Los sentimientos callados al fin de la vida, las pesadillas y todo lo que no conocemos...
Tomioka Giyuu está atrapado en una pelea extraña donde la realidad que conoce se desvanece hasta despertar siendo un completo extraño, una y otra vez olvidand...
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En otras épocas, en su época... Cuando eran cazadores, Tomioka disfrutaba del silencio y de oír el murmullo del viento.
Pero ahora, estaba atrapado en un tiempo distinto al suyo en una vida extraña a él pero que aún así era suya.
El ruido de la ciudad y el calor sofocante solo torturaban sus sentidos, y aún peor era el silencio de Kochou, su ex compañera pilar y actualmente en esa realidad algo parecido a una esposa.
La tensión en el auto era casi visible y palpable, Shinobu mantenía la vista al frente mientras conducía y ya eran más de las tres de la tarde, el tiempo se fue rápido en la preparación de la grabación sin que se dieran cuenta.
Tomioka sentía que dijo algo que no debía, casi prohibido, pero no entendía porqué. Mientras más miraba a la mujer más curiosidad tenía, se preguntaba quién era ella en esa vida y si ella recordaba algo.
«Eso es, seguro le duele la muerte de nuestro compañero.» pensó para después tomar la mano de su novia cuando paro en el semáforo.
—Por favor disculpa si dije algo indebido, no quiero que... Te sientas mal. No necesitas hablar sobre eso.— era algo torpe con sus demostraciones de afecto pero al menos ella sonrió un poco.
—Ya no hay muchos lugares donde podamos comer bien, pero quizás por allá haya algún restaurante. — la voz de Shinobu era suave y calmada, casi sería y eso le gustaba, en esa y todas las vidas que vivió, incluso cuando eran compañeros de pelea.
Su voz lo reconfortaba de sobre manera, como si fuera el eco de los ángeles en las olas de mar chocando. Era impresionante como una frase tan calmada cambio el aire completamente, como si las espinas ahora solo fueran pétalos de flores.
Avanzaron más y encontraron un lugar agradable donde vendían arroz especiado.
El almuerzo fue bastante tranquilo y el regreso a su hogar también, sin embargo el malestar llegaba a Giyuu con fuerza en forma de fiebre y con ello el cansancio.
—Quizas es una recaída, debes descansar, prometo hacerlo bien sola en la cena de hoy. — hablo la ex pilar guiándolo a su habitación.
—No creo que sea necesario... Shinobu, quiero estar despierto. — pidió mirándola mientras caminaban por el corredor.
—Confia en mí, recuerda que somos un equipo, vamos, duerme mientras ordenó un poco y luego me daré una ducha, el calor es infernal y quiero dar una buena impresión. — concluyó ella dejándolo sentado en la cama.
La de mechas moradas se quitó el vestido dándole la espalda para ponerse el short y la blusa de tirantes que usaba para estar en casa y se recogió el cabello con una liga, pese a lo dicho por Giyuu, el malestar seguía haciendo que se sienta fatigado.
—Shinobu... — la llamó rompiendo el silencio incómodo donde le clavó la vista pensando que hacer.
—¿Uhm? ¿Necesitas que te traiga algo de abajo? — pregunta poniéndose a su altura con los brazos apoyados en la cama donde Giyuu estaba acostado.
