Capítulo 25

89 2 0
                                    


LEXA



— Chama siento que voy a derretirme. — se queja Maca abanicando su rostro con la hoja de un parcial que nos acaban de entregar.

— No sé ustedes, pero yo propongo irnos a la casa de Prince y pasar el día en la piscina. — comenta Nel.

— Ajá, pero no creo que todos estén disponibles para la tarde. — cuestiona Mandy.

— Escribiré la propuesta en el grupo y vemos que les parece — propongo mientras busco el chat en el WhatsApp.— ¡No, ya tengo demasiado calor! — gruño. Le arrebato el abanico a Mandy y comienzo a echarme aire frenética.

— Hey — se queja, pero ni se inmuta en quitármelo. Solo busca otro en su bolso y sonríe volviendo a su tarea de refrescarse.

— Este nivel de calor está perfecto para estar en la playa. — comenta Maca.

— O para echarse un buen polvo bajo la ducha.

— ¿En serio, Nel?

— Los chicos dicen que van por unas cervezas y nos vemos en la casa de Prince. — intervengo antes de que comience la tercera guerra mundial entre mis amigas.

— Bueno, voy a mí para prepararme y nos vemos en casa de Prince — Maca se levanta colgando su cartera en el antebrazo y cubriendo sus ojos con unos lentes oscuros. Con un ademan se despide de nosotras.

Junio ya nos da la primera probada de lo que nos espera en agosto, a lo que no me quejo con tanto fervor como Nel, quien literalmente mira su vaso triste donde hace una hora tenía una refrescante limonada y terminó bebiendo con todo y hielo. El punto es que esta época de calor solo significa una cosa, las vacaciones están cerca y nuestros últimos días de tortura se volverán peores a medida que transcurra el mes. El tiempo será escaso, la incertidumbre aumentará tanto como las ojeras por culpa de las noches en vela y madrugones para asistir a presentación de exámenes.

El semestre y su manera sádica de despedirse de nosotros.

Lo bueno es que después de la tormenta viene la calma ¿no? Y por ello ya estoy anhelando las vacaciones, el momento perfecto para mezclar el trabajo con el placer... refiriéndome a que los beneficios de ser modelo traen consigo viajes a maravillosos lugares y hospedajes en hoteles y posadas muy cómodas. No malinterpreten lo primero que dije, hasta ahora no está en mis planes considerar entrar a la industria de la pornografía, y menos si Nel me lo propone como la salvación a mi inminente bancarrota.

— Iré por un helado. — comento mientras saco la billetera de mi bolso.

— ¡Yo voy contigo! Quiero uno. — se anima Mandy y repite la misma acción que yo.

— Me van a dejar solita — murmura en un bajo quejido la pelirroja. Destacando que su imagen de niña buena difícilmente me llegue a conmover; como le dije una vez, su rostro destacado por unos grises ojos cargado de todas las perversidades existentes en este mundo, no la dejarán lucir tierna en ningún momento.

— Solo vamos y venimos, no tardaremos mucho.

— No, yo quiero ir con ustedes.

— Que llorona — murmura Mandy.

Le propino un codazo a la castaña a mi lado.

— Entonces de una vez nos llevamos los bolsos y vamos a mi casa a prepararnos.

Hay una buena razón para siempre encontrarnos comer el mismo sabor de helado, la mayoría del tiempo, y es que cada uno tiene un significado para nosotras. Mandy, como siempre, fangirlea con esa película Mean Girl al punto de vestirse de rosa cada 3 de octubre, pero en el caso de su sabor favorito de helado siempre la encontraras comer de fresa o yogurt de fresa ¿y eso por qué? Es rosado. En mi caso no hay mucho ritual en ello, simplemente es un capricho el que siempre elija el helado de vainilla, me gusta la vainilla y por ello hasta me perfumo de ella. Nel, qué decir, ustedes ya deberían de saber las razones por las cuales la pelirroja siempre elije chocolate y cereza para refrescarse en un día caluroso como este.

Elevada Tentación [SDS #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora