Adulthood

Chapter 1 : Un nuevo comienzo

"Aang y Katara" "Katara y Aang" "Aang es mi novio, estamos juntos ¿Te lo puedes creer? No, no puedo ¡Pero es verdad! ¡Es mi chico!"

— ¿Katara? Tierra llamando a Kataraaaaa! — Sokka, con palillo en mano empezó a picar a su hermana hasta que esta parpadeó varias veces saliendo así de sus pensamientos. Esta le miró con expresión confusa

— ¿Qué quieres? ¿No ves que estoy ocupada? —
— Sí claro, estas muuuy ocupada sentada ahí pensando en las musarañas. Parecía que estabas muerta ¿Estás bien? — Katara suspiró y miró a su hermano con una sonrisa. No se podía molestar con él. No creía ni que pudiera aunque hubiera hecho algo realmente molesto. Era un día feliz. Aang y ella habían hecho oficial su relación.

— Sí, estoy bien. Y...¿Puedes dejar el palillo? — preguntó al ver como Sokka se estaba poniendo ambos palillos en la boca simulando así una forca. Katara rió y sin dirigirle más que una sonrisa, se levantó y salió fuera de la casa, dejando a su hermano "mayor" haciendo sonidos de animales mientras miraba a Suki quién, sentada dos sillas más lejos, se reía a carcajadas.

Katara caminó sin rumbo fijo simplemente respirando el aire puro y dejando que sus pensamientos fluyeran con él. Estaba muy feliz. Desde que habían ganado la batalla contra fire lord Ozai, no habían hecho mas que descansar y disfrutar de la compañía de unos a otros. No obstante, sabía que ese descanso acabaría pronto o, por lo menos para el Avatar quién tendría que volver a cumplir sus deberes al mundo.

La waterbender giró a la izquierda y dio con una gran fuente rodeada de faroles. Estas, poco a poco, se iba  iluminando a medida que el sol se iba escondiendo en el horizonte, quedando así, una imagen preciosa del agua cristalina iluminada por pequeños farolillos. Mientras observaba la poco a poco iluminación del lugar, se acercó a la fuente y se sentó en el borde dejando los pies colgando en el aire.
Estaba completamente en paz. Aunque le faltaba algo o más bien, alguien. Aang.

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Aang se encontraba hablando con algunos comerciantes quienes le habían parado para echarse fotos y comentar cómo había acabado con la guerra de los 100 años. El joven sonreía y comentaba alguna que otra cosa pero poco pues, los viejos comerciantes no paraban de mostrarle su agradecimiento mientras le daban pequeñas palmadas en la espalda.

Pasaron los minutos y Aang finalmente, cansado, se disculpó con una excusa y se separó del ahora mayor grupo, dirigiéndose en dirección contraria.
Le gustaba saber que la gente estaba contenta y le agradecía su trabajo pero hablar con tanta gente a veces le agobiaba. Ahora solo quería un rato de paz. Estar con sus amigos y su novia a quién no había visto desde el mediodía.

"¿Qué estará haciendo?" Se preguntó. De pronto, tal y como si el destino le hubiera escuchado y quisiera responder a su pregunta, Aang dio con una gran fuente iluminada con farolillos y entre las luces encontró a Katara. Allí estaba. Tan preciosa como siempre. Suspiró y con una sonrisa se acercó a ella quién le estaba respondiendo a su vez con otra sonrisa.

— Hey ¿Qué haces aquí?

— Estaba contemplando el cielo. Aunque haya algo de luz todavía se pueden ver algunas estrellas — comentó la waterbender haciendose a un lado para que su novio pudiera sentarse junto a ella. Aang se sentó y  miró al cielo cubierto de pequeñas pecas luminosas. Estaba precioso.
— Es precioso...
— Lo sé...creo que lo voy a nombrar mi sitio favorito
— buena elección — el Avatar la miró y esta vez con una sonrisa tímida se atrevió a cogerle la mano a su compañera quién, al notar su acercamiento sonrió y le miró con un brillo en los ojos.
— Lo sé, tengo buen gusto — Aang rió a la vez que un pequeño rubor le cubría las mejillas y, para evitar que se notara, metió la mano en la fuente y la salpicó
— Hey!!!! — Exclamó para luego hacer que una gran gotas de agua volaran hasta su novio y empezar así una guerra de agua donde Aang iba perdiendo.

Rieron y se mojaron el uno al otro hasta que se quedaron agotados y no tuvieron otra que sentarse y recuperar el aliento.

— Te he ganado — afirmó Katara sonriendo triunfante
— Ah no, estás tan empapada como yo . Hemos quedado empate
— ya ya...Te he ganado y lo sabes
— Que no. Empate
— No
— Si
— No
— Si
Entonces, sin pensar, Katara se acercó a él y poniendo ambas manos en las mejillas de su novio, le acercó a ella y le plantó un corto beso en los labios

— No— Volvió a decir dejando a un Aang sonrojado.
— Okay, tu ganas. Eres la mejor waterbender del mundo y todos lo saben. Me has ganado — confirmó finalmente el chico sonriendo dulcemente para, acto seguido, acercarla más a él y volver a juntar sus labios en otro beso. Esta vez, más suave, más lento y más largo.

Así estuvieron horas. En su ahora sitio favorito de la ciudad, en su ahora, sitio especial. Aang y Katara. Katara y Aang.