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Se removió entre las sabanas y no se le hizó díficil darse cuenta de que no estaba en su hogar, abrió los ojos topandose con un dormido Felix a su lado y el dolor de cabeza le inundo cuándo se topo con el sol brillante en la ventana.

¿Brillante?

Se levanto rápido, a tropezones buscando su celular para lograr ver la hora. '10:47"
Su respiración se aceleró y comenzó a temblar, escaneando la habitación completa por alguna botella de perfume, echandose encima la primera que vió mientras colocaba la mochila a su espalda.
Otro día miraría con mejor ojo ese hogar.

Bajó la escalera casi cayendo más de una vez y no saludo cuándo se topo con una cabellera en frente suya.— ¿El estudió esta muy lejos?.

El rostro sin emociones de Chan no le dió respuestas y sintió que no podía respirar, apoyandose en la pared a su lado hasta llegar al piso.

Tiró de sus cabellos.— Me va a matar.

— ¿Quien?.

Sus ojos se aguaron y suspiró, esa parte era la que más le molestaba.— Mi padre.

Abrazó sus rodillas y dejo su frente reposar, tratando de pensar. Debió estar en su escuela a las 10:45, su primera hora era un evaluación y luego se iba a reunir con su padre, caminando era una hora y media hasta ese lugar y sus ropas apestaban a marihuana y su aliento a alcohol.

Fue un idiota irresponsable.

Su mente divagó segundos, preparandose para el dolor físico desde ese segundo, merecería el castigo.

— ¿Tienes algún vehiculo?.— Su voz salió suave, para su sorpresa Chan asintió.— Perdón, pero ¿podrías llevarme? por favor.

Tal vez fueron sus ojos piadosos los que hicieron que el pelinegro aceptara luego de un suspiró, guiandole a una moticicleta, y aunque bien Minho pudó nunca haber pensado en subir a una, reducir su castigo valdría la pena.

Le indicó vagamente las direcciones al tatuador y se aferro con fuerza a su cintura, escondiendo su rostro en la espalda del pelinegro.
No podía dejar de temblar.

Para el momento en que la motocicleta se detuvo el reloj marcaba las 11:18, suspiró bajando del vehiculo, desde ese punto podía ver el automovil de su padre y al hombre increbrantablemente parado frente a él, tragó duro, respirando hondo cuándo su espalda se coloco recta y su mentón se levanto con orgullo.
Camino con calma, lo que pasaría estaba bien, el fue irresponsable, fue inpuntual e inconsecuente.

Lo merecía.

Corre.

Su mente repetía la palabra.

— Llegas tarde.— Le sorprendía el nunca acostumbrarse a la gruesa voz de su padre.

— Lo sé, hice mal. — El ardor que siguio en su mejilla le hizo voltear la cara, mordiendo su labio cuándo a la lejanía aún se encontraba la moticleta de Chan, podría huir. Sin embargó tragó, se levanto y volvió a dar cara al hombre.

— 33 minutos, sabes lo que significa.— Asintió.— Entra al auto.

Cerró los ojos por un segundo, un empujón en la espalda casi le hace caer si no fuera por el tirón en su cabello.

Se giró un segundo y fue suficiente para sonreirle a Chan y murmurar un gracias, despues de todo su castigo hubiese sido peor si Chan no le hubiera llevado.

Entró al auto con su padre a su a lado, el chofer conducia sin hacer un solo ruido.
Él mientras tanto no paraba de pensar en las posibilidades, el impecable hombre a su lado mantenía la postura y ninguna arruga se formaba en su costoso traje, mientras él iba con el cabello desordenado, ropa mal puesta y con olor a marihuana y apestaba a alcohol.

¿Cómo fue tan inutil para siquiera colocar una alarma? Era todo lo que debía hacer y hubiese ahorrado toda esa situación, era su culpa, siempre lo era.

Chan sentía un sabor amargo, cuándo Minho había tenido lo más cercano a un ataque en su casa imagino que decía cosas incoherentes.
odiaba el hecho de que hayan cobrado sentido cuándo lo dejo en la escuela.

Minho estaba impecable cuándo llego ese día al estudio, moretones mal maquillados en su cuello y un pequeño tajo en su labio, aún así su mentón se alzaba con orgullo y la camiseta cara que llevaba daba la sensación de grandeza que llevaba a todos lados.

Estaba despidiendo a su primer cliente cuándo Minho le hablo, Felix no estaba ese día.— Perdón que hayas visto eso, mi padre dice lo mismo, fue irrespetuoso de nuestra parte.

— ¿Tú padre?.— Salió casi con burla, Minho asintió tranquilo.— Un padre no le haría esos moretones a su hijo.

Señalo con su mano su propio cuello y el castaño suspiró, una sonrisa calida asomandose.— Digo padre porque es mi progenitor, no lo considero como tal pero simplemente me castigo, nada más.

— ¿Por llegar tarde?

— Fuí inconsecuente, Chan.— Minho se encogió de hombros, Chan se sentía su estomago revolverse de lo De acuerdo que Minho sonaba con eso.— Fuí a una fiesta, me drogué, me embriague y no fuí capaz de colocar una alarma antes de dormirme, 33 minutos de atraso eran 33 minutos de mi padre trabajando, le coste 33 minutos de trabajo.

— ¿Y 1 hora de golpes?.— Rió, le parecía irreal lo que escuchaba.

— 33 Minutos.— Minho se encogio de hombros otra vez, como si fuese un tema normal.

El pelinegro negó con la cabeza, caminando devuelta a su puesto de trabajo.— No.

Minho levanto la cabeza, ladeadeandola.— La pregunta de ayer, el dinero no lo es todo.

# Rich - Minchan/BanginhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora