Malditos sueños

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Narra Sebastian:

- Sebastian, despierta.

Ash estaba sentada en mi cama tambaleandome para q despertase.

- Q ocurre? Hay algún problema con bocchan?

- Jaja no, él está bien.

Algo era extraño en su comportamiento, su forma de expresarse y de mirarme es distinta a como lo suele hacer.

- Entonces q haces aquí?

- Necesitaba hablar contigo, así q vine a tu cuarto.

- Tan urgente es q no podías esperar hasta mañana?

- He estado pensando en lo q me dijo aquel shinigami en el circo, q no estableciese lazos profundos contigo.

- A donde quieres llegar con ésto?

Con una de sus manos acarició mi mejilla y la otra la paseaba con delicadeza por mi pecho.

- Estoy segura de q llevaba razón, hacer cualquier tipo de lazos con un demonio son dañinos, ni tú ni yo podemos negar ese punto.

Por primera vez en mucho tiempo me sentía confundido, quería acabar nuestra amistad? cual era el punto de todo esto?

- ...no, es imposible negarlo y ser sincero al mismo tiempo.

- Pero, a pesar de las advertencias, no he podido evitar... - acercó sus labios a mi oreja para poder susurrar - enamorarme de ti.

Acto seguido junto dulcemente sus labios con los míos. Y no tuve suficiente resistencia como para no corresponder un beso q probablemente lleve queriendo desde hace tiempo.

Narra Ash:

Abrí los ojos lentamente al notar un peso q no era mío al costado de mi cama.

- Sebastian? Q estás haciendo?

- Dime, nuestra relación solo llega a la amistad?

- A q viene esa pregunta?

Sujetó mi espalda con uno de sus brazos y me incorporó acercándome a él hasta tal punto q notaba su respiración en mi cuello.

- He pensado mucho últimamente, y todos esos pensamientos se centraban en una sola persona.

- Q-que estás diciendo?

- Por primera vez en mi vida, creo q he llegado a amar.

Se me congeló la sangre en el acto.

- A-a quién?

Dejó mi cuello y subió su cabeza centrando su atención en mis ojos.

- A tí.

Se acercó a mis labios hasta q llegó a saborearlos en toda su plenitud. No sé cómo y menos el por q, pero acabé correspondiendo un beso q suponía haber anhelado desde hace tiempo.

Narrador omnisciente:

Los dos se despertaron de golpe incorporándose en sus respectivas camas, no había nadie más en sus habitaciones, había sido solo un sueño?

Ambos se levantaron a prisas y recorrieron el camino a la habitación del otro a paso acelerado, encontrándose los dos con la misma cara de sorpresa en medio del pasillo.

- Q ha sido eso?

- Justo iba a preguntarte lo mismo.

- Preguntarme lo mismo? Has sido tú la q has empezado.

- Estás de broma? En cuanto he abierto los ojos eras tú el q estaba en mi habitación.

- Un segundo, en tu habitación? Estábamos en la mía.

- Estoy segura de poder reconocer mi cuarto.

- Alto, q estaba haciendo supuestamente en tu cuarto?

La chica se sonrojó hasta parecer un tomate por la pregunta.

- N-no quiero responder a eso. Q estaba haciendo yo en tu cuarto?

Y, al igual q la chica, el mayordomo solo giró la cabeza intentando ocultar un suave tono rojo en sus mejillas.

- Así q todo ha sido un sueño.

- Sí...parece ser q sí.

- En ese caso deberíamos volver a la cama.

- Supongo, entonces buenas noches Sebastian.

- Buenas noches...Ash.

Los dos volvieron a sus habitaciones pero ninguno volvió a conciliar sueño esa noche, un pequeño atisbo de decepción combinado con la realización de q probablemente estuviesen enamorados les impedía poder pensar en otra cosa q no fuese el otro.

Cielo e infierno, para servirle (Sebastian × Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora