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Kazemaru iba feliz a sus clases de ese día, con una gran sonrisa enmarcada en su rostro y mucha energía. Después de todo había pasado, unos días antes, en casa de Endou y al final había sido todo muy divertido. Endou incluso le había hecho bolas de arroz deformes en el desayuno, fue muy gracioso, pero al menos sabían muy bien. Aunque después tuvo que regresar a casa, ni modo que se quedará allí todo el día. Pero fue un día perfecto.
Y hoy hacía un clima muy bueno, y parecía estar todo perfectamente bien, nada podía arruinarlo.
Caminando, a lo lejos pudo notar las figuras de Tatsuya y Midorikawa, quienes parecían observar ocultos tras un muro. Se acercó a paso tranquilo, curioso por verlos así en medio de la calle, y se detuvo cuando estuvo detrás de ellos.- ¿Qué están haciendo?- preguntó Kazemaru, provocando que ambos chicos dieran un pequeño brinco.
- Ka-Kazemaru...- Tatsuya estaba aliviado de verlo, mientras Midorikawa les pedía que bajaran la voz.
- ¿Qué ocurre?- volvió a preguntar, esta vez en un tono bajo de voz. Tatsuya le hizo señas, para que se asomara y observara. Kazemaru pestañeó confundido, pero en silencio se colocó al lado de Midorikawa y asomo su cabeza.
En ese momento su día se había arruinado.
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La verdad de las cosas, es que tampoco tenía porque sorprenderse, ni tampoco porque sentirse tan desilusionado. Después de todo Endou era un adulto ¿En qué estaba pensando? Claramente Endou no lo miraba de esa manera, para él era solo su pequeño hermanito, a quien podía molestar, es todo.
- ¿Estás bien?- Tatsuya tenía su pupitre a un lado de él, así que no tardó en preguntarle, observándolo con preocupación. El pelirrojo habló en voz baja, ya que estaban en clases, pero es que era imposible no notar que su querido compañero no estaba bien, había dejado escapar más de algún suspiro durante esa clase.
Kazemaru volteo a verlo y solo asintió, con una leve sonrisa. Tatsuya volvió a lo suyo al recibir esa respuesta, que era prestar atención a las clases. Kazemaru hizo lo mismo en ese momento, o eso parecía, porque lo único que venía a su mente era a Endou, conversando animadamente con una mujer de largos cabellos violetas, se veía cómodo, tan feliz, incluso había notado rubor en la cara de Endou.
Se veían como una pareja.
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Las horas habían pasado lentas y crueles para Kazemaru, Fubuki había notado su cambio de actitud, incluso hasta Fudou le había dicho que hoy estaba raro, más que de costumbre. Esa era la extraña forma de Fudou de decirle que estaba preocupado. Kazemaru solo le resto importancia, y les dijo que había dormido poco y estaba cansado, esto era todo. Los chicos no siguieron preguntando después de eso.
Tocaba la hora de ir a los clubes, y la verdad es que Kazemaru no tenía ánimos de ir a la pista hoy, pero como era un chico responsable lo haría, no podía faltar.
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Love!
FanfictionHistorias de Kazemaru chiquito junto al entrenador Endou! ¿Qué aventuras les deparará el futuro? ¿Será posible que Endou madure de una vez? ¿Kazemaru tendrá la paciencia para soportar los caprichos de su entrenador? Aquí seguramente no responderemos...