El protector (Nevra) | ELDARYA

Capítulo 8 - Conociendo el Cuartel

[NEVRA]

Miiko: Enhorabuena Valkyon, tienes una nueva recluta. 

Me acerqué a Kero mirando por encima de su hombro los resultados del test. Obsidiana. ¿Cómo podía ser? 

Nevra: Tiene que estar mal...

Aunque lo dije para mí mismo y en voz baja todos me escucharon. Kero me miró un tanto ofendido y Leiftan con desaprobación.


Kero: Nunca me he equivocado con un test.

Ezarel: Pfff. 

Kero miró ahora a Ezarel, que intentaba contener la risa a duras penas. Pero antes de que nadie pudiera decir nada más al respecto, Miiko golpeó el suelo con la punta de su bastón, provocando que todos nos callásemos y nos girásemos hacia ella.
Mystika había seguido la pequeña disputa atenta. Tenía la sensación de que era ella la que nos estudiaba a nosotros. 

Miiko: Valkyon acompaña a Mystika para mostrarle el Cuartel y explícale lo que necesite saber sobre su nueva función. Mientras, acabarán de adecentar su habitación. 

Valkyon: Claro, ahora mismo. 

Valkyon le hizo un gesto a la chica para que le siguiera y ella fue tras él hasta desaparecer por las escaleras que bajaban a los pasillos del Cuartel. 

Miiko: Los demás podéis iros también, tendréis cosas que hacer. 

Asentimos y seguimos los pasos de nuestro compañero. Hubiera estado bien poder ir tras Valkyon y Mystika para comprobar que todo iba bien, pero tenía faena atrasada por haber estado varios días fuera. 

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Aún no sabía bien cómo iba a ser esto de estar en esa Guardia, pero por lo que me contó Nevra en el bosque, realmente era la que más iba conmigo: combatir con o sin armas.
Aunque apenas había tocado el tema de armas en mis entrenos, podía defenderme y era un mundo que me encantaba. Así que estaba realmente ansiosa por ver qué haría a partir de ahora. 

Mi ahora jefe era impresionante; debía medir casi dos metros y tenía una espalda tan ancha como un armario. En el gimnasio estaba acostumbrada a ver tipos con enormes músculos, pero los de Valkyon se veían naturales. Realmente la naturaleza podía esculpir un cuerpo marcado y ancho sin necesidad de suplementos ni drogas de ni ningún tipo, y sin máquinas.
Además el tono moreno cobrizo de su piel hacía que se marcaran con más precisión. Y en contraste, tenía el pelo casi blanco, pero se notaba que él era joven, quizás tenía unos pocos años más que yo. 

De repente él me miró con curiosidad. Sus ojos eran del mismo dorado que el mío, algo que no había visto antes en la Tierra. Levantó una ceja y se rio con suavidad. 

Valkyon: ¿Qué? 

Mystika: Perdona, no quería molestarte, es sólo que nunca había visto a nadie como tú. 

Valkyon: Ya imagino. Bien, pasa. 

Habíamos llegado a la entrada, la sala que tenía varias puertas, hasta quedar en frente de una. Desde fuera podía notar el calor que se desprendía de ella, como un horno encendido al máximo con la puerta abierta.