Capítulo 18

106 2 0
                                    

LEXA



Todo joven universitario sabe que las mejores vacaciones son las de febrero. Ir a la playa, parques, cine, centros comerciales y hasta viajar sin la necesidad de soportar estos lugares atestados de turistas, niños llorando, gritando o correteando por todo el lugar. Por ello febrero son las vacaciones que más disfrutamos y esperamos.

Llegada la segunda semana de dicho mes, hemos pasado tres días en la playa sin perder nuestras noches en fiestas, bien sean en clubes o casas, y como si eso no bastara Nel ha propuesto hacer una parrillada desde el mediodía hasta el amanecer. Y que se tome en cuenta que muy pocas veces la pelirroja realiza este tipo de eventos en su mansión por muchas razones. Por ello nos pasamos a visitar nuestras tiendas favoritas para comprar trajes de baño, ya tenemos suficientes, pero no solemos repetir los diseños a menos de que nos guste mucho.

— No vengas tú — chilla Nel — Ese me lo voy a poner, necesito combinarlo con mi panti.

— No. Nel, te dije que llevaría el sostén azul — se queja Mandy — Vas a desproporcionar mi conjunto.

— No me interesa, elige otro conjunto.

— ¡¿Qué?! Tu si eres arrecha, o sea no vas a buscar uno tú, pero me mandas...

Ruedo los ojos suspirando para volver la atención a mi teléfono, recostada en la cama de Nel aun intento pasar el frío de la ciudad que apenas está pensando en darle paso a los calorones del carnaval.

Cipriano: ¿Y quiénes van a estar?

Lexa: Mi grupo de siempre, incluyendo a tu primo.

Cipriano: ¿Va a estar él ahí? Mejor quédate en tu casa.

Con él se refiere a Alexis.

Lexa: ¡¿Qué?! Jajajaja, sí claro. Sueña alto, Cipriano.

Cipriano: ¿Cómo sabré que no estás con otro?

Lexa: ¿Cómo sé que no estás con otra?

Cipriano: Porque hasta ahora te he sido sincero, te digo dónde y cuándo voy a algún lugar.

Lexa: ¿Y por qué lo haces?

Cipriano: Porque quiero ¿no?

Lexa: Exacto, a ti te sale del corazón, y a mi no. Además, ya te dije que no somos nada como para que me estés prohibiendo qué hacer.

La riña entre Nel y Mandy toma un volumen en los gritos que no deja de perturbar, levanto la mirada encontrándolas tirar de la tela mientras se fulminan con la mirada e insultos. Ruedo los ojos dejando el teléfono en la almohada para levantarme de la cama de Nel y buscar en su escritorio el artefacto que mi mente se dibuja. Al encontrarlo me acerco a ellas que en ningún momento dejan de tirar del sostén, sin mediar palabra, corto de una pasada el sostén justo en la pequeña tira que une las dos copas, tanto la pelirroja teñida como la castaña cierran sus bocas dejando el lugar en un silencio sepulcral mientras observan la mitad de la prenda en sus manos.

— Listo. Cada una se cubre una teta y les combina con el bikini.

Sin esperar algún tipo de reacción de ambas, me pego la vuelta para agarrar los trajes de baños que compre y me aseguro de llevar mi teléfono para internarme en el baño de mi amiga.

Como todo en toda la mansión, cada lugar goza de espacios excesivamente grandes. El cuarto de Nel se puede medir con el tamaño de mi sala, sin contar el baño y el vestidor que también son unos monumentos de lugar. Por las magnitudes de la mansión y el ambiente hostil que hay entre Nel y su madre, la pelirroja muy pocas veces se queda en lo que se podría llamar su "hogar", siempre está brincando de mi casa a la de Mandy y a veces está con un chico llamado Midas, el cual no hemos tenido el agrado de conocer, es como un individuo omnipresente en la vida de mi amiga.

Elevada Tentación [SDS #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora