# Rich - Minchan/Banginho

13 - ♡

Felix le miraba con grandes ojos y Minho solo le hacía gracia esa forma en que Felix era tan transparente con sus emociones.

— Le interesas.— Minho hizo una mueca ante lo dicho por Felix.— Hablo enserio, lo conozco hace años.

— Al menos baja la voz, por favor.— Murmuro tratando de sonar decidido, después de todo Chan seguía solo unos metros más allá.— No lo creo.

— Vamos, ha andado con mucha gente pero siempre se los liga y nada más.— Esperanzador.— ¡pero a ti te sigue buscando!

— Acabamos de volver a hablar.— Elevo una ceja, y el rubio suspiro, acercandose aún más para así bajar más la voz.

— Hoy pruebalo.

— ¿Qué?.— Su cara seguramente demostraba que en verdad no comprendía a que se refería, a pesar de que sus mejillas cada vez estaban más rojas por hablar de esto con Felix, esto era plantearse verdaderamente gustar de Chan.

Solo pensarlo le hacía doler la cabeza, debía ser imposible que entre tantos millones de personas su corazon viniera a elegir a esa en particular.

Era simplemente estúpido.

— Hoy es día de carreras.— Felix debió notar que no sabía a que se refería.— Con los chicos, con Hyunjin, Changbin y yo solamente vamos a ver las carreras clandestinas, Chan nunca hace caso a nadie y termina por correr, se droga y luego se va con alguna chica o chico, si vas y evitas las 3 cosas es porque realmente le interesas.

— No hare eso.— Felix golpeo su hombro.— ¡Lix! suena como una jodida pelicula adolescente.

— ¡Es más emocionante!.— Suspiró al escuchar al rubio, ambos volviendo a una conversación trivial cuando la alarma de Chan del otro lado de la cortina se dejo escuchar indicando que había terminado la sesión de ese tatuaje.

El pelinegro salió acompañado de ese hombre y le despidió en la puerta, demasiado rápido paso todo para Minho evitarlo cuando Felix golpeó su espalda y habló con una sonrisa.

— Minho irá a las carreras con nosotros hoy.— Sus labios se abrieron a la par que los de Chan y se juró a si mismo querer lo suficiente a Felix para no sacrificarle. — Yo lo invite.

Sonrió con sus dientes juntos cuando Chan parecio mirarlo buscando la confirmación, asintió.

— Bien, pero sabes que no puede ir así.— Felix asintió y Minho en verdad se preguntaba que era lo que el rubio haría después.

Cuando su turno termino y fue automaticamente jalado por Felix a la parada de autobus sin siquiera despedirse de Chan es que se preocupo, el autobus se detuvo y reconoció la casa del rubio y el tatuador.

Así que el autobus le dejaba alli también.

—¿Qué hacemos acá?

— Venimos a vestirte.— Sus labios cayerón mientras Felix abría la puerta.— Chan tiene razón, luces como niño rico, no puedes ir así.

Acepto de todos modos y dentro de la habitación del rubio, se colocó cada cosa que le dió, cada collar, cada polera, cada accesorio e incluso maquillaje, hasta que los ojos brillantes de Lix le sonrieron y sus pequeñas manos le empujaron al espejo y pudo verse.