cap2 "Encuentros"

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Todo me daba vueltas y me dolía la cabeza, recuerdo pocas cosas de la noche anterior.      Cuando por fin puedo ver con claridad, miro a mi alrededor, y no tenía idea de donde estaba, o el ¿por qué?, sólo sé que estaba en una especie de bóveda, no había ventanas, solamente una puerta y la cama en la que estaba acostada, ah y traía otra ropa puesta que no era la de la fiesta.

...

"Espera ¿qué?... ¿Quién diablos me cambió? ¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí?"

De momento escucho pasos, lo que significa alguien que se acerca, y según parece no viene sólo ya que escucho un par de pisadas más distantes a las primeras, la puerta se abre dejándome ver una figura masculina que se me hace conocida, aunque por el momento no lo recuerdo muy bien, más atrás; aparece una mujer alta con una cabellera rubia y muy elegante, luego de esta, aparece un hombre que parecía sacado de la película hombres de negro, siendo muy sincera éste men me da un poco de miedo, en eso me fijo en quienes eran pero no los reconocí; hasta que escuche hablar al primero.

—Buenas, señorita.

"Un segundo, este hombre es..."

—Usted es el que me secuestró. —Este asintió de lo más normal, como si para el fuese una rutina. —¿Qué hago yo aquí? —Le pregunto con todo el miedo y los nervios recorriendo por mis venas.

—La respuesta a esta es fácil de decir, pero de asimilar no lo creo.—Hace una mini pausa y luego continúa.—Lo primero que le diré es que me llamo Brandon, Brandon O'Donell.

—Su nombre no me interesa, yo sólo quiero saber ¿Qué hago aquí?

Hace una mueca para luego continuar.—Veo que es bastante directa señorita, pero vamos paso por paso.—Se acerca a la cama en la que yo me encontraba y se sienta a la orilla de esta, para continuar.—Bueno señorita me explico... Con los años mi familia se a dedicado al secuestro, tráfico y ventas de mujeres al rededor del mundo, mujeres las cuales son compradas por hombres de mucho dinero, las cuales son utilizadas para el placer de su amo, o comprador como prefiera llamarle.—Hace una pausa y me mira serio, para seguir con su explicación.— Éste negocio a pertenecido a mi familia por años, hoy en día mi primo es el jefe y encargado de dirigirnos, yo soy su mano derecha y el único en el que él confía con ojos cerrados; por lo tanto también me encargo de las operaciones, secuestramos a chicas de todo tipo, en bares, tiendas, parques, etc. si nos llamó la atención la tomamos, si es un encargo la tomamos, si se nos place, igual la tomamos.—De pronto siento como un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y mi corazón empezó a latir más rápido de lo normal, luego de un momento este continúa hablando. —Digamos que usted de ahora en adelante será parte de esto, ya que la venderemos como mercancía valiosa, debido a que aún se conserva intacta por lo cual pagarán aún más.

Me da una sonrisa fría y sentí que iba a morir de un infarto, hoy es mi día.           No podía creer en lo que estaba metida, nunca me había pasado cosa semejante a esto, jamás pensé que llegaría hasta aquí, sentí como las lágrimas recorrían mis mejillas y cada vez eran más, tenía un nudo en mi garganta y no podía siquiera decir una palabra.

—Tranquila señorita, no tiene porque preocuparse, no la mataremos.

*Valla, pero que esperanza la mía*

—P-pero yo no quiero estar aquí, yo no les e hecho nada a ustedes.—En ese momento me quebré por completo.—¿Qué es lo que quieren? ¿Dinero? Yo se los doy, pero déjenme ir yo no les he hecho nada.

Posó su mirada en mi pero su rostro no reflejaba nada, ningún sentimiento, ninguna mueca, nada.               De pronto; la mujer empezó a hablar

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