9. Se mio

52 5 2
                                    

Llegó el miércoles. Habíamos quedado en ir juntos hacia la fiesta, pero a última hora me llamo diciendo que se retrasaría, así que me fui yo solo. Cuando llegué Tania me recibió muy amablemente. Nos fuimos a hablar al sofá para que el ruido del estéreo y la gente no nos molestaran. Nos lo estábamos pasando bien, Tania es una chica interesante con quien puedes hablar de todo, reíamos, charlábamos y me distraje... llegado el punto en que no vi a Damián hasta que no estuvo casi frente a mí. Sin mirarme a penas y con una cara que no le había visto nunca, cogió a Tania de la muñeca y se la llevo a la otra punta de la sala. Vi como discutía con ella, le escuche pronunciar mi nombre y sentí como sus ojos se clavaban en mi como agujas. Yo ya no pintaba nada en ese ambiente, así que me fui de allí con la cabeza agachada, lo más rápido que supe. Ya en la calle escuche como Damián me llamaba, sus pasos resonando tras de mí y, después, sentí sus brazos rodando mi cuerpo e impidiéndome avanzar:

-¡Suéltame y vuelve ahí dentro, al parecer tienes mejores cosas que hacer que estar aquí reteniéndome a la fuerza, yo me voy a casa!- Inútil, no me soltaba.

-Lo siento Jase, perdona. No es lo que crees, de verdad.- Me estrechó un poco más todavía y yo sentía que, por alguna razón, los ojos comenzaban a llenárseme de lágrimas y mi corazón comenzaba a acelerarse. Tenía que pararlo. De un golpe seco me libre de sus abrazo y le empuje lejos de mí:

-Ahora mismo verte la cara no está en mis planes, Damián, ve y diviértete con ella.- Me gire y comencé a andar si ni siquiera haberle mirado a los ojos, sintiéndome enormemente estúpido por momentos. Cuando quise girarme él ya estaba entrando de nuevo en aquella casa. Eso me hizo sentir peor todavía y, sin estar seguro del porqué, llegué a casa y me tire en mi cama llorando como un crio hasta quedarme dormido. Recuerdo perfectamente que soñé aquella noche, el y Tania estaban juntos. Me ignoraban por completo, el se alejaba de mi cada vez mas. Me desperté y me levanté a beber agua poniendome a llorar de nuevo de forma amarga... no queria que eso pasara. Mi subconsciente me gastó entonces una mala pasada durande la corta hora que conseguí dormir despues de eso, yo le abrazaba con todas mis fuerzas y de mis labios se escapó un susurro... "te quiero, no me dejes"...

Por la mañana me vino a buscar hasta mi puerta, ninguno de los dos quiso sacar el tema y lo dejamos pasar. De camino al instituto comenzamos a ver paradas de libros y rosas, Damián se acercó a una y compro una rosa roja, con un precio excesivamente caro para algo que sale de una planta tratada químicamente:

-¿Para quién es?

- Para la persona a la que quiero, pero no sé si debería dársela. No sabe nada y temo que decírselo lo estropee todo...-No era muy difícil imaginar para quien era eso, pero tenía que ser buen chico y no mostrarle mi frustración en ascenso, además, el haber estado llorando toda la noche supongo que me puso sensible porque eso no termino de sentarme bien.

- Deberías intentarlo, no pierdes nada por probar... cualquier chica querría salir contigo Al.- Se rió bajito y me miro con una sonrisa dulce, por un momento sentí que me trataba como un crio que no se enteraba de nada. Puede ser tan molesto e irritante a veces.

Hoy todo el día lo ha pasado hablando con Tania, incluso durante el patio se fue con ella a solas sin nisiquiera darme un motivo, lo notaba distante, nervioso. Yo los veía hablar des del banco sin ser capaz de terminarme el dichoso comic. Ya comenzaba a agobiarme todo esto. No ha sido hasta última hora que, después de no prestarme atención casi en todo el día, me acercó una notita disimuladamente: “He de hablar contigo, es importante. A ls 6 n el césped d la illa”. Es un lugar situado en la zona mas nueva, un césped del tamaño de un campo de fútbol con forma de colina donde la gente suele sentarse simplemente a hablar y descansar... donde estamos ahora.

Cuando llegué estaba allí tirado con una bolsa de tela negra al lado que me llamó la atención, esperaba que me dijera rápido lo que ya debía haberme dicho pero dos horas después y aquí estoy todavía esperando, sin atreverme a preguntarle directamente. No puedo seguir mirando simplemente el cielo, o sus ojos o lo que sea que este mirando. Me estoy poniendo nervioso, se acabó:

-Damián... oye, dilo ya. Te piensas que no me entero de nada pero ya se...

-Caya anda.- Me pone un dedo en los labios y me mira muy serio, creo que me he quedado pálido - Si vas a decir que estoy saliendo con Tania, ahórratelo, te equivocas.- Me quita el dedo de los labios y saca algo de su bolsa, la... rosa?- Ten, es para ti... Dijiste que debía intentarlo, lo estoy intentando. No sé cómo decírtelo Jase...- Me coge la mano suavemente y me mira a los ojos. Mierda, estoy temblando- Si de verdad fuera solo tu amigo, ¿crees que te habría ocultado que estaba con Tania? Parece que te gusta hacerte el inocente para no querer descubrir la verdad.- Todo lo que pensaba se me está desmoronando por momentos y no soy capaz de pronunciar siquiera una palabra, acaba de romper todos mis esquemas.

-Pero entonces... la fiesta, el patio...

-Me molestó que hablara tanto contigo y le dije que te dejara en paz.. le pregunte a la hora del patio si te había invitado por alguna razon en concreto pero no me dio una respuesta clara, cuando la vi tan pegada a ti en la fiesta me entro un ataque de celos y le solté sin querer que tú me gustabas. Volví para pedirle que no dijera nada pero al parecer le puede la curiosidad a esa chicaq. Hoy hemos estado hablando de ti todo el rato.

No sé qué hacer, me cuesta pensar con claridad y me escucho latir el corazón por todo el cuerpo, ¿era eso? ¿El... me gusta? No sé qué decirle o que hacer. No le respondo, solo me levanto de ahi y voy hacia mi casa con el al lado, todo lo que he sentido estos días quizás...

Llegamos, ya está. He de decírselo, lo tengo claro. Paro frente a el sin poderle mirar a la cara:

-No quiero que sigamos siendo amigos Damián.

-Pero, Jase...- Le miro a los ojos y le sonrío, su cara de sorpresa es realmente encantadora:

-¿Quién es el inocente ahora?- Poco a poco me acerco a él y le doy un suave beso en los labios. Siento que tarda un par de segundos en reaccionar, ni yo me creo que lo haya echo, entonces me rodea con sus brazos y me estrecha contra el. Entreabro suavemente la boca y siento como su lengua entra despacio en la mia envolviendo mi lengua, atrapandola en un suave vaivén, intensificandose por momentos. Su boca es calida y la sensación mucho mas abrumadora de lo que pensaba. Simplemente me dejo llevar por el, es magnético, absorbente... nos acabamos separando despacio aun muy pegados. Su mano se desliza por mi pelo y claba sus ojos en los mios, yo estoy simplemente demasiado abrumado como para moverme siquiera.

-Esto mejor lo hablamos mañana...

Sostengo con fuerza la rosa en mi mano y el me sonríe ligeramente sonrojado:

-Hasta mañana Jase... - Veo como se marcha lentamente y es entonces cuando consigo sacar la voz

- Ha.. hasta mañana! -entro a mi casa sin poder evitar sonreir, desenado que pase ya la noche solo para poder verle...

FracturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora