por qué lo hiciste?
Bea: Modales, Austin, modales.-intente no reírme, ¿modales? Por favor.-
Austin: No me importa los modales, solo quiero comer y además para que sepas no necesito un tenedor para tomar una tostada.
Bea: Siéntate y toma los cubiertos, Austin.-la mire serio y no sé porque hice lo que ella me dijo que hiciera.-
Austin: Estúpidos modales.-murmure bajo-
Bea: Te escuche.-reí y tome una tostada con la mano, y le di un mordisco. Comí como un cerdo mientras Bea no miraba, cuando ella se daba vuelta tomaba los cubiertos y cortaba un pedazo del waffle que estaba en mi plato, termine mi tocino y seguí con mi huevo.- ¿Ves? No es difícil.-rodee los ojos-
Austin: Son las doce del mediodía, ¿se puede saber porque estamos desayunando a esta hora?
Bea: Porque alguien decidió dormirse tarde y no pusimos la alarma, ¿okay?-sonreí y corte un pedazo de waffle-
Austin: Nosotros no tenemos horarios ¿okay?-ella me miro y sonrió-
Bea: Okay, okay... respóndeme algo, Aus.
Austin: Dime.
Bea: Volverás mañana a la academia ¿no?-la mire y deje mis cubiertos en el plato-
Austin: No como más.
Bea: Respóndeme Austin.
Austin: No, no voy a volver.-ella me miro sorprendida-
Bea: ¿Qué? ¿Por qué no? Tienes que volver Austin porque si...
Austin: Conseguí trabajo.-la interrumpí-
Bea: ¿Qué? ¿Adonde?
Austin: En Carl's Jr.-levante mis hombros y una sonrisa de oreja a oreja apareció en el rostro de Bea-
Bea: Oh Austin eso es magnífico.-se puso de pie y me abrazo-
Austin: Soy mesero, trabajo de noche Lunes, Miércoles, Jueves y Viernes.-rodee su cintura con mis brazos, eche un poco mi cabeza hacia atrás para mirarla-
Bea: Me alegro de esto, Aus, pero aun así tienes que ir a la escuela, es tu último año.-rodé los ojos-
Austin: Lo sé, pero es que no... me dan ganas.-hice puchero-
Bea: No funciona eso conmigo.-sonreí- Aus, vamos es solo un año más y además nos veremos más seguido.
Austin: Maldita escuela, bien iré.-se inclinó hacia mí y beso mi mejilla-
Bea: ¿Qué vamos a hacer hoy? Podemos hacer galletas.-fruncí el ceño y arrugue mi nariz con disgusto, la cocina no es lo mío- Bien si no quieres, tú te pierdes mis galletas.
Austin: ¿Galletas? No gracias, no como porquerías.
Bea: ¿Enserio? Eres un mentiroso.-se dio vuelta y dio un paso, tome del borde de su remera, mi remera y tire de ella hacia mi.-
Austin: ¿Esta es mi remera?-no pude evitar sonreír y acababa de notar que llevaba puesta mi remera de Guns n' Roses.-
Bea: Sip.-sonrió como una niña, lo cual me hizo soltar una risa-
Austin: Te queda bien...-me detuve y levante una ceja- te queda mejor que a mi.-lleve una mano a mi pecho- No permitiré que me robes mi ropa.-ella rio y negó con la cabeza-
Bea: Estas loco y me gustas.-se dio vuelta, me puse de pie detrás de ella, ¿escuche mal o ya estoy alucinando?-
Austin: ¿Enserio? Repítelo de nuevo.-me va a dar un puto infarto en este momento-
Bea: ¿Qué? ¿Qué dije?-se dio vuelta e inclino un poco su cabeza hacia atrás para mirarme-
Austin: No te hagas, solo dilo de nuevo.
Bea: Eres un loco.-levanto sus hombros-
Austin: ¿Te gusto? ¿Lo dices enserio?-comencé a jugar con mi piercing del labio, casi siempre hacia esto cuando estaba nervioso o no sabía que decir, pero en este momento lo único que sentía era... ¿felicidad? No lose, emoción si eso, me sentía malditamente emocionado-
Bea: Si me gustas, ¿hay algún problema con eso?-la mire unos segundos fijamente, ¿Cómo podía ser que esta chica me hiciera sentir así? Se sentía tan jodidamente bien, maldita sea ella era la razón por la que me estaba sintiendo así, ahora era un chico estúpidamente enamorado de una chica completamente diferente a mí.-
Austin: No.-murmure segundos después- No hay ningún problema con eso, Bea... ¿quieres saber una cosa?-apreté y luego lambí mis labios- Tu eres la jodida razón de porque me siento así, feliz... exaltado para los cerebritos.-levante mis hombros- ¿Y sabes porque? ¿Por qué demonios me siento así?-deje de jugar con mi piercing y no pude evitar volver a morder mi labio- Porque estoy estúpidamente enamorado de ti.