Capítulo 13 - Sálvame mientras puedas

220 22 40
                                    

[NEVRA]

Con un movimiento rápido agarré el cuerpo de Mystika antes de que pudiera caer al suelo. Su respiración era muy débil, así como los latidos de su corazón. Al parecer había perdido mucha sangre, si no actuaba rápido...

Tomándola por completo entre mis brazos volví a entrar en la habitación, donde Elaine miraba con sorpresa la escena, sin entender muy bien qué ocurría. Me dirigí a la cama y dejé allí a Mystika con cuidado. Estaba ansioso y preocupado, no tenía mucho tiempo antes de que la cosa fuera a peor, pero tampoco había muchas opciones y menos aún que pudieran llegar a tiempo.

Comencé a andar en pequeños círculos nervioso, junto a la cama, pasándome las manos por el pelo y la cara, frustrado, sin saber qué hacer.

Elaine: ¿Qué ocurre?

La ignoré por completo sopesando dichas opciones. Llevarla a Eweleïn era la peor opción, ella estaba durmiendo, no podría salvarla a tiempo y la solución igualmente sería una transfusión. Leiftan... no sabía dónde estaba ni si podría encontrarlo a tiempo. Sólo podía hacer una cosa y me daban igual las consecuencias, tenía que salvarla a toda costa.

Retiré uno de mis guantes por completo dejando mi antebrazo al descubierto y pegué un buen mordisco en la zona de mi muñeca.

Elaine: ¡Pero qué haces, eso está prohibido!

Nevra: Vete y no digas nada de esto a nadie.

Elaine: ¡Pero...!

Nevra: AHORA.

Escuché a la loba recoger sus cosas antes de marcharse por la puerta, puede que algo ofendida o molesta, lo que no me importaba lo más mínimo. Acerqué mi brazo a la boca de Mystika, haciendo que varias gotas cayeran sobre sus labios y se filtraran hacia dentro. Por si acaso apreté más mi brazo para que pudiera tomar más sangre.

Estaba pálida y sólo el rojo de su sangre teñía su piel con algo de color. Por suerte, al cabo de unos segundos su respiración comenzaba a normalizarse, lo que me hizo suspirar aliviado, soltando parte de la tensión de mi cuerpo. Cerré los ojos y respiré hondo varias veces mientras escuchaba a su corazón latir con un mejor ritmo.

Me levanté y tomé una toalla que mojé en una tina de agua, la escurrí y volví a la cama junto a Mystika. Fui retirando la sangre, primero de alrededor de sus ojos, luego de la zona de su boca y seguidamente fui bajando por el cuello hasta el escote. Tuve que lavar y enjuagar un par de veces la toalla y aún así seguía teniendo mucha sangre sobre la piel, en zonas a las que no iba a acceder.

Su piel volvió a tomar un color rosado. Retiré el pelo de su cara con cuidado de no despertarla, estaba seguro que iba a necesitar un buen tiempo de reposo después de lo ocurrido. Pero ella abrió los ojos, se notaba el cansancio en ellos, sin embargo su mirada era vívida, sus ojos tenían ese brillo peculiar mientras recorría mi rostro en silencio.

Finalmente sonrió levemente y volvió a dormirse. Todo su cuerpo estaba relajado y su expresión era de alivio. Había venido a buscarme a mí, a pesar de poder haber pedido ayuda a Leiftan, como ya la había ayudado la vez anterior. Al fin y al cabo se habían ido juntos. ¿Era posible que no hubieran terminado la noche el uno con el otro?

Después de taparla sin importar la sangre que aún tenía en la ropa, me volví a vestir y me acomodé en mi sofá para dormitar, aún vigilando que sus latidos y respiración no empeoraran. 

...

Podía sentir su presencia junto a mí, pero ella debía descansar... Noté como colocaba una manta sobre mí y luego retiraba el pelo de mi cara con cuidado. Abrí el ojo para observarla antes de que le diera por marcharse de allí sin hablar con ella sobre todo lo que había ocurrido.

El protector (Nevra) | ELDARYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora