Temporary Love (Adrinette)

─────♡◦ Capítulo 5 ◦♡────

—L-lo sentimos...

—¡MIERDA! ¡¿Cuánto tiempo tardarán en arreglarlo?!

Los científicos se miraron.

—¿Un año?

—¡¿QUÉ?! ¡¿Están locos?! ¡¿Tengo que quedarme aquí por un año?! ¡No! ¡De ninguna jodida forma! ¡Esto nada tiene que ver conmigo! ¡Regrésame a mi tiempo! —Adrien estaba por golpear a Nino pero sintió a alguien tomarlo de la ropa. Se giró y vio a Marinette mirándolo con ojos tristes.

—P-por favor..., cálmate y..., pensemos en algo... —dijo lentamente. Adrien la miró un momento antes de soltar a Nino.

—Lo sentimos. Los ayudaremos en lo que podamos hasta que la máquina esté arreglada. Ambos pueden quedarse aquí. —Alya sugirió mirando a Adrien y a Marinette.

Marinette asintió lentamente.

—Pero, prometan que lo arreglarán pronto. Quiero regresar a mi época...

Alya sonrió.

—Lo prometo...

Adrien suspiró y desordenó su cabello.

«No había nada que pudiera hacer, solo le quedaba esperar. »

#La semana siguiente#

Marinette se quedó quieta, mirando al chico que estaba durmiendo pacíficamente a su lado.

«¿Lo despierto?»

Marinette tenía miedo. La última vez que intentó despertar a Adrien, el rubio le gritó. Desde entonces, supo que Adrien era de las personas que se despertaban de mal humor.

«Pero anoche me pidió que lo hiciera...»

Inhaló profundamente, dio un paso al frente y se arrodilló frente a la cama. Sacudió ligeramente a Adrien por el hombro.

—Mi Lord, despierte... —dijo suavemente y Adrien se revolvió dormido, haciéndola sobresaltarse.

Cuando Adrien se sentó, Marinette retrocedió.

Adrien rotó sus ojos y miró a la asustada chica. Suspiró internamente.

«Debe tenerme miedo...»

—No voy a comerte, así que no pongas esa mirada de cachorro perdido.

─────♡◦♡◦♡────

—Parece que te gusta la cocina. —Dijo Adrien cuando vio mucha comida en la mesa. Marinette asintió, sonriendo tímidamente.

—Es relajante. —Marinette se sentó al lado opuesto de Adrien.

—Te adaptas más rápido de lo que pensé.

—Alya me enseñó a preparar muchas cosas del mundo moderno.

—¿Te ha enseñado a hacer pasta?

—¿Pasta?

—Es comida italiana.

—¿Italiana? Entiendo.

—Es mi favorita.

—...

—Y... ¿cómo está tu pie? —preguntó Adrien mientras desayunaba.

—Mejor, Mi Lord muchas gracias.

—Genial. Porque vamos a salir hoy.

Después del desayuno, Adrien salió con Marinette, ella lo seguía, temerosa de sus alrededores. Miró los enormes edificios y los autos. Tenía miedo y no entendía nada.

«¿Qué es esto? ¿Por qué usan esa ropa tan rara?»

—¡Hey! —Marinette se asustó cuando Adrien picó su brazo. —Entremos.

—Mi Lord. ¿Q-qué estamos haciendo aquí?—

—Conseguir trabajo. ¡Necesitamos dinero! —Adrien la jaló hacia una tienda antes de que pudiera decir algo.