Quememos un bosque - Chapter 2

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—Che

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—Che... ¡¿Me pueden recordar como terminamos acá?! —Tome aire mientras continuaba corriendo.

—¡Siendo sincera, ni idea! —Respondió Palo casi tropezando.

Retrocedemos unas horas...

Lo hicimos.

Estamos dentro, no sé cómo ni porque si ni siquiera habíamos terminado, solo recuerdo que me empezó a fallar la vista y las luces de mi habitación estaban subiendo y bajando hasta que me dolieron los ojos y me obligue a cerrarlos...

Al abrirlos ya estaba sentada en la banca de un parque con mi bolso, mire a mi alrededor y en otras dos bancas estaban Anto y palo con sus cosas, por lo que me acerqué, cuesta caminar, es como si tuviera un peso muy grande en el cuerpo.

—¡Oigan idiotas! ¡Despierten! —Mi grito despertó a paloma, pero no a Anto, nos costó un poco.

—Al final si llegamos —Pensé que saltaría a celebrar, pero estaba algo confundida. —Pero, ¿es como si nos costara no? Me cuesta directamente caminar. —Dije con algo de dificultad.

—¿A ustedes les pesa el cuerpo también? —Paloma comentó.

—Si es como si el lugar no nos aceptara del todo. Pero tal vez con el tiempo nos adaptemos... —dije.

—O tal vez el sitio nos acepté. En fin, vamos a ver el sitio, pero creo que deberíamos vestirnos primero... —Dijo Anto.

Entramos a un local y preguntamos por un baño.

—Claro, déjame te acompaño. —Dijo moviendo su mano hacia el hombro de Antito, Palo se movió entre ellos.

—Nosotras también vamos... ¿Sería tan amable de solo mostrarnos dónde está? —Dije poniéndome frente a él....

—... Sí, disculpen la molestia —Se retiró, al llegar al baño nos pusimos ropa más cómoda y arreglamos varias cosas.

—Primero que nada, ¿cómo entrenamos nuestras particularidades? —Pregunté —Aparte, ¿cómo vamos a llamarnos normalmente? Si es por los nombres que anotamos más les vale acordarse de ellos. —dije.

—Bueno... Yo creo poder acostumbrarme, ¿Anto? —Habló Palo, la nombrada asintió. —Entonces no creo que haya problema. Ahora... ¿Desde cuándo vos te vestís así? —Pregunto y la mire con risa.

Llevaba unos vaqueros de jean y una camiseta de mangas largas color crema; Paloma tenía puesto un buzo negro con un estampado de besos en el pecho, junto con un jean azul claro que la hacía ver relativamente más pequeña. Anto llevaba un pantalón de Jean, una camiseta de mangas largas blanca y arriba de esta una de mangas cortas roja, supongo que claramente todas estábamos en un cambio.

—desde qué llegamos acá, ¿y ustedes? —

—Debo decir lo mismo... —Se hizo la derrotada, Antonella asintió con ella.

Al salir del local nos paseamos por las tiendas, el único problema que tengo es que por cada lugar que pasamos hombres y mujeres nos miran muy fijo. ¿Serán por los rasgos de Argentina? ¿Por qué nuestra ropa no es de la época?

—No soy la única que lo noto, ¿no? —Pregunto Anto o ahora Amisa... Creo que estoy más cómoda diciéndole Ami...

—Nop... Están prácticamente viendo nuestra alma —Dijo paloma, la cual vendría siendo ahora Ishikawa... ¿Cómo abrevio eso? Ehh ¿Kawa? ¿I? ¿Ishi?... Tal vez Ishi... Si Ishi.

—Sooo... ¿A dónde vamos? —pregunté notando que algunas personas nos empezaban a seguir —Eh... Saben mejor apuremos el paso —Dije mientras caminaba un poco más rápido de lo normal, estás sin siquiera escuchar al notar que me iba también aceleraron hasta terminar corriendo, ¿por qué nos seguían? Buena pregunta.

—Ya... ¿Los perdimos no?... —Tomó aire Ishi.

—Sí. Pero ¿por qué nos seguían? —Pregunto Ami.

Estábamos en el último piso de un edificio abandonado, a ver alto era, estaba para tirarse del techo con una canción de fondo.

—Estamos en Fukuoka. En la ciudad de Kyushu, No pregunten como, encontré el celular —Dijo Ami.

—En Fukuoka está la agencia de Hawks. —Dije algo asustada.

—¿En serio? —Pregunto Ishi a lo que asentí seguidamente colgándose el bolso en el hombro.

—Y debemos irnos adentro, ósea, no es que tenga algo en contra de él, al contrario, es un papucho; pero personalmente por como nos siguió la gente no creo que él sea muy diferente, y siendo un héroe no quiero saber más, así que yo me voy adentro —Vi como ambas se miraban asustadas para luego recordar que soy la única que se vio el anime así que entraron primero.
Ya adentro abrí mi bolso, estaba mi celular, la pluma y un cuaderno.

—¿Ustedes también tienen la pluma y un cuaderno? —Dije sacando uno muy parecido a mi diario en mi realidad actual.

—La pluma sí... Y un cuaderno... También. ¿Vos palo?... Digo... Eh... Ishikawa? —Ami me miro asustada a lo que asentí sonriente.

—Sep... Tiembre. ¿Qué hacemos con eso? —Preguntó la anteriormente nombrada.

—¿Y si es como la Death Note? —Pregunto Ami a lo que la mire confundida —Ósea, en vez de matar gente, nos da cosas si las anotamos a detalle? —dijo abriendo la pluma para escribir —Eh... ¿Qué escribo? —

—¿Un encendedor?..me gustaría quemar un bosque... —Dije balanceándome sobre mis piernas de derecha a izquierda.

—No vamos a quemar nada, aunque sea completamente necesario —reprimió Ishi... —Aunque si es necesario yo también me uno —dijo ya siguiéndome el juego.

—Ok. Voy a escribir la Death Note perdón, pero tienta —Dijo sonriendo mientras escribía.

Esperamos unos segundos, nada, 15, nada hasta los 20 cuando escuchamos una pequeña campana sonar.

—Eso sonó en tu bolso —dije.

Esta lo abrió y de él saco un libro de forro negro, se quedó tildada unos minutos hasta tirarlo en medio de nuestro pequeño triángulo.

Death Note

—... ¿Quién quiere matar a hijos de puta? —pregunté.

 ¿Quién quiere matar a hijos de puta? —pregunté

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𝙻𝚊 𝚞𝚗𝚗𝚒𝚎-𝚎:𝚙

ᴠɪᴀᴊᴇs ᴅɪᴍᴇɴsɪᴏɴᴀʟᴇs / 𝘢𝘯𝘪𝘮𝘦𝘴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora