Cierto albino corría por las calles de su ciudad,con una tostada de mermelada en su boca. Su abrigo a medio colocar y con una expresión bastante preocupada.
- "Si Atsuya me hubiese despertado"- pensaba mientras no detenía su ritmo, intentando ponerse su chaqueta de su secundaria como correspondía, sin botar su tostada o su bolso. Apenas hecho eso, acomodó su bolso como pudo.
Dobló por una esquina, tratando de acortar camino y al mismo tiempo, tratando de comer su tostada, justo cuando salía hacia otra calle chocó contra un adulto que apareció de la nada.
- ¡O-oye...!-
Fubuki quedó tirado en el suelo, tal como su tostada, luego de aquel percance. Realmente no era su día, todo por culpa de su hermano, que se iba sin él. Cuando levanto la vista, noto que la persona traía un impecable traje blanco y él le había ensuciado su traje con su tostada.
- ¡ah! ¡Realmente lo siento mucho...!- se quedó sin habla cuando reconoció a la persona que estaba frente a él. Olvidó completamente porque se estaba disculpando, cuando reconoció aquella figura.
- ¿estas bien?- pregunto el adulto
- ah...- contestó Fubuki bastante pasmado de ver a aquel moreno, aquella persona tan famosa, un famoso goleador que había jugado internacionalmente, incluso entrenó a un equipo italiano de secundaria y seguía jugando todavía.
- ¿?
Fubuki salió de su estupor enseguida, sonrojándose un poco por quedarse viendo como un bicho raro. Pero es que se encontraba frente a su más grande ídolo.
- Es Someoka-san ¿verdad? Yo se que si lo es.- exclamó emocionado cual niño pequeño que recibe un dulce. El adulto de cabellos rosados sonrió algo apenado por aquello, era normal tener fans, pero siempre le sorprendía cuando aparecía uno.
- Así es ¿estas bien? ¿no te has lastimado?- pregunto Someoka preocupado por él, Fubuki negó sonrojado, era una dicha para él ver a su más grande ídolo preocupado por él, entonces recordó algo.
- ¡Es verdad! Lamento mucho haber ensuciado su chaqueta ¡De verdad lo siento!- Fubuki había pasado de euforico a aterrado en segundos.
- No te preocupes.- Someoka se quitó su chaqueta y la doblo para llevarla en su mano. Fubuki se sonrojo cuando el adulto hizo aquello, incluso desvió la mirada un poco, ahora podía ver más claramente los músculos a través de la camisa blanca que usaba Someoka.
Es tan... asombroso.
Pensaba el albino.
- ¿eres de Raimon, no?- pregunto Someoka, interrumpiendo las fantasías del más joven.
- ah, sí.
- Tu uniforme te delata, también fui a esa escuela.
Eso Fubuki lo sabía, por eso agradecía poder asistir al mismo lugar donde nacieron las leyendas, incluído Someoka-san.
- También estoy en el club de fútbol, soy defensa, pero soy un muy gran admirador de usted.- A Fubuki le brillaban los ojos.
- Eso está muy bien.- Someoka saco algo de una bolsa que traía, recién Fubuki caía en cuenta que al parecer Someoka venía de hacer las compras. El adulto le entregó lo que sacó de su bolsa a Fubuki, quien lo recibió confundido. Era un simple emparedado que venía sellado, se veía fresco.
- Será mejor que vayas a tus clases, si te vas, llegarás a tiempo.- Someoka le sonrió amablemente.
- ah, si... mu-muchas gracias...- Fubuki sin palabras y un poco sonrojado, apenas si se despidió del mayor, quien se alejó a paso tranquilo de él.
Fubuki había logrado llegar a tiempo a su secundaria, se veía realmente feliz, en el primer receso tenía aquel emparedado que le había regalado Someoka, y si, no lo había abierto. Exacto, tampoco pensaba comerlo.
- Si tienes hambre deberías comerlo ya.- le comento cierto pelirrojo.
- ¡Claro que no! Es un importante regalo de Someoka-san para mí.- le contestó un ofendido Fubuki. El pelirrojo sonrió confundido.
- Que molesto eres.- otro castaño que estaba sentado unos asientos más adelante escuchó aquello.- Solo tragalo de una vez.
- No seas así con él, Fudou.- un peliturquesa apareció con un bollo en mano regañando al castaño, caminando hacia el pupitre de Fubuki
- Si, si...- contesto de mala gana Fudo para volver a sus pensamientos.
- Gracias Kazemaru-kun.- Fubuki recibió gustoso aquel bollo dulce, ya que no había probado bocado toda la mañana. Al mismo tiempo que Kazemaru volvió a su asiento luego de conseguirle algo de comer.
- Como no llegaste al entrenamiento de la mañana, te perdiste la presentación de nuestro entrenador.- le mencionó el pelirrojo.- Midorikawa estaba realmente emocionado.
- Quien iba a pensar que el tan aclamado portero Endo Mamoru vendría a esta secundaria.- Esta vez fue Fudo quien hablo, se acercó a los pupitres del pelirrojo y a un sorprendido Fubuki por enterarse de quien sería su nuevo entrenador. Mientras Kazemaru escuchaba desde su asiento, después de todo habían mencionado a Endo y eso había llamado su atención.
.
-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-
.
¿Comentarios? :D

ESTÁS LEYENDO
Love!
ФанфикHistorias de Kazemaru chiquito junto al entrenador Endou! ¿Qué aventuras les deparará el futuro? ¿Será posible que Endou madure de una vez? ¿Kazemaru tendrá la paciencia para soportar los caprichos de su entrenador? Aquí seguramente no responderemos...