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Abrí mis ojos y me hice consciente de la realidad. Hoy sería el día, hoy mi equipo y yo iríamos a la arena. Poco a poco el resto del equipo fue despertando, luego llegaron integrantes de la producción a darnos nuestro desayuno: un plato de arroz. Nadie habló sobre la eliminación. Una vez que todos desayunamos, nos comenzamos a alistar y la camioneta llegó por nosotros.

Como ya era costumbre, me senté con Manoly. Hablamos de cosas sin importancia y finalmente llegamos a la arena, era una especie de salón y había una banca para sentarnos. Enfrente se encontraba Rosique, quien nos ordenó sentarnos del lado derecho, mientras que Pascal y Antonieta se tendrían que sentar en el lado izquierdo.

Quedamos en este orden: Antonieta, Pascal, Ernesto, yo, Manoly, Nano, Daphne, Shira, Alberto y Doris.

—Contendientes, bienvenidos a la arena —Dijo Rosique dando inicio a la ceremonia —Aunque no lo parezca, éste también es un espacio de competencia. Aquí la competencia es mental, es tan feroz como allá afuera pero en otro plano, aquí se compite por la estrategia, aquí también se ve quién es el más fuerte, el más inteligente, y quién es capaz de trazar un rumbo ganador en esta competición. A pesar de su esfuerzo, a pesar del coraje que han mostrado, a pesar del espíritu de equipo, si están aquí es porque perdieron la batalla fundamental de la semana: la batalla por la inmunidad. Han hecho un gran esfuerzo y se los he reconocido a lo largo de los días; sin embargo, aquí ustedes mismos van a sentenciar a tres de sus compañeros y muy pronto uno de ustedes será eliminado del exatlón. El exatlón no solamente premia el esfuerzo colectivo, sino también los puntos individuales, y tú Antonieta, has sido la líder por lo que tienes inmunidad, hoy nadie te puede sentenciar, y además tienes otro poder que debes ejercer con mucha responsabilidad e inteligencia, el poder de salvar a tres de tus compañeros. Pascal, tuviste una semana complicada, sin embargo te entregaste al 100% en la prueba individual, esa victoria te otorga la posibilidad de salvarte a ti y a dos de tus compañeros.

Luego, Rosique procedió a preguntarnos individualmente por qué creíamos que Antonieta o Pascal deberían de salvarnos. Cuando llegó mi turno, respondí que no quería interferir en los pensamientos que ellos ya tenían, que confiaba en que tomarían la decisión correcta para el equipo y yo iba a respetar cualquiera que fuera su decisión.

Honestamente, no pensaba que fuera a ser salvada por uno de ellos. Antonieta no me salvaría ni de chiste, y Pascal como capitán del equipo seguramente salvaría a los que más puntos dieron durante la semana.

—Antonieta, llegó el momento de tomar la primera decisión, me vas a dar el nombre del primer compañero o compañera que vas a salvar —Le dijo Rosique, Anto asintió.

—La primer persona que decido salvar este día es Doris —Dijo Antonieta.

—¿Por qué has decidido salvar a Doris? —Preguntó Rosique.

—Doris a lo largo de estos días ha mostrado su entrega y compromiso con el equipo, con querer estar aquí. Ella aporta en la cancha y en la casa todo lo que está en ella, le hace bien al equipo y considero que es un buen elemento.

—Doris, te acaba de salvar Antonieta. Seguirás compitiendo una semana más —Dijo Rosique y posó su mirada ahora en Pascal —Pascal, ha llegado la hora de que me digas tu primer nombre, tienes la oportunidad de salvar al primero de dos de tus compañeros. ¿A quién vas a salvar?

—Mi primer salvado va a ser Ernesto —Contestó Pascal sin mostrar alguna emoción.

—¿Por qué has salvado a Ernesto? —Preguntó Rosique.

—Porque a lo largo de los días nos hemos dado cuenta que el desempeño físico influye mucho, pero el verdadero reto es la casa. Y Ernesto es de las personas por las cuales hemos subsistido estos días, se ha encargado de darnos comida y de ser responsable, quiero llegar al final de esta prueba con él.

𝘾𝙝𝙖𝙣𝙜𝙚 𝙢𝙮 𝙢𝙞𝙣𝙙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora