Una mañana tranquila, el acogedor sonido de las olas chocando contras las rocas, hoy habría un agradable clima, perfecto para ir a pescar
El de cabellos granate hizo algo que, desde que podía recordar, jamás había hecho; levantarse temprano y preparar el desayuno para él y la pequeña albina de puntas mentas, cuya está última seguía absorta en el mundo de los sueños. Ayer en la noche, durante la riña que tuvieron, llegó a la conclusión de que jamás lograría convencer a la oji rubí para dejarle participar en el "concurso" que estaba en boca de todos ahora mismo, al ser altamente peligroso y por demás "estúpido" a los ojos de cualquiera con más de tres neuronas, afortunadamente no contaba entre ese grupo de personas
— Lo siento mucho... Nene-chan...
Susurro por bajo, cerrando así la puerta de su pequeño hogar, dejando a su querida hermanita menor sola. Su consciencia le hacía una mala jugada ante esto, advirtiéndole sobre el odio que podría sentir la fémina hacia su persona ante tal acto inmaduro, pero aún así trataba de dejar esos negativos pensamientos de lado con otras cuestiones de mayor importancia para ese día
— “Debería buscar algún ayudante”
Se dijo. Nunca había pensado en contratar a alguien para que le ayudará con su trabajo, pues esto conllevaba muchas diligencias y por sobre todo; tener que compartir las ganancias con esa persona, pero esta no se trataba de una "simple pesca" y lo sabía, por ello, tener apoyo no estaría demás
Decidido, y tratando me mantener el optimismo por los cielos se dirigió al poblado, con suerte encontraría alguien y sino entraría al mar de todas formas, quien sabe cuanto se tardaría en llegar a casa esa tarde, o noche— Cuando decían que todo el reino estaba involucrado en esto... no estaban exagerando...
Susurro para sí mismo, mirando las tiendas de pesca estaban llenas siendo básicamente saqueadas en todo lo que tenían; redes, cañas, guantes, en fin, todo lo que pudiesen llegar literalmente. Nobles y caballeros habían llegado solo por tal anuncio y, para su propio ver, él era el más miserable de todos, pues comparados con aquellos sofisticados equipos, su armamento de pesca que solo constaba de una mochila con medidas provisiones, un par redes recién reparadas, su viejo arpón, dos cañas de pescar por si perdía una y finalmente una caja de anzuelos con menos de once anzuelos en ella junto a dos botes de carnada... le hacían sentirse "pequeño"
— D-Disculpe ¿Podría unirme a su-...?
— ¡¿Ah?! ¡¿Qué hace este mocoso aquí?! ¡Lárgate!
— ¡S-Si, señor! ¡Lo siento señor...!
Se alejo, con este ya era el tercer capitán que lo rechazaba para unirse a tu tripulación. Resignado, solo le tocó suspirar hondo, ya había pasado bastante rato y al final no había conseguido a nadie, para colmo, su propia mente empezaba a darle mil razones válidas por las que debería dejar esa estupidez de lado y regresar a casa
ESTÁS LEYENDO
◤ѕςαℓєѕ σf ℓσνє◢ ℕ𝕒𝕥𝕤𝕦𝕂𝕒𝕤𝕒
Fanfic『 ∂εsεσ qυε ηυεsтяσ αмσя sεα cσмσ εℓ мαя qυε vεαмσs sυ ρяιηcιρισ, ρεяσ ηυηcα sυ ғιηαℓ 』