ContiGo

"Cap34"

—Buenos días.

El resplandor del sol choca contra mi rostro pero me mantengo serena, cierro mis ojos y los froto tratando de acostumbrarme a la luz, siento como dejan pequeños besos por toda mi cara; recuerdos de la noche anterior vuelven a mi mente, con una sonrisa en el rostro empiezo a abrir los ojos.

—Buenos días preciosa. —Sus ojos chocan con los míos, en sus mejillas se marcan esos hermosos oyuelos que caracterizan su sonrisa.

—Buen día, —Me inclino un poco hacia él depositando un pico en sus labios. —¿por qué hay tanta luz? y ¿frío?

Su risa se vuelve aún más ancha ante mi pregunta. —Porque dormimos fuera, ¿recuerdas?

Arrugo mi entrecejo confundida y me levanto, tiene razón, aún estamos en la terraza; ninguno tiene ropa, lo único que nos cubre es una simple manta, su cabeza está sobre una pequeña almohada de los sillones que hay en la terraza, mientras que la mía descansaba en su pecho.

—Ohh.

*¡¿Enserio lo hicimos aquí?!*
"No puedo creerlo, ¿y si alguien nos vio?"
*Eso no... Joder que hermosa vista*
"Concentrate"
*Mira di lo que quieras, para mi fue perfecto... Aunque creo que no podremos levantarnos*
"¿Por qué?"
*¿Enserio no sientes eso?*
"Oh... Mierda"

Su risa me saca de mis pensamientos, mis mejillas adquieren un leve sonrojo; me giro hacia él escondiendo mi rostro en su cuello.

— ¿Ya te había dicho que eres hermosa? —Pregunta con un tono suave.

— Mmm... No.

—En ese caso, —Me levanta un poco y toma entre sus manos los laterales de mi cara. —eres hermosa, bella y preciosa.

Deja un beso en mi frente para luego juntar nuestros rostros.

— ¿Y este nuevo tú?

*Si seguimos sonriendo como estúpidas se nos va a caer la cara*
"¡¿Por qué tiene que ser tan tierno?! ¡Lo odio!"
*Admite que el man te trae loca*
"Esas palabras jamás saldrán de mi boca"

—No sé, sólo sé que no quiero tenerte lejos, eres importante para mí pequeña demonia.

— ¡Oye! Me ofendes. —Reclamo con un fingido aire ofendido.

—Perdón preciosa.

Vuelvo a recostarme en su pecho, sus suaves latidos hacen una melodía armoniosa digna de escuchar; acaricia mi cabeza con una mano, mientras que con la otra acaricia mi espalda baja, trazando círculos y garabatos.

—Debemos levantarnos, hay alguien que quiere verte. —Dice calmado.

—¿Alguien como quién?

—Es sorpresa. —Dice para darse la vuelta dejándome debajo de él, recarga su peso en sus brazos y me da un pico para levantarse sonriente.

Toma su ropa interior y se la coloca junto con un pantalón suelto ante mi atenta mirada.   Fue muy ingenioso hospedarnos en un hotel en medio de la nada misma, nadie puede vernos ya que no hay nada alrededor.

Me levanto despacio apoyándome del sillón que hay en la terraza.

—Joder. —Susurro para mi misma.

Trato de moverme y dar un paso al frente, pierdo el control y caigo de boca contra el suelo.

—¿Estás bien? —Se acerca preocupado.

—Si tranquilo.

Le brindo una sonrisa tranquilizadora la cuál hace el efecto en él de inmediato, sin embargo, esta se rompe al ver las cicatrices en mi cuerpo.  Su rostro pasa de uno tierno, a uno aterrado en cuestión de segundos.