Cuarto capítulo.
Camino al infierno.
Pete caminó conteniendo las lágrimas ante la humillación que había sufrido. ¿Cómo fue tan tonto? ¿Cómo no lo vió venir? Con los ojos acuosos siguió revolviendo su mochila, se dio cuenta que no sólo le faltaba el celular, sino que había dejado los lentes en el lugar donde había sucedido el encuentro con los alfas. Lo que estaba seguro es que no volvería por ellos hasta el día siguiente, y buscaría el celular que debería estar en la oficina del entrenador.
Mientras repasaba mentalmente lo que vivió hace instantes se recriminó por ser tan ingenuo. Sin duda se había creado una fantasía donde Ae también lo amaba. ¿Cómo pudo ser tan estúpido? Sólo era un juego! Lo vieron como la mayoría de los alfas ven a los omegas, como un juguete desechable y sin valor propio. Pensó en su padre Joong, él era un alfa y siempre valoró a su papá Nine, le demostró afecto delante de todo el mundo, nunca ocultó lo que sentía, evidentemente ellos eran la excepción y no la regla.
Con el cuerpo todavía temblando golpeó la puerta de la oficina, espero segundos y volvió a golpear. Miró a los lados y no vio a nadie, y aunque sabía que debía esperar a que llegara alguien, no quería hacerlo. Necesitaba volver a la seguridad de su casa, encerrarse en su cuarto, esconderse bajo el acolchado y por fin poder derramar todas las lágrimas que se negaba a dejar salir ahora. La decisión se tomó sola, la prioridad era irse, mañana explicaría por qué entró sin autorización.
Abrió la puerta, todavía había una luz encendida que iluminaba los estantes donde el profesor generalmente dejaba los elementos de los alumnos. Observó, y a simple vista no estaba su celular. No quería pensar en el problema que sería si alguno de sus padres llamaba y no atendía, y con eso en mente decidió seguir buscando, adentrándose en un espacio contiguo donde generalmente guardaban los elementos que usaban en las clases. Ahí lo vio, sobre una de las banquetas estaba el celular y algún par de cosas más, de seguro de otros alumnos que fueron imprudentes y los usaron durante la clase, así que lo tomó y empezó a revisar las aplicaciones en busca de algún mensaje o llamada de sus padres.
El primer golpe llegó cuando estaba desprevenido, ni siquiera lo vió venir, sintió como si algo cayera sobre su cabeza, tanto que no pensó que el golpe fue intencional. Tal vez algún elemento de las repisas fue tumbado sin querer.
Miró hacia arriba.-Qué...?
No llegó a terminar de preguntar, cuando una mano tomó con fuerza el pelo de su nuca, sus ojos llorosos vieron acercarse el rostro de quien lo estaba maltratando, esa cara que conocía tan bien, alguien a quien apreciaba, en quien siempre confió.
-Shhhhhh, no quieres que te vaya peor, no?- Pete solo pudo negar con la cabeza- buen chico, ahora vamos a dar un paseo...
El omega estaba incrédulo, hace unos minutos había permanecido afuera esperando por Ae, imaginando un noviazgo que sólo se dio en su mente, y ahora estaba acá, paralizado de miedo, rogando porque alguien se diera cuenta de lo que estaba pasando. Vio antes de sentir el golpe directo a su sien, e inmediatamente su agresor le acarició el cabello:
-Shh amor, lo siento ¿sí?, tranquilo, esto lo hago por los dos, vamos a salir juntos, pero necesito que estés callado y tranquilo, no pasa nada, vamos a esperar un ratito y nos vamos ¿sí? - una cinta fue puesta en su boca y sus manos y piernas atadas.
Sus pensamientos no tenían orden, su cuerpo casi no respondía. El miedo y la impotencia se habían llevado lo mejor de él, su instinto de lucha y supervivencia. Solo atinó a pestañear con fuerza y continuamente, como si quisiera sacarse de delante la imagen que le devolvían sus ojos. Cuando sintió que su celular empezó a sonar con la melodía asignada a su papá Joong, intentó patalear, ganándose un nuevo golpe, esta vez en el estómago.
-¡Basta Pete! Que desobediente estas hoy! ¿ves lo que me haces hacer?. No hagas problema, vamos salir juntos de esta.
El celular volvió a sonar.
observó como se acercó con una capucha y la puso sobre su cabeza, sintió como lo alzaba y por el cambio de aire, lo sacó del edificio, tal vez por la puerta de emergencia de atrás, mientras seguía con sus palabras.-Me obligaste a hacer las cosas más rápido, ¿sabes?, yo te iba a esperar un tiempo más, pero no me dejaste opción.
Abrió algo y fue puesto sobre una superficie, supuso que sería una camioneta, unos segundos después sintió el movimiento que lo alejaba del instituto. Pensó en su papá Nine, en las palabras que le había dicho la noche anterior. Pensó en su padre Joong, en el abrazo y el beso que le dio en la frente antes de salir a trabajar. Lloró bajo la capucha de miedo e impotencia. Lloró por ellos. ¿Lo encontrarían? ¿Lo encontrarían vivo? Sabía de historias de omegas que desaparecían y nunca más se sabía de su existencia. ¿Él sería uno de ellos? ¿Su recuerdo se desvanecería, hasta que fuera como si nunca hubiera existido? No. Porque él era amado. Porque sus padres lo buscarían por siempre y sabía que debía sobrevivir.
No se dio cuenta que había detenido el recorrido hasta que fue arrojado contra una superficie dura, tierra que pudo sentir en sus manos y reconocer cuando le retiró la capucha.
Y desde el suelo, de rodillas en donde había caído, con la boca de su agresor a centímetros de su oído, en su mente no pudo más que rogar por ayuda, salvación y clemencia... algo que no llegaría.
Su destino estaba sellado.
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Desde el abismo♥
FanfictionTiempo atrás la vida de Pete cambió como nunca su alma de adolescente lo hubiera pensado. Cada día, él y su familia luchan para no dejar que los demonios que habitan en su mente derriben lo que han vuelto a armar luego de tanto dolor. Las cicatrice...