Love! 05

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- Ya le dije que no me cambiaré de club, Endo-sensei.-

Después de sus actividades en el club de atletismo y de despedirse de Miyasaka y Hayami, sus compañeros del club, Kazemaru fue directamente a su casa, pero no contó con que se encontraría con Endo a mitad de camino.

- Pe-pero... creo que te quedaría mucho mejor el uniforme del club de fútbol.- declaró Endo bastante seguro, mientras lo seguía.- Y deja de decirme sensei, ya no estamos en el colegio, Ichi-kun.

Kazemaru se sonrojo enseguida.

- No me llames así ¡Ya no soy un niño!- le gritó volteando a verlo muy avergonzado. Endo sólo sonrió, le gustaba ver a Kazemaru avergonzado, incluso palmeo la cabeza de Kazemaru luego de eso.

- ¡De-de-deja de hacer eso!- pobre Kazemaru estaba muy rojo, cual tomate, Endo no le estaba tomando en serio.

- Pareces un gatito huraño.- comentó Endo con dulzura, provocando que Kazemaru le mirará sorprendido, quito la mano del otro bastante avergonzado y comenzó a caminar alejándose. La sonrisa de Endo, de hace solo unos segundos le intimido un poco, no de esa manera, no es que le asustara, simplemente que se veía demasiado bien y eso era injusto, había hecho que su corazón latiera de una manera un tanto diferente.

- ¿eh? No te enojes, Ichi-kun.- le siguió enseguida Endo algo alarmado.

- No estoy enojado.- murmuró en voz baja, pero Mamoru de igual modo lo oyó y sonrió más tranquilo.

- Entonces...

- ¿Vas a seguir con eso, Mamoru?

- ¡Claro que si!- Endo parecía un niño con una rabieta.- Quiero que te unas al club de fútbol.

- No quiero.

- ¡Eres muy cruel, Ichi-kun!

- ¡Tu eres muy molesto!

- ¡eh! ¡Eso dolió Ichi-kun! ¡No seas terco!

- ¡No lo soy! ¡Tu lo eres! Además...- exclamó Kazemaru.- ¡No quiero unirme solo porque la persona que más quiero ahora está allí!

- ¿eh?- pronunció Endo de manera silenciosa, mientras se sonrojaba levemente ante la última declaración de Kazemaru.

"¡MIERDA!" Se gritó mentalmente Kazemaru, bastante rojo y nervioso ¿se acababa de declarar? No, eso no era una declaración para nada. Aprovechando que Endo estaba en shock por aquello, Kazemaru hizo uso de su velocidad para escapar.

- Y-ya debo irme, nos vemos mañana.- hablo de manera rápida Kazemaru y huyó, Endo no tuvo tiempo de detenerlo, con suerte se pudo despedir. Cuando Ichirouta se perdió de su vista, el entrenador del club de fútbol de Raimon, llevó una mano hasta su boca, para ocultar la boba sonrisa que se formó en sus labios y también su notorio sonrojo.

"¿Acaso fue una declaración?" Pensaba Mamoru quien claramente estaba dichoso.

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- Es bueno saber que soy correspondido.- exclamó inocentemente Endo, aquel día después del trabajo. Estaba tomando algo con sus antiguos compañeros: Goenji y Kidou. El break trio reunido sólo para charlar y hacer cosas de amigos y beber, beber mucho.

- ¿De qué estás hablando Endo?- pregunto Goenji, quien tomaba cerveza. A su lado, un chico de lentes también hacía lo mismo.

- Me pregunto lo mismo.- Kidou pensaba que las cervezas que estaba tomando ya estaban haciendo efecto en él. El alcohol se le había subido a la cabeza al parecer y comenzaba a imaginar cosas.- Creo que ya se emborrachó.

- ¡No seas cruel Kidou!- le gritó Mamoru.- Aún no he tomado casi nada.- Eso era mentira, llevaba por lo menos cinco vasos ya bebidos.

- Hace poco entraste a trabajar y ya tienes a alguien que te corresponde...- comentó Goenji algo preocupado.

- Quizás es algún conocido antiguo de Endo.- comentó Kidou.- Aún así deberías estar enfocado en tu trabajo.- esta vez el de lentes habló de manera seria.- Yo entraré como técnico, dentro de po...- pero Kidou se quedó callado ya que Endo comenzó a cantar, Endo estaba ebrio, completamente ebrio.

- ...ah, Ichi-kun es tan adorable...- dejó escapar apoyando su cabeza en la mesa, parecía adormilado ya, Goenji y Kidou se miraron sin entender ¿sería ese tal Ichi-kun quien le correspondía? No recordaban a nadie con ese nombre o apodo o lo que fuera. De todas maneras no era su peor problema, ya que debían llevar a Endo a su casa sano y salvo, seguro despertaría con una gran resaca, que bueno que mañana era día libre. Así que Goenji y Kidou jugaron piedra, papel y tijeras para saber quien llevaría al entrenador de Raimon a casa.

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