Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
Palabras: 1436.
03.- Cita a ciegas
Rose pasó la mañana con Luka, Marinette y Aria. Estar con ellos la ayudaba a distraerse y no pensar en Juleka. La pequeña había empezado a dar algunos pasos torpes e inseguros que le calentaban el corazón, le fascinaba ver cómo iba creciendo, como compartía gestos con Luka o Marinette, como se fijaba en todo lo que la rodeaba y su manera de reír. Podría pasarse el día con los tres charlando y riendo.
Rose los sentía como su propia familia. Luka era como un hermano mayor, siempre le daba consejos y la ayudaba en todo lo que podía, aunque había dejado Kitty Section para tocar a tiempo completo con Jagged Stone se había asegurado de mantenerse siempre allí para ella. Marinette había sido un gran apoyo, había estado a su lado incluso cuando ella no quería a nadie cerca, la separación de Juleka habría sido mucho peor sin ella cerca. Y la pequeña Aria que era como el sol cálido en una tarde de primavera, tan risueña y encantadora, que la hacía sonreír incluso cuando todo parecía ir a mal.
Sin duda eran su familia, una bonita, especial y cálida.
Llegó a su puesto de trabajo con una sonrisa en los labios y la sensación de que el mundo era un poco mejor que antes. Anotó quejas, programó citas y contestó algunos emails. La jornada fue tranquila, Rose agradecía aquellos días en los que el trabajo le daba una tregua a sus nervios y le permitía reordenar su espacio de trabajo. Recogió sus cosas y tomó el bolso dispuesta a volver a casa y darse un buen baño caliente.
—Rose, espera.
—¿Me he dejado algo?
—No es eso. ¿Tienes un minuto?
Rose asintió y se hizo a un lado con su compañera de trabajo, Elodie.
—Esta noche tengo una cena —explicó encendiendo un cigarrillo—. De esas un poco aburridas. La cuestión es que la persona con la que voy a verme vendrá acompañada.
—¿Y qué tiene eso que ver conmigo? —inquirió Rose.
—Es una amiga suya, está un poco triste y necesita conocer a alguien y he pensado en ti.
—Elodie, ¿una cita a ciegas?
La chica rió.
—Supongo que sí. Es que no se me ha ocurrido nadie mejor. Toca la guitarra, creo, y como tú eres cantante estoy segura de que tenéis un montón de cosas en común.
—No me gustan las citas a ciegas.
—Nadie dice que tengas que comerle la boca y empotrarla contra la puerta de los lavabos, conocer a alguien no te hará ningún daño —murmuró divertida—. Además, ¿cuánto hace que no sales?
Debía admitir que hacía bastante tiempo que su rutina se basaba en ir de casa al trabajo, del trabajo a casa y a escaparse de vez en cuando para ver a Luka, Marinette y Aria. Incluso había dejado temporalmente Kitty Section.
—A no ser que hayas decidido meterte a monja de clausura creo que te convendrá salir y airearte. Y es viernes, ¡vamos, Rose!
—De acuerdo —aceptó. Tenía que admitir que tenía razón—. Pero si no...
—Si veo que estás incómoda usaré el móvil y te llamaré por debajo de la mesa para que puedas huir, lo prometo.
—¿A qué tipo de sitio vamos a ir?
Elodie le sonrió, aplastó la colilla en el cenicero de la papelera y la lanzó adentro.
—Una crepería, esa del centro "Les 3 pommes". Algo informal, ya sabes. A las seis y media, no llegues tarde.
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And I love her
FanfictionJuleka Couffaine regresa a París después de cuatro años alejada de la capital francesa. Bajista de éxito en un grupo de rock alemán, modelo a tiempo parcial, muchos creen que lo tiene todo, pero no es así. La soledad y un reencuentro lo cambiarán to...