Ya era de día, más el sol no había salido, tal parecía que estaba por llover, por lo que nadie saldría a pescar seguramente, sin embargo, él se encontraba en el muelle, había ido a escondidas de su hermana menor de la que recibirá regaño seguro al regresar, pero por ahora solo se dedica a mirar el agua y jugar a hacer ondas con su anzuelo
Había perdido el amor y el sentido por pesca
— ¡Oye! ¡Tú! ¡Coral de tierra!
Escucho que gritaron, no le tomo importancia porque seguramente no era con él, pero no fue hasta que una lata de cerveza cayó sobre la cabeza que, al levantarla, se encontró con aquel capitán del que había salvado a su único "aprendiz" la otra ocasión; parecía que su navío estaba por zarpar
— Pareces desanimado grumete ¿Qué? ¿También tienes la depresión de la sirena?
No le respondió. Sea cual sea tal cosa duda tenerla, porque dejo escapar a dicha criatura del diablo debido a su incompetencia y corazón blando... no puede dejar de reprocharse por eso ni aunque él piense que es molesto
— Escucha niño, veo que has sobrevivido hasta ahora, significa que mínimo sabes pescar sardinas. Ven con nosotros, iremos a alta mar para encontrar a esa maldita sirena, todo el mundo está encerrado porque el día es nublado y eso nos dará la ventaja para encontrar a esa estúpida rémora mitad humana
— “No, no lo hará; ellas sólo aparecen en las costas a media noche”
Noto como el barco paró su curso para así dejarle subir al lanzarle un tablón, se levantó y miró hacia atrás unos momentos; disculpándose con Nene por tener un hermano mayor tan estúpido como él
De esa manera, zarpó en el barco ajeno
— Bien, esto es lo que haremos. Hay una brecha de corales en el sur del país, dicen que son aguas turbulentas, pero el día está tranquilo así que no debe haber problemas
Escuchaba las órdenes de su capitán, más su inexpresivo rostro simplemente denotaba desinterés de su parte, aunque realmente debía sentirse emocionado pues en su mísera lancha jamás podría llegar tan lejos como en un velero o un navío como este. Una vez que todos se pusieron de acuerdo le enviaron a desenredar las redes con un par de hombres más, quienes se quejaban de tal labor
— ¿No te parece injusto? El capitán no nos respeta
— Nadie respeta a los grumetes ni a los nuevos, deja de quejarte que ni el nuevo lo hace
La conversación le daba igual, no esta de humor para hablar con nadie, pero en eso, ese sujeto que tanto se quejaba, sacó de su chaqueta una botella empezando a beberla, ganándose un regaño del otro marino
— Oye, no tenemos permitido beber alcohol en horas de trabajo
— ¡Bah! ¡¿Y a quién le importa?! Gracias a esta basura de búsqueda muchos de los locales en el mercado han cerrado debido a las pérdidas mientras que los de la realeza están felices nadando entre lujos, al menos nosotros también debemos tener un que otro lujo ¿No?
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◤ѕςαℓєѕ σf ℓσνє◢ ℕ𝕒𝕥𝕤𝕦𝕂𝕒𝕤𝕒
Fanfiction『 ∂εsεσ qυε ηυεsтяσ αмσя sεα cσмσ εℓ мαя qυε vεαмσs sυ ρяιηcιρισ, ρεяσ ηυηcα sυ ғιηαℓ 』