Esa misma tarde, volvieron a tocar la puerta. Me senté en el sofá rezongando, ¿es que uno no puede dormir un rato tranquilamente? Abrí la puerta malhumorado, no había nadie. Maldije por lo bajo, en el momento que iba a cerrar la puerta, mi mirada se enfocó en el suelo. Había un pequeño papel, lo tome con algo de dificultad.
Lo desdoble y leí la pequeña nota "Se quién eres". Levante la mirada hacia los lados, no había nadie. Me volví cerrando la puerta y levante la mirada. Ahí estaba el, se abalanzo a mí y me tomo del cuello. Mi respiración se cortaba, no podía respirar cuando el hacía más presión en mi garganta. Todo se volvió borroso, hasta que desperté.
Me senté sobre el sofá y pase una mano sobre mi cabello. Solo fue un sueño, solo fue un sueño, pensé intentando tranquilizarme. Refregué mis ojos una y otra vez. ¿Acaso estaba asustado? Asustado de que él se enterara quien era y me matara. ¿Qué tal si él ya sabe? ¿Me matara por saber algo que el hizo? Él había quitado la vida a un hombre inocente y debía pagarlo. Vaya a saber, seguro le había quitado la vida a tantas personas inocentes, desgraciado.
La noche anterior había quedado con Alex y Chad que lo vigilaríamos, pero creo que ese plan ya concluyo para Alex. Sabía que debía alejarme, él era peligroso, demasiado. Lo único que hacía era acercarme más y más al fuego, sabiendo que en cualquier momento me quemaría.
Camine hacia la cocina y tome la bolsa de plástico de basura, comencé a recoger la basura. Limpie cada rincón de la cocina, ya no sabía qué hacer. Era tan aburrido estar en casa, mis días se basaban en comer, dormir y no hacer absolutamente nada.
Tome las puntas de la bolsa y con estas la ate en un nudo, levante la bolsa y camine hacia la puerta principal. Salí de la casa y camine hacia el tacho de basura, metí la bolsa dentro de este y la cerré con su tapa. Levante la mirada mientras limpiaba mis manos, mi mirada se dirigió hacia un Nissan Patrol Y62, por lo que sabía de autos.
La pintura negra de este brillaba, sus vidrios eran polarizados, demasiados negros diría yo. No podía distinguir si había alguien o no, no tenía matricula. El coche se mantenía quieto enfrente a mi casa, un poco más a la derecha. Mire la casa de los vecinos, no veía ningún movimiento.
Una respuesta lógica seria que los vecinos tuvieran visitas. Di media vuelta y camine hacia la puerta, eche un último vistazo hacia la Nissan. Seguía en el mismo lugar, intente mirar más allá de esos vidrios negros intentando captar algún movimiento. Nada, era inútil. Por alguna razón sentía que me observaban. Estaba enloqueciendo o realmente alguien estaba observándome. Tome la puerta y la cerré con toda mi fuerza, una pequeña grieta se abrió paso a un lado del marco de la puerta. Rodé los ojos y camine de vuelta hacia la cocina.
No podía despegar mi mirada de la ventana, aún seguía buscando explicación sobre esa Nissan que estaba estacionada frente a mi casa. Pegue un salto cuando sentí sus brazos rodearme, sabía que era ella. Despegue mi mirada de la ventana y la mire por encima de mi hombro. Ella frunció el ceño y sonrió.
Bea: ¿Qué estás viendo?-pregunto y presiono sus labios sobre mi hombro-
Austin: ¿No te parece raro? Han pasado dos días y esa camioneta no se ha movido ni siquiera un poco.-Ella miro por encima de mi hombro y levanto sus cejas-
Bea: Debe ser de los vecinos, Austin -aclaro, no me entraba esa idea en mi cabeza- ¿Por qué tanto misterio con eso?
Austin: No lo sé, le veo algo raro a eso -soltó un suspiro molesto y se alejó, tomo la cortina y cerro la ventana-
Bea: Estas enloqueciendo.-Afirmo- ¿Quieres que salgamos de aquí un rato? Veo que estar tanto en casa ya te está afectando, ya comienzas a creer que los vecinos son psicópatas -se hecho a reír, por algún motivo eso me había molestado. No estaba loco ¿o sí? Di media vuelta y camine dificultosamente hacia el sofá- Aus -me senté con cuidado sobre el sofá y me cruce de brazos- Oye, vamos no era para que te molestaras.
Austin: Si realmente crees que estoy loco ¿porque no te vas?-dirigí mi mirada hacia ella- Lo siento, realmente soy un loco, digo cosas y luego me arrepiento -camino lentamente hacia mí y se sentó a mi lado, tomo mi barbilla con su mano y giro mi cabeza hacia ella para que la mirara-
Bea: Puede que estés loco, puedes pedirme más de diez mil veces que me vaya, pero jamás me iré.- ¿Cómo hacia esta chica para arrancarme sonrisa que ni siquiera sabía que existían dentro de mí?-
Austin: ¿Tú crees que estoy loco?-murmure bajo-
Bea: Mm... tal vez un poco.-Me eche a reír, estire mi brazo y pase este por sus hombros-
Austin: Okay... ¿pero soy tu loco?
Bea: Eres mi loco, Austin.-Afirmo riendo-
Austin: Así me gusta.-dije y presione mis labios sobre su mejilla-
Holaa! Lamento no haber subido capitulo hace... no se cuanto paso, una semana? no se pero para mi pareció un año okno Aun así gracias por leer la nove! Las amo!