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Desperté primero que todos, mi estomago rugía. Los cinco días aquí comiendo muy poco ya comenzaban a pesar. Me levanté en búsqueda de cocos, bajé uno y luego me dirigí a la playa a comer y a reflexionar.

—¡Hey! —Dijo Doris sentándose a mi lado.

—Hola Dorch —La saludé y le ofrecí un poco de coco, ella negó con la cabeza.

—¿Nerviosa? —Me preguntó.

—Bastante —Suspiré —¿Y tú?

—Poquito, pero me siento muy capaz. ¿Cómo va ese tobillo?

—Bien, aunque no sé cómo reaccionaría si el juego de hoy es en un circuito.

—A ver Murillo, no te vas a ir, pase lo que pase. Yo digo que está entre Shira y Daphne, no han dado muchos puntos y son problemáticas.

—Anto también es problemática —Le dije sin pensar.

—Pero nada más contigo —Rió —Deberían hablarlo o van a terminar afectando al equipo.

—Es que yo no le hice nada, Doris, no entiendo su comportamiento.

—Eso díselo a ella, no a mí —Se encogió de hombros —¿Crees que haya hombres sentenciados?

—Yo digo que sí, debe ser equitativo —Respondí —Pero quién sabe, cualquier cosa puede pasar.

—¿Tú quién preferirías que se fuera? —Me preguntó directa, yo me tensé y no respondí nada. Ante mi silencio, ella volvió a hablar —Yo con que te quedes tú, Ernesto y Pascal soy feliz, son los que mejor me caen.

—Gracias, a mí tampoco me gustaría que saliera uno de nosotros cuatro, en especial Pascal —Solté, Doris arqueó una ceja.

—¿Te gusta?

—¿Qué? ¿Cómo se te ocurre, Dorch? Por supuesto que no, además ni lo conozco. Yo decía porque es muy buen capitán, siempre tiene las palabras correctas. No me gusta —Expliqué.

—¿Me estás intentando convencer a mí o a ti misma? —Preguntó con una sonrisa, yo le aventé un pedacito de coco como respuesta.

—Sólo lo decía por su papel como capitán, en serio —Aseguré.

—Pues Nano también es capitán y no te veo echándole flores —Me dijo en tono de burla, antes de poder contestarle escuchamos pasos.

—¡Doris, aquí estas! Te está buscando Anto, creo que quiere que le prestes una sudadera o algo así —Dijo Pascal llegando hacia donde estábamos —Ah, hola Sol, no te había visto.

—Hablando del rey de Roma —Dijo Doris y por un momento quise que la tierra me tragara.

—¿Ah si? ¿De qué hablaban? —Preguntó Pascal interesado.

—Que te cuente Sol, yo voy a ver qué quiere Anto —Dijo antes de lanzarme una mirada burlona y retirarse.

—¿Qué pasó, niña? —Preguntó Nadaud mientras se sentaba en la arena a mi lado.

—Nada, estábamos hablando de que estoy nerviosa por la eliminación, pero me siento motivada por las palabras que nos han dado Nano y tú, son muy buenos capitanes —Dije intentando sonar convincente, él asintió.

—Pues gracias, se hace lo que se puede.

—Sí, eso era todo, bueno regresemos al campamento —Le dije intentando levantarme, pero él tomó mi mano impidiéndomelo.

—Sol, espera.

—¿Sí? —Dije volviendo mi vista hacia los ojos del hombre que tenía a mi lado.

𝘾𝙝𝙖𝙣𝙜𝙚 𝙢𝙮 𝙢𝙞𝙣𝙙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora