C A T O R C E

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Levi se remueve a mi lado y se talla los ojos, se gira a mi lado y se sobresalta al verme frente a él. Si algo, la culpa es suya, estaba durmiendo muy plácidamente, y la única vez que había dormido tan tranquilo fue cuando le di esos somníferos, estoy muy segura que anoche no le di ninguna. 

-¿Qué pasa? - su voz rasposa me revuelve el estomago. 

-¿Dirías que dormiste más de ocho horas? 

Levi me mira confundido, se vuelve a tallar los ojos y se endereza un poco para ver el reloj, suspira y se deja caer de nuevo en la almohada. 

-Sí, ¿por qué? 

-¿Estás herido? - niega -. ¿Físicamente exhausto? 

-¿Qué? 

-Responde. 

-No - me mira a los ojos -. ¿Qué sucede? 

-Has dormido aquí unas cinco veces, contando esta - asiente medio adormilado -. Y solo dos de esas veces has dormido ocho horas o más, una por algo que te di y la otra es esta. 

-¿Qué me diste? 

-Eso no importa - levanto mi dedo índice -. ¿Por qué fue esta vez?

-¿En serio? - asiento -. No lo sé, me sentía seguro o tranquilo, tal vez. 

Me muerdo el interior del labio, Levi lleva su mano a mi mejilla y pasa una mano por mi cabello. Acuna mi mejilla y beso la palma de su mano, llevo mi mano a ella y acaricio el dorso de su mano. 

-Tú mano está caliente - suelto su mano y llevo mis manos a mis mejillas, lo miro asustada -. Es normal cuando acabas de despertar. 

-Llevo despierta una hora. 

-¿Me viste dormir por una hora? - trueno la lengua y me pongo de pie. 

Me doy vuelta y me doy cuenta que tengo la camisa de Levi, suspiro y me la quito. 

-Linda vista - lo escucho decir ante mis pechos desnudos.

-Cállate. 

Le lanzo la camisa a la cara y tomo mi blusa de tirantes, me acerco al tocador y busco gasas nuevas y el desinfectante que me dio el doctor Moran. Me daría pena estar solo en calzones frente a Levi, pero anoche llevaba justo una prenda menos y estaba muy pegada a él. 

Comienzo a quitarme la venda, la enrollo en mi mano y la dejo sobre el tocador, me quito la gasa con cuidado y siseo cuando un hilo de algodón se atora en una de las suturas, me concentro en quitarlo cuidadosamente. Respiro con normalidad cuando el hilo de algodón suelta la sutura. Tomo el algodón y lo remojo con desinfectante, empiezo a limpiar la herida. 

Miro a Levi a mi lado a través del espejo, le sonrío mientras me limpio, ya lleva los pantalones puestos, frunce el ceño al ver la herida. 

-Dime que el tipo salió peor - me río y le guiño un ojo -. ¿Qué fue eso? 

-Un guiño. 

-¿Quién tuvo la valentía de mentirte en la cara y decirte que sabes guiñar? - abro la boca indignada y le lanzo el algodón. 

Le paso la venda y tomo la gasa limpia. 

-Deja de molestar y ayúdame.

Coloco la gasa sobre la sutura, Levi extiende la venda y comienza a rodear mi torso con ella cuidando que la gasa quede bien sujeta. Cuando la venda mantiene la venda en su lugar, bajo las manos y las apoyo en el tocador, Levi termina de vendarme y le paso el broche para que las sujete bien. Se aleja cuando acaba y me pongo la blusa de tirantes. 

Lealtades. (Levi AckermanxOC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora