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— Hablando del rey de roma.

El tono simpatico de Bin fue acompañado del sonido de la campanilla del local y Minho se paralizó, no sabía como debía actuar, tenía miedo, nunca había sido alguien cobarde pero el desconocido pegó su mirada en él y no era capáz de devolverla, era tal vez que los tatuajes en sus brazos resaltaban o lo anchos de los mismos, de un golpe podría mandarlo a volar de eso estaba seguro. — Minho, él es Chan.

Maldijo internamente a seungmin pero con el mentón en alto miró al pelinegro frente suya, era de su altura, ojos pequeños, labios gruesos y nariz un poco ancha, el poleron negro que llevaba tenía las mangas subidas y todo lo que minho podía ver eran aplios tatuajes alrededor de ellos, probablemente era por su inexperiencia en ellos pero deseaba tocarlos, incluso la tinta se expandía en su cuello, ¿no debió ser muy doloroso? un escalofrio recorrió su cuerpo al imaginarlo.

el chico también le miraba, de arriba a abajo y con mucho menos criterio de lo que él lo hizo, su ceja alzada le hacía saber que le estaba juzgando.— ¿y quién se supone que es? no es de acá.

quizó hacer una mueca porque fallo en su intento de elección de ropa pero dejo a changbin responder.— Trabajara en recepción.

Quizó reir y no pudo evitar una pequeña mueca en sus labios por la cara del pelinegro, Seungmin parecia exasperado con las manos en su cintura recargando su espalda mientras esperaba que el pelinegro volviera a hablar.— ¿De donde es?

— Es mi mejor amigo, Lee, Lee Minho.— Seungmin hablaba seguro y tranquilo, con total comodidad y Minho dedujo que Chan era de los que estaba en la lista de Seungmin para que él conociera.— Hijo de Lee Dongkyu.

— ¿Entonces para que mierda necesita trabajar?.— Apretó sus palmas y mordió su labio para no responder y sonar descortés.— No estoy para bromas, es hijo de Lee, vamos, uno de los hijos de puta más ricos del país, ¿qué le podría faltar?, sin ofender.

estaba de acuerdo con la parte de su padre al menos.

El pensamiento repentino desapareció ante el sentimiento de colera que recorrió su cuerpo, respirando hondo antes de hablar.— ¿Acaso te importa?. — El pelinegro le miró, podría hasta reirse de la cara seria que llevaba.— Changbin me dió el empleo y es todo lo que deberías saber sobre mi, no eres mi amigo, ni mucho menos alguien cercano,  solo un compañero de trabajo, ¿por qué debería decirte?

Changbin alzó las cejas, mirando a Chan con una media sonrisa que evito que se arrepintiera de sus palabras.— Tiene razón.

— De todas formas debo irme, ya es tarde para mi.— Un resoplido que escuchó por parte del pelinegro le hizo rodar los ojos.— Vuelvo a decir, gracias Changbin, Seungmin.

Se despidió de Changbin de un pequeño atizbo de abrazo que el pelinegro recibió y con Seungmin de un beso en la mejilla, la mirada de costado de Changbin no paso desapercibida.

No se molesto en despedirse del pelinegro y partió camino a su casa, tratando de aislarse con sus audifonos, había olvidado inclusive los lados por los que andaba gracias al mal sentimiento que le dejo el tatuado.

No mentiría, había dormido mal, sus ojeras se notaban bastante y su maquillaje disimulo bien durante sus horas de estudio, luego de asistir a clases y tratar de entender como un país tan pequeño llevaba tanta historia, estaba en su ultimo año de clases y si era sincero, las cosas iban cada vez peor haciendo que las ganas de dejar todo tirado se hicieran mas grandes, no tenía ganas de enfrentarse con la realidad de su vida si no lograba pagar su matricula y primeros meses en la universidad, ¿heredar la empresa de sus padres para arruinar la vida de los demás detras de un escritorio? eso no estaba en sus planes.
Tal vez era el hecho de que se negaba a convertirse en su padre en algun momento, o que prefería morir antes de ser como su progenitor, Minho no se sentía con el derecho de llamarle padre a un hombre como él.

Era alguien recto, exigente y sin emociones, para Minho no sería problema si no fuese porque el hombre era agresivo con él, lo fue con su madre y ahora objetivo de todos sus golpes era Minho, y para él existían cosas que agradecia debido a eso, por ejemplo la capacidad de bloquear emociones o su caracter orgulloso y terco que hacía enfadar al hombre.
Le odiaba, le molestaba ver tanta gente hablando del respetado y amable Lee DongKyu, cuando era una persona que merecía tantas cosas menos respeto.

Hizó una mueca rascando su cuello, suspiró con alivió al encontrar el local de tatuajes, entrando lo más rapido que pudo, acomodo con calma sus cosas a un lado del mesón de recepción y se sento en la cómoda silla, miró por el rabillo de la cortina negra al pelinegro tatuar, era extremadamente guapo si era sincero.
Su pelo con pequeñas ondas hacía ver que no se había peinado y las cadenas en su cuello le daban un toque mas ¿masculino? tal vez, no supo cuando tiempo llevo en eso pero inclusive noto las pequeñas pecas a los lados de sus ojos, eran tiernas, debían ser por el sol. corrió la vista cuando pareció terminar con el cliente y tal como supusó, no le saludo cuando fue a despedir al quien ahora, llevaba un nuevo tatuaje para lucir.

La campana del local resonó por el lugar y arrastro su silla hasta dar con la parte derecha del mueble, sobresaltandose cuando un chico pelirubio le miraba con ojos grandes, inspeccionandolo.
Min pudó notar sus pecas y bonitos labios.

— Eres invasivo, Felix.— Chan habló, Felix (al parecer) colocó una mueca triste tomando un poco de distancia. — Es amigo de Seungmin.

El desdén en su voz no pasó desapercibido pero el castaño no refuto, sorprendiendose cuando el rubio ae acerco a sus aretes con ojos abiertos y brillantes, mirandolos de cerca.

— ¿te gustan?.— felix le miró, sus mejillas un poco rojas antes de asentir.

— son preciosos, ¿donde los conseguiste?.— su voz le hizo trastrabillar un poco con lo grave que sonaba pero no perdió la sonrisa, apurandose a responder.

— Mi padre los trajo de italia.— Notó el cambio de expresión del rubio, sus sentimienos hablando mas rapido.— pero tengo otros en casa y realmente no me interesan lo suficiente, ¿los quieres?

A este punto el pelinegro había desaparecido de la sala y solo quedaba Felix y él con una gran sonrisa.— ¿enserio?

Asintió.— tengo un par de sobra seguramente. — Sonrió tranquilo, su corazón rindiendose a la sonrisa de felix.— Soy Minho, Lee Minho.

— Felix, Lee Felix.— Se saludarón con una sonrisa y el rubio se sentó a su lado, comenzando a hablar amenamente logrando que Minho entendiera un par de cosas más.

Le había explicado que eran 7 amigos en el grupo, que Chan era el mayor y era como un hermano para él por lo que iba casi todas las tardes a verlo trabajar.

Pensó en que sería tener a ese sonriente rubio todos los días haciendole compañía y tal vez, sintió que no todo estaba mal en ese trabajo.

# Rich - Minchan/BanginhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora